esa felicidad
al menos con mayúscula
no existe
ah pero si existiera con minúscula
seria semejante a nuestra breve
presoledad.
Después de la alegría viene la soledad
después de la plenitud viene la soledad
después del amor viene la soledad.
Ya sé que es una pobre deformación
pero lo cierto es que en ese durable minuto
uno se siente
solo en el mundo.
Sin asideros
sin pretextos
sin abrazos
sin rencores
sin las cosas que unen o separan
y en esa sola manera de estar solo
ni siquiera uno se apiada de uno mismo.
Los datos objetivos son como sigue.
Hay diez centímetros de silencio
entre tus manos y mis manos
una frontera de palabras no dichas
entre tus labios y mis labios
y algo que brilla así de triste
entre tus ojos y mis ojos
claro que la soledad no viene sola.
Si se mira por sobre el hombro mustio
de nuestras soledades
se verá un largo y compacto imposible
un sencillo respeto por terceros o cuartos
ese percance de ser buena gente.
Después de la alegría
después de la plenitud
después del amor
viene la soledad.
Conforme
pero
que vendrá después
de la soledad
A veces no me siento
tan solo
si imagino
mejor dicho si sé
que mas allá de mi soledad
y de la tuya
otra vez estas vos
aunque sea preguntándote a solas
que vendrá después
de la soledad.
Fundamentalmente uno está solo, lo sepa disfrutar o no, lo padezca o no...
ResponderEliminar"...lo cierto es que en ese durable minuto
uno se siente
solo en el mundo"
"...y en esa sola manera de estar solo
ni siquiera uno se apiada de uno mismo."
"Si se mira por sobre el hombro mustio
de nuestras soledades
se verá un largo y compacto imposible"
Benedetti es un baqueano de los territorios de la geografía de la soledad. La conoce como a la palma de su mano. Tratados y tratados sobre la soledad se sintetizan en sus versos-descripciones.
La soledad es para disfrutarla, no para padecerla. Si uno la padece, malo.
ResponderEliminarNo entiendo mucho a la gente que se queja de soledad. Si al final nacemos solos y morimos solos, nadie se muere por nosotros, para qué tanto esparajismo.
Esta mañana decía en "los papeles" el actor Antonio Banderas, después de superar hace meses un infarto: "Si todo el mundo la espicha ¿para qué tanta solemnidad?" Pues eso.
¿Y qué viene después de la soledad? Pues ya se sabe lo que viene, hombre.
De todas formas, si me gusta este poema de Benedetti, es casi exclusivamente por este verso:
"ese percance de ser buena gente".
Y por toda la estrofa, por cierto.
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