cada tarde más pálido el rumor
de aquel baile encendido (y sin embargo sigo
idiota y migueldors de arriba abajo),
alguna de esas horas en que dentro de mí
está lloviendo y lunes, me digo y me repito:
"Esta vez va de veras, de hoy no pasa, propósito
de la enmienda." Y me juro
-desde luego, mintiendo más que una
campaña electoral- quemar todos los libros
y retirarme a algún lugar vivible
en donde dedicarme a la Vulgaridad
y, si me queda tiempo,
a la contemplación de los Universales.
Por ejemplo Cambados, costa de Pontevedra,
donde no sé si les oiseaux sont ivres
pero me da lo mismo.
De Curso superior de ignorancia, 1987
Miguel ya es uno de mis preferidos. Escribe como si nada, espontáneo, le sale natural, descontracturado. Mallarmé lo proteja.
ResponderEliminarAmén.
ResponderEliminarPor cierto, esto podría muy bien haberlo escrito Cortázar:
ResponderEliminar"dentro de mí está lloviendo y lunes"
"sigo idiota y migueldors de arriba abajo"
"no sé si les oiseaux sont ivres
pero me da lo mismo".
Etc.
Se conoce bien.
ResponderEliminarYa he descubierto la relación de Mallarmé y "lex oiseaux sont ivres"... Brise marine.
ResponderEliminar(les)
ResponderEliminarExacto: "Brise marine".
ResponderEliminarTambién Rimbaud tiene un poema titulado "Le bateau ivre", ¿recordáis?
Cómo olvidarlo. El Barco Ebrio. El primero que leí de él y que me dejó (aún) subyugado, se me ocurre, aunque no sé si es la palabra exacta.
ResponderEliminarSí, Cortázar y Miguel tienen un toque de delicada ternura irreverente. Absolutamente envidiable, además.