lunes, 25 de agosto de 2014

Caminando por la tierra (fragmentos) - Amina Saïd - Túnez


donde fuere
imperaba la noche del sueño
en su forma primera

del desarraigado cielo
nacieron el sol y la luna
la sombra la luz
y la savia

y este deseo de crear
entre fuego y lágrimas

desarraigado el cielo
tú y yo pudimos
caminar por la tierra

nuevamente
henos aquí rodeados por el fuego

el desarraigado astro
nos muestra su lado clarividente

como fuego
nutrido por otro fuego

nuevamente algo
late en nosotros con deseos de vida

algo muere en nosotros
y se tiende en el fondo de una tumba

nuevamente el alba
nos corta la palabra
con su verdad

el mundo alrededor nuestro
agota su definición

por la noche el ausente
y el separado se unen
(dice el proverbio
de los hombres libres)

del árbol favorecido
por el milagro del día
se esperan los mejores frutos
nutridos por esa luz

tienen ellos la voz intacta
y el rostro sin fin
de los vivos

sobrecargado de piedras
un cuerpo en el fondo del agua

los senos jóvenes aún
y tan largas las manos

dos voces cohabitan en ella

por qué me miran
siempre a los ojos
preguntaba una de ellas
a nadie en particular

interrogándole a su locura
la otra voz decía
hay dos voces dentro de mí
¿cuál de ellas desollará la piel del mundo?

caminando lejos
de la opresión del légamo
regresa la muerte

trae en la boca
el sello del silencio

a semejanza de los siglos
vela mi diosa negra

una sombra alrededor de ella
arroja paletadas de fuego
sobre el residuo polvoriento de las miradas

nos saludamos
con un doble silencio
antes de caer
bajo los golpes del destino

tal vez mañana nos devuelvan
a nuestra enigmática ribera

yo seré esta piedra de luz
el rostro perforado
por signos infinitos

en el gran fuego de la tierra
se endurece esta arcilla perecedera
trabajada por nuestras manos

en pos de qué conquistas irrisorias
hemos entrado
en el sexo volcánico del mundo
su breve y violenta apertura
su milagro convulsionado donde tiembla
el oscuro labio de una rosa

desenmascarar el silencio
que se construye con un soplo
nos roza antes de cerrarse
invisible y secreto

esa esperanza nos anima

los pájaros nos miran
callan cuando pasamos

porque una palabra tras otra
avanzamos ignorando la meta
por conocerla ya demasiado

una palabra tras otra
su encadenamiento inquieto
sobre un hilo incierto

yo soy el lugar en el que caí
yo soy el lugar del que provengo
aquel hacia el que voy
De Marcher sur la terre, 1994

8 comentarios:

  1. Poesía de la grande. Stop. Enraizada a la tierra y al destino. Stop. África e Islam. Stop. Impresionante. Stop.

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  2. Me encantó. Un verso le tira el anzuelo al siguiente. Me encantó.

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  3. Hay más versos de este tipo en el enlace de Amina Saïd.

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  4. Sí, extraordinarios, borgeanos: "yo soy mil yo soy una / yo comienzo y me recomienzo /entre el infinito de las metamorfosis / entre el calendario inagotable del tiempo..."

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  5. Sí señor, esto es claramente borgeano.

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  6. Leída, requeteleída y será revisitada (sin tu permiso:)

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