Generaciones y más generaciones desaparecen y se van,
otras se quedan, y esto dura desde los tiempos de los Antepasados,
de los dioses que existieron antes
y reposan en sus pirámides.
Nobles y gentes ilustres
están enterrados en sus tumbas.
Construyeron casas cuyo lugar ya no existe.
¿Qué ha sido de ellos?
He oído sentencias
de Imuthés y de Hardedef,
que se citan como proverbios
y que duran más que todo.
¿Dónde están sus moradas?
Sus muros han caído;
sus lugares ya no existen,
como si nunca hubieran sido.
Nadie viene de allá para decir lo que es de ellos,
para decir qué necesitan,
para sosegar nuestro corazón hasta que abordemos
al lugar donde se fueron.
Por eso, tranquiliza tu corazón.
¡Que te sea útil el olvido!
Sigue a tu corazón
mientras vives.
Ponte olíbano en la cabeza.
Vístete de lino fino.
Úngete con la verdadera maravilla
del sacrificio divino.
Acrecienta tu bienestar,
para que tu corazón no desmaye.
Sigue a tu corazón y haz lo que sea bueno para ti.
Despacha tus asuntos en este mundo.
No canses a tu corazón,
hasta el día en que se eleve el lamento funerario por ti.
Aquél que tiene el corazón cansado no oye su llamada.
Su llamada no ha salvado a nadie de la tumba.
Hazte, por tanto, el día dichoso,
y no te canses nunca de esto.
¿Ves?, nadie se ha llevado sus bienes consigo.
¿Ves?, ninguno de los que se fueron ha vuelto.
El Canto del arpista es un poema egipcio de finales del Primer Periodo Intermedio. Se conserva en la capilla funeraria del faraón Intef, junto a la imagen de un arpista. Probablemente fuese una de las muchas coplas que se cantaban en banquetes y fiestas, costumbre que perduró a lo largo de los siglos, como atestiguó Heródoto tras su visita a Egipto. Es el texto más antiguo conocido de este tipo de composiciones.
¿Ves?, nadie se ha llevado sus bienes consigo.
ResponderEliminar¿Ves?, ninguno de los que se fueron ha vuelto.
Pues algunos siguen sin enterarse...
No es que no se hayan enterado, es que no quieren enterarse. Algunos se han llevado consigo, no sus bienes, sino los bienes de los demás.
ResponderEliminar¿Ninguno de los que se fueron han vuelto? Ojalá fuese así, pero ponte en lo peor. De hecho, alguno lleva décadas sin irse.
¿De quienes estoy hablando? Adivina, adivinanza.
Un jeroglífico, qué interesante.
ResponderEliminar¿Y cómo se conserva Juan? Me refiero, si en papiro, etc., ese tipo de curiosidades.
ResponderEliminarPues por lo visto se conserva al lado de la pintura y en lenguaje jeroglífico (dibujos).
ResponderEliminarChampolion nos podría decir mucho(nos los dijo) sobre el lenguaje jeroglífico.
Qué suerte la de ese pueblo de tener una memoria tan buena.
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