Se espera, escondido en el pasto, a que una gran nube de la especie cúmulo se sitúe sobre la ciudad aborrecida. Se dispara entonces la flecha petrificadora, la nube se convierte en mármol, y el resto no merece comentario.
De La vuelta al día en ochenta mundos
Imaginación al poder. ¡Que cabrón!
ResponderEliminarPor cierto, la nueva imagen no le hace justicia. Usted es bastante más feo...
ResponderEliminarYa lo sé, pero estas cámaras digitales hacen milagros.
ResponderEliminarEl poder de internet. Otro que se apuntó a la moda de los selfíes...
ResponderEliminarUna señora metáfora el microrrelato de Cortázar.
ResponderEliminarNo conocía ese cuadro de Magritte (y tengo guardados unos cuantos), pero ya sabía que era de él:)
A mí me gustan los jarrocintos (o ¿?)de la estantería y las notitas del corcho. Y por supuesto, la camisa de cuadros.
ResponderEliminarTienes buen gusto.
ResponderEliminarEstoy seguro que este microrrelato se le ocurrió a Cortázar precisamente mirando el cuadro de Magritte, pero los ronopios siempre ven otras cosas.
Cronopios.
ResponderEliminarEstá muy bien eso de inventar palabras nuevas.
ResponderEliminarQuien no tenga un selfie actualmente, no es nadie. Nadie ya lo tiene.
ResponderEliminarEsos jarroncitos de la estantería son típicos de Chinchón.
ResponderEliminarEfectivamente, Cortázar lo escribió admirando a uno de sus pintores belgas preferidos. Hay quien dice también que Julio era otro gran pintor belga, lo que es verdad, pero agrego, "y argentino..."
ResponderEliminarBuena foto. Ojos escudriñadores.
A su manera, Cortázar era un gran pintor... argentino a más no poder.
ResponderEliminarDesde un Buenos Aires absolutamente cronopio por estos días, disfruten cronopios:
ResponderEliminarhttp://www.infobae.com/2014/08/27/1590608-la-pasion-cortazar-la-musica-el-foco-un-fascinante-nuevo-documental
http://vimeo.com/101546790
¡Qué bueno! Muchas gracias. Lo disfrutaremos tranquilamente.
ResponderEliminarEl documental habrá que pillarlo completo en su día.
Sin perder un segundo hay que ponerlo en "busca y captura"...
ResponderEliminarAsí da gusto, que te lo pongan en bandeja.
ResponderEliminar¿Con anís o sin anís, iban los jarroncitos?
ResponderEliminarSin anís, por supuesto. El anís es puro veneno, aunque sea de Chinchón de La Alcoholera.
ResponderEliminarPensé que lo vendían con anís dentro. Para unas buenas rosquillas viene muy bien.
ResponderEliminarY a palo seco para desayunar...
ResponderEliminarSí, son famosas las rosquillas de Chinchón, anisadas con la misma semilla con la que se elabora el anís. Riquísimas.
ResponderEliminarPara desayunar... como el obreraje que acude a las fábricas a las seis de la mañana... bien puesto.
ResponderEliminarEso es cierto, también el carajillo.
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