¡Aquí de los antaños que he vivido!
La Fortuna mis tiempos ha mordido,
las horas mi locura las esconde.
¡Que sin poder saber cómo ni adónde
la salud y la edad se hayan huido!
Falta la vida, asiste lo vivido,
y no hay calamidad que no me ronde.
Ayer se fue; mañana no ha llegado,
hoy se está yendo sin parar un punto;
soy un fue, y un será, y un es cansado.
En el hoy y mañana y ayer junto
pañales y mortaja, y he quedado
presentes sucesiones de difunto.
"Ayer se fue; mañana no ha llegado,
ResponderEliminarhoy se está yendo sin parar un punto;
soy un fue, y un será, y un es cansado...
...presentes sucesiones de difunto."
Sólo un iluminado puede construir así tan perfecta-mente.
Seguramente será uno de los sonetos más perfectos de Quevedo. Y mira que los tiene...
ResponderEliminarEl primer terceto no habrá quien lo mejore.
ResponderEliminarAbsolutamente... y luego de paladear cada entrada de Quevedo en el Crepúsculo he buscado "Amor constante más allá de la muerte" (gracias al link) y sencillamente me ha fascinado... Sí, he pasado un domingo de gloria gracias a Francisco de Quevedo. Virtuoso de las letras dice por ahí, y se queda corto.
ResponderEliminarAgradecido, juan.
Creo que "Amor constante más allá de la muerte" no está en este blog. Estará.
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