un bar donde esconder la madrugada,
volverla del revés, como ese viejo
abrigo que la moda, despistada,
rescató del olvido. El ron añejo
lleva en notas precisas la mirada
de Chet, Lester y Billie, con un dejo
de tiniebla en la voz sobrecargada.
Y sé de un noble capitán de barra,
navegante en los mares de la farra,
que entrega el corazón y no se rinde
a la fatalidad. Seguid su estela:
el tacto de una copa nos desvela
los vagos sueños que la noche escinde.
Poemazo en el que cada verso se engarza con el próximo y va cadenciando un soneto para Chet, Lester y Billie "con un dejo de tiniebla" en sus voces (también la del saxo es una voz) de tan precisa mirada...
ResponderEliminar¿Y ahora qué digo yo? No diré nada, porque estoy de acuerdo en todo.
ResponderEliminarMagnífico soneto.