martes, 28 de noviembre de 2017

Poema - Antonio Gamoneda - España


Es la hora de un crepúsculo en día no señalado. La visión de las techumbres enrojecidas es inseparable del color tardío de la ciudad soñada. Mi vida se resuelve en la vida de la ciudad. Una herencia deslumbrada se entreteje con mis recuerdos; hay un poder comunal cuyos límites son bordes y fisuras de mis propios límites.

Crece la ciudad sobre los pastos invernales. Hacia los terraplenes del Torío, crece sobre las huellas del pastor. Los agrimensores alzan monedas cuyas leyendas fueron borradas por el óxido, tégulas abandonadas por las legiones de Galba, campanillas azules como las  venas  bajo  una  piel  amada.

Desde las carbonerías, la pobreza asciende a los edificios aptos para la proclamación del suicidio y los arroyos retroceden como las víboras ante el incendio. Es la pasión de las inmobiliarias. Como un monte, la melancolía crece en los pastos invernales.
De Lapidario incompleto

2 comentarios:

  1. Cada verso o frase es efectivamente lapidario, como reza parte del título de su libro. Parecen contener un críptico hermético mensaje o visión que, por supuesto, no entiendo, aunque intuyo que podría estar de acuerdo: "...y los arroyos retroceden como las víboras ante el incendio..." Tan apocalíptico como poético.

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  2. Magnífico y muy personal poeta, que aunque por generación podría encuadrarse dentro de los poetas de los 50, no hay manera, porque él no se deja, siempre fue a su bola.

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