A pesar de las dificultades de conservación y atribución de este poema (transmitido en secciones diferentes de un solo manuscrito y alguna vez tenido parcialmente por obra de Peire Vidal), la designación de la dama con el senhal "Reina de honor" (detalle común a otras composiciones de Jordi de Sant Jordi) asegura la autenticidad de esta canción galante, en la que el enamorado reacciona y se reivindica ante la incredulidad e indiferencia de la dama, que lo acusa de fingir y de amar a otra.
Dompna, tot jorn vos vau preyan
que·m retingats per servidor,
e vós disets que dreyt-amor
no us port, si com de fin aman,
mas ab engan,
qu·en autra part ay mon voler,
e que no us cuyt dar entendén
aur per argén;
mas veramén
escus·avetz da mal deuter.
Car vós sabets certes lo ver
e conexets m·entenció,
sí co·l malalt qui per raysó
lo metge conex que soffer
mal vertader;
e vós no vey, per molt que jur
ne me'n blastom, que me'n credats,
ans vos trufats
del temps passats:
de jorn en jorn feu-me tal fur.
Dompna, trop mays que no me'n cur
vos [...] e mils que no say dir;
si no u fay, prey Dieu [que] morir
me vegats pigor que taffur.
Donchs, per què dur
me fayts tants mals, pus vesets bé
mon fin voler qu·en vós s'és mes,
que, mal que·m pes,
axí·m té pres,
que d'altre no·m cur ne·m sové?
A, cors ten belh, car de mercé!
Com no volets considerar
que muyr languén per vós amar,
e no suy cresutz de ma fe?
Ja no say re
que us puxa dir plus de què us ay
ne mon voler, qui ja·l sabetz;
mas vós havets
en car tals fets
que mon afany ges no us desplay.
Mas d'er anan pus no us diray
que·m fessats mal ne bon respost,
pus que tal lo'm fessats tentost;
ans, vulhats ho no, us amaray.
Qu·amor li play
e volch del tot que vostre fos
lo jorn que us vi primeramén:
d'on pas turmén
e tan sovén,
que vau merrits e cossirós.
Tornada
Reyna d'onor, lunhs amorós
no passech may tal penssamén
com cest qui·m fen
lo cor e·l cen
can de mon dan no us sentits vós.
_______________________________
Señora, diariamente os ruego
que me tengáis por servidor,
y vos decís que no os ofrezco
un buen amor, de fino amante,
sino que finjo,
que en otra parte está mi amor,
y que no debo intentar daros
plata por oro;
pero me dais
excusas de mal pagador.
Pues vos sabéis bien la verdad
y conocéis mis intenciones,
igual que el médico que acierta
el gran dolor que el pobre enfermo
siente de veras;
pero aunque juro y me maldigo,
no veo que vos me creáis,
y aun os burláis
de lo pasado:
es vuestra ley de cada día.
Señora, os amo mucho más
de lo que pienso y sé decir;
si no es verdad, que Dios os haga
verme morir como a un tahúr.
¿Por qué me hacéis
padecer tanto si bien veis
el buen amor que en vos he puesto,
que aunque me pese
me tiene en modo
que nunca en otra pienso o siento?
¡Ah, qué bella y qué despiadada!
¿Por qué no queréis aceptar
que duelo y muero por amaros
y no es creída mi fe?
Yo ya no sé
qué más decir que no sepáis
de mi querer, pues bien os consta.
Pero os importa
esto tan poco,
que no os disgusta mi dolor.
Mas desde hoy no os pediré
una respuesta buena o mala,
mientras me deis alguna pronto:
os amaré, queráis o no.
Pues quiso amor
que fuese vuestro desde el día
que por primera vez os vi.
Por eso sufro
continuamente
y ando triste y afligido.
Tornada
Reina de honor, ningún enamorado
padeció un sufrimiento
como éste que me hiende
el corazón y el alma
si sois indiferente a mi dolor.
Comentario y traducción de José María Micó
Esto es catalán, y no el infumable de Artur Mas...
ResponderEliminarEs que es más cercano al occitano (lengua d'oc), de donde vienen tanto el catalán como el valenciano, además del francés.
ResponderEliminarConfirmo, el que más me llega. Aunque faltan cada vez menos, no?
ResponderEliminarFaltan siete. Los iré poniendo poco a poco. Al final estarán todos, los dieciocho.
ResponderEliminarUn amigo mío que cree en las reencarnaciones cuando le pasé a Jordi (luego de conocerlo aquí) especuló que seguramente algún cantautor de los que nos gustan debió ser Jordi en aquel tiempo. Una humorada, claro.
ResponderEliminarQuién sabe, quién sabe...
ResponderEliminarMe encanta "nuestro" Jordi, aunque es un cuentista de cuidado:)
ResponderEliminarLa época, Marian, y el "amor cortés": juegos florales.
ResponderEliminarEcharemos de menos esos "juegos florales" después del dieciocho.
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