The Government--I heard about the Government and
I went out to find it. I said I would look closely at
it when I saw it.
Then I saw a policeman dragging a drunken man to
the callaboose. It was the Government in action.
I saw a ward alderman slip into an office one morning
and talk with a judge. Later in the day the judge
dismissed a case against a pickpocket who was a
live ward worker for the alderman. Again I saw
this was the Government, doing things.
I saw militiamen level their rifles at a crowd of
workingmen who were trying to get other workingmen
to stay away from a shop where there was a strike
on. Government in action.
Everywhere I saw that Government is a thing made of
men, that Government has blood and bones, it is
many mouths whispering into many ears, sending
telegrams, aiming rifles, writing orders, saying
"yes" and "no."
Government dies as the men who form it die and are laid
away in their graves and the new Government that
comes after is human, made of heartbeats of blood,
ambitions, lusts, and money running through it all,
money paid and money taken, and money covered
up and spoken of with hushed voices.
A Government is just as secret and mysterious and sensitive
as any human sinner carrying a load of germs,
traditions and corpuscles handed down from
fathers and mothers away back.
El gobierno
El gobierno... Tuve noticia del gobierno y salí en su busca. Dije que,
cuando lo viera, lo iba a examinar a fondo.
Vi entonces a un policía que arrastraba a un borracho camino del
calabozo. Era el gobierno en acción.
Vi a un administrativo municipal colarse en un despacho una mañana
y conversar con un juez. Entrado el día, el juez desestimó una
acusación contra un carterista que trabajaba en la oficina del
administrativo. De nuevo vi que ése era el gobierno, y que así
hacía las cosas.
Vi a los milicianos apuntar con los fusiles a una muchedumbre de
obreros que trataban de conseguir que otros obreros se
abstuvieran de entrar en un taller en el que se había declarado
una huelga. El gobierno en acción.
Por todas partes vi que el gobierno es una cosa hecha de hombres,
que el gobierno es de carne y hueso, que sus numerosas bocas
susurran al oído de muchos, envía telegramas, apunta con fusiles,
redacta órdenes, dice sí y dice no.
Muere el gobierno como mueren los hombres que lo forman, y que
van a dar con sus huesos en sus tumbas, y el gobierno que lo
sucede es humano, está hecho de latidos, de sangre,
de ambiciones y lujurias, de dinero que todo lo recorre, dinero
que se paga, dinero que se cobra y dinero que se esconde,
dinero del que sólo en voz baja se habla.
Un gobierno es tan secreto y misterioso, y tan sensible como cualquier
pecador cargado de gérmenes, de tradiciones y corpúsculos
transmitidos por padres y madres desde hace mucho tiempo.
Versión de Miguel Martínez-Lage
Leía y no podía sacarme de la cabeza la frase de JLB en "Utopía de un hombre que está cansado", en realidad siempre que pienso en un gobierno-cualquier gobierno pienso en ese profetizado tiempo en el que ya no se necesitarán los gobiernos caídos "gradualmente en desuso" y no sé si esa no será otra solapada (pero no última) forma de gobierno que los hombres nos vamos inventando para de alguna manera contenernos...
ResponderEliminar"Según la tradición fueron cayendo gradualmente en desuso. Llamaban a elecciones, declaraban guerras, imponían tarifas, confiscaban fortunas, ordenaban arrestos y pretendían imponer la censura y nadie en el planeta los acataba. La prensa dejó de publicar sus colaboraciones y sus efigies. Los políticos tuvieron que buscar oficios honestos; algunos fueron buenos cómicos o buenos curanderos."
ResponderEliminarOjalá acabe ocurriendo eso.
Estos días hemos tenido por aquí elecciones generales, y en breve tendremos elecciones autonómicas, municipales y europeas. Visto lo visto, y muchos ya estamos cansados de verlo, ojalá algunos políticos se dedicasen al teatro (ya lo hacen, aunque inconscientemente) o a la fontanería, y nos dejasen vivir en paz.
Suscribo fervientemente.
ResponderEliminarAl menos ya somos dos, uno de cada lado del charco.
ResponderEliminar"[...] para de alguna manera contenernos..."
ResponderEliminarEso es. ¡Qué bien expresado!
Sí, porque el día que dejemos de contenernos, y tal como van las cosas ese día no parece lejano, se va a armar la mundial.
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