vara al pincha,
muy pasado, gritando,
y sin parar bebiendo
uno tras otro
vaqueritos
de Ballantines.
Y tú
al fondo,
sentada,
entre los barmans,
con el agua y el libro
y preguntándote
quién hostias
podrá ser
ese borracho.
Recuerdo
que pedí
Love is Here to Stay,
y que esa misma noche
nos besamos.
Tres cuadritos para una historieta de soledades en un bar y la mente del borracho poniendo las cosas en su lugar...
ResponderEliminarPara Karmelo el bar es su aldea universal. Y sabe pintarla.
Si será su aldea universal que trabajó muchos años (no sé si sigue haciéndolo) en bares.
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