...mas fue para vivir: para beber
a sorbos la vida...
JOHN KEATS
Ah noches que fuisteis,en la luminosa juventud, decorado perfecto
del vivir (recuerda: canta
Sarah Vaughan Day Dream
y es como derramarse maravillarse
hasta el fondo de la nada). Y vosotras, frías
tardes de invierno, pasos del viento
helado de la soledad, lunas tempranas. Ah vida, vida!
Como nosotros
en el mar, o en aquel cine, en cuántas
camas, amándonos
felices, mezclando en el derroche
del deseo el sudor y el brillo
de nuestros cuerpos...
Y cuántos otros
momentos en los que existir no podía
ser otra cosa que el fulgor de un instante
viéndonos pasar, el empeño
loco en la meta que habrá
de borrarnos.
Pero eso no importa.
Los violines, las notas de algún piano, las melodías
fijadas para siempre
a nuestra historia
como el horizonte perlado
del mar: allí
nosotros, amigos viejos, hablando, riendo, tomando
en nuestras manos los ángeles
de la felicidad
mientras el vino lame
la orilla de la noche.
Oh, y mira
tu ciudad, contempla
sus formas, su luz, sus jóvenes
mujeres. Piensa que en ella
tiene aún su sitio la vida, un cierto
sentido, a pesar de lo innoble
de este tiempo, a pesar de todos
y de todo.
Es lo único que nos queda: la alegría
de vivir, nosotros mismos y cuanto perdidamente
amamos. Es ahí donde estamos a salvo.
Ahí y en la lealtad que a esa luz
sepamos mantener. Siempre
agitados, siempre vivos
como el resplandor de una luna en la niebla.
Maravilloso poema. Ya la frase de Keats te predispone. Muy bien elegida.
ResponderEliminar"...frías tardes de invierno, pasos del viento
helado de la soledad, lunas tempranas. Ah vida, vida!"
"... Y cuántos otros
momentos en los que existir no podía
ser otra cosa que el fulgor de un instante
viéndonos pasar"
"...allí nosotros, amigos viejos, hablando, riendo,
tomando en nuestras manos los ángeles
de la felicidad
mientras el vino lame
la orilla de la noche.
Me ha encantado en el amplio sentido de la palabra.
No conozco nada de Serrallé, excepto este poema, que es muy bueno.
ResponderEliminarMe quedo, sobre todo, con:
Y cuántos otros
momentos en los que existir no podía
ser otra cosa que el fulgor de un instante
viéndonos pasar, el empeño
loco en la meta que habrá
de borrarnos.
Cómo canta esta mujer, ese comienzo de la canción...
ResponderEliminarY lo bien acompañada...
Estas son... https://www.youtube.com/watch?v=hQ0d6Wanp9s
ResponderEliminar¡Felicidades, Charlie!
¡Muchas gracias por "las mañanitas"!
ResponderEliminarVan cayendo los años. Vale, ¿y a mí qué?, si me siento más joven que ayer, pero menos que mañana... Aquí los espero.
Que sigan cayendo muchos más, sobre todo con salud.
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