que ella verá la silla, la lámpara, la puerta;
verá sin duda alguna al bosquimano
con yate que se encuentra a tu derecha,
y hasta verá al político cretino
(valga la redundancia) que se sienta
-atención al detalle- exactamente
detrás de ti (¡oh rara transparencia!).
En resumen: verá todas las cosas
visibles, y no digo que no vea
incluso algunas invisibles, pero
lo que es de ti, ni la menor idea.
Tan negro es el camino
que este mundo destina a los poetas.
De La imagen de su cara, 1994
Habrá que preguntarle al maestro Perrotti:)
ResponderEliminarMiguel d'Ors es un poeta volatinero, imposible de asir por ningún estilo, digo, no porque sepa sino por lo que veo o, mejor dicho, por lo que voy viendo en su fascinadora imaginería (poesía).
ResponderEliminarNo te pasa que te deja colgado buscándole sentido?
La ilustración de Luis Frutos que ni pintada le queda.
ResponderEliminarAl maestro Perrotti no creo que le ocurra lo que d'Ors, Marian.
ResponderEliminarMuy bien definido, Carlos: d'Ors, poeta volatinero.
ResponderEliminarSeguro que no. No creo que se fije en los globos oculares de las rubias:)
ResponderEliminarQue no?
ResponderEliminarHabrá que preguntarles a las rubias a ver si tienen esa incapacidad:)
ResponderEliminar"y hasta verá al político cretino
ResponderEliminar(valga la redundancia) que se sienta
-atención al detalle- exactamente
detrás de ti (¡oh rara transparencia!)"
Jocoso, jocoso.
Jjaja genial
ResponderEliminarDesde luego, qué mala fama tienen las rubias, pobrecillas.
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