martes, 8 de enero de 2019

Nombres del tiempo - Juan Lamillar - España


Se llama también luz. Se llama altura.
Se llama certidumbre de la muerte.
Se llama oscuro péndulo que advierte
lo leve de tan leve arquitectura.

Ignoramos su faz cambiante y muda.
Su nombre es el asombro de estar vivos.
En su fiel sucesión somos cautivos,
y él está tras espejos, y no duda

en detener con precisión su paso
y asestar el fulgor de su mirada,
única, última vez que la concede.

Precipitada aurora hacia el ocaso,
su nombre es claridad ya clausurada:
finge la nada que al morir sucede.

2 comentarios:

  1. Calidad viene de musicalidad... El tiempo es su tema. Ahí lo detectó al acecho detrás de los espejos.

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  2. Borges y Lamillar deben de ser hermanos del alma.

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