Esa difícil costumbre de que esté muerto.Como Bird, como Bud, he didn't stand the ghost of a chance, pero antes de morir dijo su nombre más oscuro, sostuvo largamente el filo de un discurso secreto, húmedo de ese pudor que tiembla en las estelas griegas donde un muchacho pensativo mira hacia la blanca noche del mármol. Allí la música de Clifford ciñe algo que escapa casi siempre en el jazz, que escapa casi siempre en lo que escribimos o pintamos o queremos. De pronto hacia la mitad se siente que esa trompeta que busca con un tanteo infalible la única manera de rebasar el límite, es menos soliloquio que contacto. Descripcción de una dicha efímera y difícil, de un arrimo precario: antes y después, la normalidad. Cuando quiero saber lo que vive el shaman en lo más alto del árbol de pasaje, cara a cara con la noche fuera del tiempo, escucho una vez más el testamento de Clifford Brown como un aletazo que desgarra lo continuo, que inventa una isla de absoluto en el desorden. Y después de nuevo la costumbre, donde él y tantos más estamos muertos.
De La vuelta al día en ochenta mundos
Qué bueno era el amigo Clifford. Una verdadera pena que durase tan poco.
ResponderEliminarHoy he visto un librado titulado "CortÁZar de la A la Z". Debe de ser nuevo y biográfico.
ResponderEliminarEs relativamente nuevo, lo han sacado Alfaguara y la Fnac para conmemorar el centenario del nacimiento de Cortázar. Este año es sin remedio el año Cortázar: 100 años de su nacimiento, 30 años de su muerte, 50 años de Rayuela.
ResponderEliminarNo tengo el libro, pero lo tendré y daré cuenta de él. Es, por lo visto, un libro que nace de las distintas imágenes de su vida (fotografías de todas sus épocas) a las que han añadido textos del propio Cortázar que hacen referencia directa o tangencial a las mismas. Una joya para cortazarianos y cronopios en general.
Por cierto, igual tienes suerte y no necesitas ni comprarlo. Mira en el enlace "Julio Cortázar".
ResponderEliminarMi religión me prohíbe participar en sorteos y loterías.
ResponderEliminarMi religión me prohíbe participar en sorteos y loterías.
ResponderEliminarLa primera vez ya quedó bastante claro.
ResponderEliminarEra por sí acaso, y por engordar las estadísticas...
ResponderEliminarLo que se dijo tantas veces por aquí. Releo este enorme fragmento del chamán Cortázar y descubro algo que lo debo haber leído veinte veces pero recién ahora lo veo: "...cara a cara con la noche fuera del tiempo...", y pienso si no será un guiño a "La noche boca arriba".
ResponderEliminarClifford Brown debe estar en el Olimpo.
Seguramente es lo que dices.
ResponderEliminarNo conocía a Clifford Brown, pero ya me encargaré de conocerlo más.
ResponderEliminarHarás bien. Es verdad que a Clifford Brown no se lo conoce mucho, si lo comparamos con otros consagrados de la trompeta como Dizzy o Miles (de Louis ni hablamos), pero es uno de los grandes.
ResponderEliminarCuanto le deben unos cuantos a Brown, entre ellos el admirado universalmente Davis, Miles.
ResponderEliminarSeguramente, sí. ¿Y Chet Baker?, pregunto.
ResponderEliminarCreo que también Chet Baker, sí.
ResponderEliminarYo creo que Chet Baker era genuino, y que dada su escasez de virtuosismo, no podía ni siquiera dejarse influenciar por Clifford Brown.
ResponderEliminarBaker escaso de virtuosismo?
ResponderEliminarNo lo veo.
Que no hacia jeribeques es cierto pero su virtuosismo consistia precisamente en su minimalismo, si se puede decir así.
Ocurre que Brown era capaz de aunar en una misma pieza esos dos conceptos contrapuestos: minimalismo y exceso o sobrsaturacion de notas.
ResponderEliminarSiempre eso si con un destino claro, nunca alo tonto como suele ser bastante habitual en otro musicos.
Ostia!! y uno pensando que era un poco friki!!
ResponderEliminarPues anda que pos estos lares...
Por estos lares no somos más frikis porque nos entrenamos poco, pero danos tiempo.
ResponderEliminarMinimalismo, eso es.
ResponderEliminarChet Baker era un talento natural que tocaba de oreja y ni siquiera hacia labio antes de los conciertos. No sabía música y además había aprendido a tocar la trompeta sin esfuerzo y prácticamente sin ensayos. Ojo que es uno de mis músicos favoritos y no lo estoy criticando.
ResponderEliminarNo sabía yo eso del Baker.
ResponderEliminarEso dicen en el documental "Let's get lost" de Bruce Weber (precisamente lo volví a ver ayer)y en su biografía "Deep in a Dream".
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