Juega con la tierra
Como con una pelota
Báilala, estréllala, reviéntala
No es sino eso la tierra
Tú en el jardín
Mi guardavallas,
Mi espantapájaros,
Mi Atila, mi niño
La tierra entre tus pies
Gira como nunca
Prodigiosamente bella
Tu grillo, por tus labios promotores,
de plata compostura,
árbitro, domador de jugadores,
director de bravura,
¿no silbará la muerte por ventura?
En el alpiste verde de sosiego,
de tiza galonado,
para siempre quedó fuera del juego
sampedro, el apostado
en su puerta de cáñamo añudado.
Lentamente ascendió el balón en el cielo.
Entonces se vio que estaban llenas las tribunas.
Habían dejado solo al poeta bajo el arco,
Pero el árbitro pitó: Fuera de juego.
A un pase de Didí, Garrincha avanza
con el cuero a los pies, el ojo atento,
dribla una vez, y dos, luego descansa
cual si midiera el riesgo del momento.
Tiene el presentimiento, y va y se lanza
más rápido que el propio pensamiento,
dribla dos veces más, la bola danza
feliz entre sus pies, ¡los pies del viento!
En éxtasis, la multitud contrita,
en un acto de muerte se alza y grita
en unísono canto de esperanza.
Garrincha, el ángel, oye y asiente: ¡goooool!
Es pura imagen: la G chuta la O
dentro del arco, la L. ¡Es pura danza!.
Dedicado al mejor equipo de fútbol del mundo, el F. C. Barcelona: Xavi, Iniesta, Messi, Villa, Puyol, Piqué, Pedrito..., pura música con un balón en los pies.
Pues sin duda nos quedamos con el de Miguel Hernández, hasta en el deporte puso esa alma que tan bien sabía derramar sobre un papel.
ResponderEliminarUn abrazo.
Como se nota que el resultado del Barsa-Madrid te ha inspirado
ResponderEliminarNo lo dudes, Gatopardo, pero ya venía inspirado de antemano. :-)
ResponderEliminarEfectivamente, Logan y Lory, nada de lo humano le era ajeno al amigo Miguel.