miércoles, 21 de noviembre de 2018

Límites - Jorge Luis Borges - Argentina


De estas calles que ahondan el poniente,
una habrá (no sé cuál) que he recorrido
ya por última vez, indiferente
y sin adivinarlo, sometido

a quien prefija omnipotentes normas
y una secreta y rígida medida
a las sombras, los sueños y las formas
que destejen y tejen esta vida.

Si para todo hay término y hay tasa
y última vez y nunca más y olvido
¿quién nos dirá de quién, en esta casa,
sin saberlo, nos hemos despedido?

Tras el cristal ya gris la noche cesa
y del alto de libros que una trunca
sombra dilata por la vaga mesa,
alguno habrá que no leeremos nunca.

Hay en el Sur más de un portón gastado
con sus jarrones de mampostería
y tunas, que a mi paso está vedado
como si fuera una litografía.

Para siempre cerraste alguna puerta
y hay un espejo que te aguarda en vano;
la encrucijada te parece abierta
y la vigila, cuadrifronte Jano.*

Hay, entre todas tus memorias, una
que se ha perdido irreparablemente;
no te verán bajar a aquella fuente
ni el blanco sol ni la amarilla luna.

No volverá tu voz a lo que el persa
dijo en su lengua de aves y de rosas,
cuando al ocaso, ante la luz dispersa,
quieras decir inolvidables cosas.

¿Y el incesante Ródano y el lago,
todo ese ayer sobre el cual hoy me inclino?
Tan perdido estará como Cartago
que con fuego y con sal borró el latino.

Creo en el alba oír un atareado
rumor de multitudes que se alejan;
son lo que me ha querido y olvidado;
espacio y tiempo y Borges ya me dejan.
De El otro, el mismo, 1964
* Cuadrifonte Jano: En la antigua mitología romana, Jano es el dios de los comienzos, las transiciones, las puertas y el tiempo. Usualmente se representa con dos caras, una mirando al futuro y la otra al pasado. En este caso, Borges usa el término "cuadrifronte" (cuatro frentes) para describirnos un Jano con cuatro caras. 

Borges dijo de este poema: En mi opinión, pero no hay razón alguna para que la opinión del poeta valga más que la de los lectores, este poema es el mejor, o mejor dicho el menos malo de los míos.

Si lo dice Borges, no seré yo quien lo desautorice.

3 comentarios:

  1. El ilimitado humor de Borges, entre irónico e irreverente, en su opinión. Tal vez el menos malo este poema porque lo sintetiza, lo acotada ilimitado, lo delimita como un trazado de calles de sus obsesiones... El tiempo y el espacio y Borges, la ceguera, el espejo que lo aguardará en vano, el alto de libros que no leerá nunca, el olvido.

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  2. Las grandes obsesiones de Borges, que volveremos a ver en la próxima entrega.

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