Vete a la guerra;
cuando hayas triunfado
me casaré contigo.
CANCIÓN CHINOOK
No me importa
si tú me dejas.
Muchos muchachos bellos hay en el pueblo.
Pronto tendré a otro.
No es difícil para mí.
CANCIÓN YAQUI
Muchas flores bellas, rojas, azules, y amarillas.
Decimos a las muchachas: "Vamos a pasear entre las
flores."
El viento viene y mece las flores.
Las muchachas son como ellas cuando danzan.
Unas son flores grandes y abiertas,
otras son florcitas pequeñas.
Los pájaros aman al sol y las estrellas.
El olor de las flores es muy dulce.
Las muchachas son más dulces que las flores.
CANCIÓN DE LOS INDIOS PAPAGO
Me levanté temprano
en la mañana azul;
mi amor se había levantado antes que yo,
vino corriendo hacia mí desde las puertas del alba.
CANCIÓN APACHE
En el sur
donde están los arrecifes de conchas blancas,
donde todas las frutas están maduras,
nos encontraremos los dos.
Allá donde están los arrecifes de corales,
nos encontraremos los dos.
Donde las frutas maduras están fragantes,
nos encontraremos los dos.
CANCIÓN DE LOS INDIOS NAVAJOS
¡La urraca! ¡La urraca! Debajo
en lo blanco de sus alas están los rastros de la mañana.
¡La aurora! ¡La aurora!
CANCIÓN DE LOS INDIOS HAIDA
Hermosa es ella, esta mujer,
como flor de montaña;
pero fría, fría, es ella,
como los ventisqueros
donde crece.
CANCIÓN DE LOS INDIOS PAWNEES
Mira cómo suben, cómo suben
sobre la línea donde el cielo se junta con la tierra:
¡Las Pléyades!
¡Ah! Ascendiendo, vienen para guiarnos,
para irnos cuidando, que seamos uno;
Pléyades,
Enseñadnos a estar, como vosotras, unidos.
CANCIÓN SIOUX DE LOS ANIMALES
Sobre la tierra
canto por ellos,
una nación de caballos,
canto por ellos.
Sobre la tierra
canto por ellos,
los animales,
canto por ellos.
DANZA DEL ESPÍRITU DE LOS INDIOS ARAPAJOS
Mi padre no me reconoció,
mi padre no me reconoció,
cuando me vio de nuevo,
cuando me vio de nuevo,
me dijo: "Tú eres el hijo de un grajo."
Me dijo: "Tú eres el hijo de un grajo."
CANCIÓN DE LOS INDIOS KIOWA
Los haraganes y los cobardes están ahora en sus casas,
pueden ver a los suyos siempre que quieren.
Oh, los haraganes y los cobardes están ahora en sus casas.
Pero el mancebo que yo amo se fue a la guerra, lejos
de aquí.
Cansado, solitario, está pensando en mí.
CANCIÓN DE LOS INDIOS MENOMINEE
Llegará un día en que pensarás en mí y llorarás,
amor mío.
CANCIÓN CHIPPEWA DE LA TORMENTA
Desde la otra mitad
del cielo
lo que allí habita
viene haciendo ruido.
Roja
es su punta.
CANCIÓN CHIPPEWA
Mi música
sube
hasta el cielo.
Todos valiosos anónimos cotidiana (a la larga la poesía no es de nadie y es de todos) registros de la vida cotidiana cantados en diferentes estados pero con profunda y sentimental mirada. Hay versos especialmente bellos e inspiradores, otros llenos de misterio y de humor, buen humor...
ResponderEliminarInvalorable trabajo también el de los que rescataron del olvido y preservan estos tesoros-canciones. Incluidas las fotografías de Curtis.
Gratitud a quienes saben preservar estas maravillas.
ResponderEliminarNos sorprendemos (y no debiéramos) cuando encontramos en otras culturas distantes a la nuestra en el tiempo o en el espacio manifestaciones que podemos asumir con naturalidad. Claro, no puede ser de otra forma. Insistiremos: todos somos uno y el mismo.
Preciosa la entrada. Le has dado un aire de pureza y sencillez que hace justicia a esas culturas tan injustamente tratadas (e ignoradas) durante tanto tiempo.
ResponderEliminarY de las que podemos extraer grandes enseñanzas. De las culturas indígenas de América, el respeto absoluto a la naturaleza, por ejemplo.
ResponderEliminarHasta el punto de formar parte de ella.
ResponderEliminarClaro, esa es la clave, sentirse parte de la naturaleza, eso que fuimos perdiendo y que ahora tratamos de recuperar, pero, ay, muy artificialmente.
ResponderEliminarEs verdad.
ResponderEliminar