y te sentaste a esperar
a orillas del gran silencio.
Pensabas que estando a solas
con tu voz quizás pudieras
robarle al mar su secreto.
Se te fue la juventud
Mudos pasaron los años
y ahora estás hueco por dentro.
¿Podrías, si al fin sonara
del gran silencio el acorde,
llegar a cantar su eco?
De Canciones, 2000
Robarle al mar su secreto...si lo habré pensado sentada en la playa viendo las olas una tras otra llegar y el horizonte...
ResponderEliminarCantar su eco sería no sólo descubrir su secreto sino interiorizarlo y ser capaz de poder desvelarlo wow...amigos estoy de nuevo del lado de acá...Mi Baires..y escribí algo ( últimamente escribo mucho) que quiero que lean. Trata sobre acá y allá si es que hay un acá y allá. Se los dejo para que lo lean. Espero sus comentarios y que estén bien. Me encanta volver a encontrarlos.
Volver a casa. Raíces que existen y t clavan a tu tierra, a tus recuerdos, a todo lo que hiciste, conociste y conocés. Tu acento que brota y no se despega. Tu gente y la gente. Tus costumbres y las costumbres. Dejar de sentirse dividido entre dos amores. España, tu sangre. Argentina, tu casa. Baudelaire decía que siempre quería estar ahí donde no está. Me pasa constantemente. Si estoy acá extraño mi sol andaluz, las casitas blancas, las cañas bien frías, el olor a aceite de oliva, el silencio de la siesta, el Mediterráneo, la biblioteca de la Facultad de Filosofía y Letras de Granada, las distancias cortas que nos transportan a otro escenario. Cádiz y su arena. El gazpacho y el pescaito frito. Los pastelitpa morunos en una tetería. Los gritos de las viejas. Los bares sucios y ruidosos. El café con leche en vaso. La luz en pleno invierno. Siempre sostuve que el cielo de Andalucía era blanco. Los amigos. Sus expresiones. El bar que cura las penas. Mi Ribera del duero. Las aceitunas aliñadas. Las montañas marrones, los olivos. Mi hermana y mi hermano. Los rituales arcaicos. La alegría.
ResponderEliminarSi estoy allá quiero las empanadas de carne de mi tía. El mate por la mañana y la radio. Comprarme ropa en Santa Fe. El río de zona norte. Un pancho o un choripán en la Costanera. Año nuevo en verano. Corrientes, bares donde los mozos usan uniforme y te sirven la lágrima en jarrito con masitas y un vasito de soda. Las librerías. La literatura impregnada en la vida cotidiana.
La nostalgia única de Buenos Aires. El caos. El aire del Sur. La luna al revés? Y las tres Marías, la del medio es la mía. El olor a asado los fines de semana. El viejo almacén. El tango y San Telmo. Las facturas. La música. Nuestros músicos. Los besos y abrazos. La cercanía. El cine en V.O. Por diós , el V.O.! Los ñoquis del 29. Las pastas rellenas. (Ay me olvidé de Lorca y el flamenco). Plaza Francia. Conducir sin carriles. La política. Flor de tema. El lunfardo. Los amigos. Papá y Mamá. El pesto del tío. Las comidas del Círculo Asturiano y mi abuelo cantando Asturias patria querida. Está todo dentro y mezclado. La magia. Cómo puede estar todo dentro y mezclado? Se está dividido o más unido q nunca? Mis hogares.
ResponderEliminarJosé Mateos poeta cantor. Ni una nota-palabra de más. Todo pasa, mudo o no, pero él lo detecta. En"canta"dor poeta.
ResponderEliminarQué alegría volver a saber vos, Agostina. Qué alegría leerte, tan honda y sensible siempre. Excelente "tu" crónica desde adentro, en ambas orillas... desde adentro tuyo, es decir la misma.
ResponderEliminarTodo está adentro, Agostina, no existe nada fuera de este momento que sos.
Qué lindo Carlos! Es que sí...todo está adentro. Creo que lo que me pasa le pasa a mucha gente que vivió fuera pero no tan fuera en un momento especial de su vida. A veces pienso que habría sido más sencillo no haberme ido tanto tiempo. En fin...desde luego este es mi hogar...encantada de reencontrarlos amigos
ResponderEliminarAcordate de la canción de Gabriela Molinari, la esposa de Edelmiro, guitarrista de Almendra (...Y nadie nunca a va a ningún lugar...) y de cuando el Gordo Troilo "bandoneón de Buenos Aires" le repreguntó a su interlocutor: "Que yo me fui del barrio? Adónde? Si siempre estoy llegando..."
ResponderEliminarUna alegría saberte allí, Agostina.
Qué lindo Carlos! También leí que Borges decía que uno es del lugar donde crece y pasa su adolescencia y lo siento muy cerca...una alegría estar con ustedes!
ResponderEliminar¿Y ahora qué digo yo? Casi no me atrevo a decir nada, ¿cómo inmiscuirse en una conversación entre dos porteños?
ResponderEliminarComo decís por allá, muy lindo lo que escribiste, Agostina, un placer volver a leerte. A Carlos ya lo tengo muy leído :-) No, es broma, nunca lo suficiente.
Un abrazo fuerte.
Hola Juan así somos los porteños. Sería una alegría tenerte de visita por aquí!un abrazo!
ResponderEliminarVa a ser un poco complicado, pero, ¿quién sabe?
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