Que las dictaduras, los vértigos, las doctrinas,
Las drogas,
Las orquestas, las herejías, los horizontes
Están cuestionados.
No habría que confundir
El sistema de alcantarillado y el motocultivo
Con el paraíso.
Algunos han resbalado sobre esta viscosa palabra: lujo
Y se han matado.
Hemos advertido el fallecimiento
De un gran número de comerciantes franceses
Que había querido dejar de pertenecer a
Órdenes contemplativas.
Un ministro negro inaugura el osario:
Con un arrebato cabruno.
Cogió por la cintura a la cantante subvencionada
Que recitaba la oda fúnebre
En un vestido de pana naranja
Con encajes de Irlanda en las mangas,
Y el himno a la producción se le quedó en la garganta.
El combate entre gordos y flacos terminó.
Las masacres entre flacos empiezan.
Un jugador de golf no produce calorías.
Si hay que quitar refinamientos
No se perderá gran cosa.
Muchedumbres cargadas de odio
Paciendo la desconfianza en los pastos de asfalto
Vacilan a la hora de las bebidas heladas,
Sobre un mundo anémico por sangrientas locuras.
Escalas pobres, catálogos de sensualidad,
Ninguna evasión por este lado.
Sin arriesgar encantamientos
Podemos hacer el peritaje de nuestro corazón:
El peso del mundo está mal repartido,
Hay que volver a empezar desde cero,
Hay que volver a empezar desde el nivel de la tierra
Y del mar.
Prestad vuestra ayuda a una obra de caridad:
Hay que volver a hacer el mundo.
Entre la ilustración y los textos, debieran enterarse algunos.
ResponderEliminarPues a mí no me acaba de cuajar el texto, salvo algunas cosas sueltas.
ResponderEliminarPero no lo van a hacer, Gato.
ResponderEliminarEste tio era nazi, cada día vas un poco mejor.
ResponderEliminarQuizá si lees, Mrian, el texto de Umbral enlazado al final...
ResponderEliminarSí, y antisemita. Y un gran escritor. Veo que no te has enterado de lo que te comenté el otro día en tu blog sobre la indefendible afiliación de personas cultas a ideologías políticas fascistas.
ResponderEliminarMe duele decirlo, pero Neruda, por ejemplo, tiene, entre otros despropósitos, un pedazo de poema dedicado a Stalin. Y Rafael Alberti, y...
Lo que me da pie a sostener lo que llevo afirmando desde hace mucho tiempo: las ideologías políticas han sido el verdadero cáncer del siglo XX.
ResponderEliminarEn la pluma de Umbral se sintetiza la cuestión: "...era (Morand) tan (poeta, agrego) que todo le daba igual". 2014 será el año del descubrimiento para mí, entre otros genios, de Umbral y por qué no Paul Morand.
ResponderEliminarLas ideologías defienden lo indefendible. Y así no sirven. Ninguna.
Exacto, Carlos, pienso lo mismo: las ideologías defienden lo indefendible, porque se inclinan sola y peligriosamente hacia un lado y la balanza se desiquilibra. Lo cual no quiere decir que haya que propugnar una política de "centro", que es concepto que no significa nada.
ResponderEliminarSi nos limitásemos a leer (en este caso a dar a conocer) a escritores de una cuerda determinada, acabaríamos con la historia de la literatura en menos que canta un gallo afónico, y entonces no sabríamos quienes somos.
Algo, por cierto, que les encantaría a los proclives a cierta ideología, que tiene por costumbre y método habitual manipular la historia.
ResponderEliminarA lo Orwell, claro. Como aquí el relato populista del kirchnerato que hoy es apenas un balbuceo trasnochado...
ResponderEliminarSobre esto último que dices, Charlie, han pecado todos. Todos han manipulado la historia cuando han podido o querido, ¿no crees?.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en "Si nos limitásemos a leer (en este caso a dar a conocer) a escritores de una cuerda determinada, acabaríamos con la historia de la literatura en menos que canta un gallo afónico", pero... cuando los escritos están sesgados ideológicamente o políticamente a piñón fijo por los mismos escritores dan un poquito para atrás, aunque literariamente puedan ser buenos.
A lo Orwell, sí.
ResponderEliminarTodos intentan manipular la historia, aunque unos lo hacen mejor que otros. Pero como escribía Vladímir Ilich Uliánov, Lenin, una mentira repetida muchas veces, se convierte en una gran verdad.
ResponderEliminarTambién dijo: Es preciso soñar, pero con la condición de creer en nuestros sueños. De examinar con atención la vida real, de confrontar nuestra observación con nuestros sueños, y de realizar escrupulosamente nuestra fantasía. Dicho de otra forma: la realidad importa una mierda.
Bueno, yo me refería más no a los que intentan, sino a hechos (o a personas) constatados de nuestra historia o de cualquier otra que han sido manipulados claramente.
ResponderEliminarPues que llevaba razón en la primera frase. Ahora, no sé si lo dijo como crítica o como sugerencia.
ResponderEliminarLa segunda frase la veo desde otra perspectiva más positiva de como la ves tú:)
Yo diría que la dijo en los dos sentidos. También dicen que dijo: "la mentira es revolucionaria", pero ne debe ser verdad.
ResponderEliminarMe están dando ganas de votar, el problema es que con tanta ideología me tienen algo confuso...
ResponderEliminarTranquilo, eso se pasa con el tiempo.
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