CAPÍTULO 2
Visita del Amado al llegar la primavera
Segundo canto
La Amada2:8 ¡La voz de mi amado!
Ahí viene, saltando por las montañas,
brincando por las colinas.
2:9 Mi amado es como una gacela,
como un ciervo joven.
Ahí está: se detiene
detrás de nuestro muro;
mira por la ventana,
espía por el enrejado.
2:10 Habla mi amado, y me dice:
"¡Levántate, amada mía,
y ven, hermosa mía!
2:11 Porque ya pasó el invierno,
cesaron y se fueron las lluvias.
2:12 Aparecieron las flores sobre la tierra,
llegó el tiempo de las canciones,
y se oye en nuestra tierra
el arrullo de la tórtola.
2:13 La higuera dio sus primeros frutos
y las viñas en flor exhalan su perfume.
¡Levántate, amada mía,
y ven, hermosa mía!
2:14 Paloma mía, que anidas
en las grietas de las rocas,
en lugares escarpados,
muéstrame tu rostro,
déjame oír tu voz;
porque tu voz es suave
y es hermoso tu semblante".
¡Cómo ha cambiado la poesía!
ResponderEliminarA veces para mal.
ResponderEliminarSí, algunas veces para mal.
ResponderEliminarEl Cantar de los cantares es una auténtica maravilla si se lo lee como es debido, prescindiendo de las connotaciones religiosas que le han querido añadir tanto judíos como cristianos.
El libro erótico por antonomasia.
Es bonito el amor, ¿o no?.
ResponderEliminarÚltimamente Marian dice cosas para que nadie pueda agregar más nada...
ResponderEliminarSí, es verdad, a ver qué decimos ahora, que se podrían decir muchas cosas, pero casi como que no.
ResponderEliminarEn mi caso sólo puedo asentir.
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