JAUME GASSULL
(A la fi del segle XV)
De Lo somni de Joan Joan
[...]
Puix sabeu quant és cosa certa,
elles ant elles
(i més si són totes femelles)
tantost hi són:
volent parlar de tot lo món
en tot se meten;
i si callau vos acometen
per traure noves;
i tostemps fan contres i proves
sobre tothom:
-I vós què feu? i l'altre com
se troba vuy?-.
I dir los mals de son veí,
de sa veïna.
I ara, parlant de medicina,
donen remeis;
i atlegant los furs i lleis
en tot se posen;
i en tota res dien i glosen
lo parer seu.
Parlar del cel les oireu
i de la terra;
ara de pau, adés de guerra
i de l'infern;
i de l'estiu i de l'hivern.
I, sens afany,
vos contaran tot quant en l'any
han començat,
teixit, urdit i acabat;
tot, fil per randa,
vos ho diran, sens donar tanda
per a respondre.
I, baix parlant, sentiu compondre
tantes cosetes,
que par que sien oronetes
dins en lo niu,
que si els sou prop, sols lo "xiu-xiu"
basta eixordar-vos;
i si voleu aparellar-vos;
amb ploma i tinta,
veureu entre elles com s'hi pinta
i com s'hi juga
d'un joc que es diu "a la fexuga"
i com repiquen
i unes amb altres com se piquen
del joc, baixet,
parlant cobert i molt secret
elles amb elles.
[...]
JAUME GASSULL
(Finales del siglo XV)
De El sueño de Joan Joan
[...]
Pues sabéis que es cosa cierta,
ellas en donde ellas
(y más si son todas hembras)
enseguida están:
queriendo hablar de todo el mundo
en todo se meten;
y si calláis os abordan
para obtener nuevas;
y siempre dan contras y pruebas
sobre todo el mundo:
-Y vos ¿qué hacéis? Y el otro ¿cómo
se encuentra hoy?-.
Y contar los males de su vecino,
de su vecina.
Y si se habla de medicina,
dan remedios;
y, alegando fueros y leyes,
en todo se meten;
y en todas las cosas dicen y glosan
su parecer.
Hablar del cielo las oiréis
y de la tierra;
ora de paz, ora de guerra,
y del infierno,
y del verano y del invierno.
Y, sin afán,
os contarán todo cuanto en el año
han empezado,
tejido, urdido y acabado
todo, con todo lujo
de detalles, os lo dirán, sin dar turno
para responder.
Y hablando bajo, oiréis componer
tantas cosillas
que parece que sean golondrinas
dentro del nido,
que si estáis cerca, sólo con el "pío, pío"
basta para ensordeceros.
Y si queréis prepararos,
con pluma y tinta,
veréis entre ellas cómo se pinta
y cómo se juega
a un juego que se llama "a la feixuga"
y cómo repican,
y unas con otras cómo se pican
por el juego, bajito,
hablando con disimulo y muy secreto
ellas con ellas.
[...]
queriendo hablar de todo el mundo
en todo se meten;
y si calláis os abordan
para obtener nuevas;
y siempre dan contras y pruebas
sobre todo el mundo:
-Y vos ¿qué hacéis? Y el otro ¿cómo
se encuentra hoy?-.
Y contar los males de su vecino,
de su vecina.
Y si se habla de medicina,
dan remedios;
y, alegando fueros y leyes,
en todo se meten;
y en todas las cosas dicen y glosan
su parecer.
Hablar del cielo las oiréis
y de la tierra;
ora de paz, ora de guerra,
y del infierno,
y del verano y del invierno.
Y, sin afán,
os contarán todo cuanto en el año
han empezado,
tejido, urdido y acabado
todo, con todo lujo
de detalles, os lo dirán, sin dar turno
para responder.
Y hablando bajo, oiréis componer
tantas cosillas
que parece que sean golondrinas
dentro del nido,
que si estáis cerca, sólo con el "pío, pío"
basta para ensordeceros.
Y si queréis prepararos,
con pluma y tinta,
veréis entre ellas cómo se pinta
y cómo se juega
a un juego que se llama "a la feixuga"
y cómo repican,
y unas con otras cómo se pican
por el juego, bajito,
hablando con disimulo y muy secreto
ellas con ellas.
[...]
Suena más bonito en valenciano que en castellano, a mi me recuerda a la naval o el bar de la esquina, porque cotillas hoy son tanto hombres como mujeres.
ResponderEliminarOtra de esas entradas con las que aprendes cosas que no sabías, gracias por la lección, que encima es gratis.
Gracias maestro.
Tienes toda la razón en la primera frase.
ResponderEliminarPor lo demás, el primero que aprende soy yo, y además me divierto.
Gracias a ti por seguir el blog.
Me suena a miedo a las feministas....
ResponderEliminarPuede sonar a cualquier cosa, depende por dónde lo mires, pero no precisamente a miedo a las feministas, que seguro que son las que primero están de acuerdo con el poema.
ResponderEliminarYa, ya....
ResponderEliminar¿Y dices que está escrito a finales del XV? ¿Tan poco han cambiado las cosas?.
ResponderEliminarBueno, algo sí han cambiado, porque es cierto que ahora ya no hay tantas diferencias entre el cotilleo femenino y masculino.
ResponderEliminarHas estado acertadísimo en dedicárselo a esas "tertulias" (de cualquier horario). Que hay que tener estómago para tragárselas.
ResponderEliminarYo no veo la televisión, pero la "ojeo" en los bares. Efectivamente, poco han debido cambiar las cosas. Sólo en el aspecto exterior.
ResponderEliminarEn las distancias cortas, un cotilla o una cotilla es fácil de identificar por lo menos a mí me pasa, tienen una manera especial de mirar, inconfudible. Aunque no te hagan el repaso correspondiente, la mirada les delata. Ya cuando abren la boca, es para callarse (mucho mejor). Por aquello de que el que mucho quiere saber, poquito y al revés:)
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