No te escudes detrás de la ventana
Con tus lágrimas hechas de hielo
No merece la pena
Escarbar en la herida más profunda
Terrible y hedionda
De paraísos ya perdidos
Me iré con lo puesto
Tú me habrás visto como soy
Mis huesos torcidos por alcanzar la luna
Mi estación preferida
Bajo el vapor que amenazan
Nocturnos trenes que no llegan a parte alguna
Adiós para siempre mi más tierna sombra
Libros escogidos entre tus manos
pequeñas
Oh vida cuán largo se me hace el camino
Con qué desgarro el llanto
Se me atraganta
Este frío sol de enero y estas edades.
"Adiós para siempre mi más tierna sombra..." Despedirte con una frase así te hará inolvidable como versos así hacen a este poema inolvidable.
ResponderEliminarExcelente el enlace de José Manuel Vinagre como cada poema contenido allí.
Poeta no demasiado conocido (o no suficientemente conocido), pero excepcional.
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