me atrevo a llamarlo por su nombre íntimo;
mientras pienso en él, no utilizo jamás su nombre de pila.
Cuanto más lo llamo así, somos más felices,
juramos no separarnos nunca.
Rompo algunas ramas de sauce.
En el jardín, cantan miles de pájaros;
yo también, pues repito sin cesar el nombre de mi amado.
Las innumerables flores se abren.
Ante ese esplendor primaveral,
¿quién podría vivir sola bajo el mosquitero de seda?
Pienso en mi amado, he perdido el apetito.
Ando sin rumbo por una encrucijada,
le confiaré a la brisa los pensamientos para mi amado.
Ya no acomodo mis cabellos,
¿para quién debo tener el cuidado de arreglarme?
Si quieres saber cuánto pienso en ti,
mira cómo enflaquece mi cintura.
Tal vez deliro. Tal vez no. Pero mientras leía me sonaba el tango de Cadícamo ("Cabeza de Novia. De todo te olvidas") en la voz de Gardel pintando a esa enamorada de estas orillas que creo rima con la enamorada de este poema chino...
ResponderEliminarDe un tiempo a esta parte
Muchacha, te noto
más pálida y triste... Decí ¿qué tenés?
Tu carita tiene el blancor del loto
y yo, francamente, chiquita, no sé...
¿Qué pena te embarga? ¿Por qué ya no ríes
con ese derroche de plata y cristal?
Tu boquita, donde sangraron rubíes,
hoy muestra una mueca, trasuntando un mal.
El piano está mudo.
Tus ágiles manos
no arrancan el tema del tango tristón.
A veces te encuentro
un poco amargada,
llorando, encerrada en la habitación.
Y he visto, extrañado, que muy a menudo
"de todo te olvidas", cabeza de novia
¡nimbada de amor!
¿Qué es lo que te pasa?
Cuéntame; te ruego
que me confidencies tu preocupación.
Acaso tu pena es la que Carriego,
rimando cuartetas, a todos cantó.
"De todo te olvidas, cabeza de novia"
pensando en el chico que en tu corazón
dejó con sus besos sus credos amantes
como un ofertorio de dulce pasión...
Sí, seguramente riman. ¿Y por qué no he puesto yo este tango en La Taberna?
ResponderEliminarSe arreglará.
Me impresiona este verso: "Tu carita tiene el blancor del loto...", una flor típica de una cultura milenaria oriental. No escribe ceibo (nuestra flor nacional) o madreselva o malbón, que aluden a los conventillos y a las orillas. No debe ser casual Cadícamo era un tipo muy leído.
ResponderEliminarAparte me alude a una máscara del kabuki (como si fuera una japonesita) o a una pálida carita "china", como en aquellos tiempos se les decía a las muchachas del interior del país...
https://www.youtube.com/watch?v=PPqHXomEVVA