Y la muerte
nadie la oía
pero hablaba muy cerca del micrófono
Con careta antigás daba un beso a los niños
Lady Day las gaviotas heridas vuelven a la luz del puerto
Extraña fruta en el aire el crepúsculo se ausenta
Con una espada con un guante con una bola de cristal
la pecera magnética la cueva del pasado el submarino bajo las
mareas que fulgen
Lady Day cuánto amor en una juventud cuántos errores
cuántas tardes hablando qué deseo qué eléctricos
jazmines
cuántos cow-boys muertos como trovadores la sonrisa en los
labios que se tiñen de sangre
los gritos en las calles las manifestaciones disueltas bajo el
arco voltaico del poniente y los lóbregos edificios
irreales
Lady Day el amor como una libélula
cazador de libélulas
Lady Day qué despacio nos viene la experiencia todo cobra un
sentido se ordena como el paisaje en los ojos cuando
recién despiertos corremos las persianas
o intentamos ordenar las palabras de un
poema
Lady Day
Animales heridos en el bosque nuestros ojos qué piden qué
desean
qué desea esta voz en el viento de otoño un lebrel o su presa
disueltos en la fría oscuridad del tiempo
escamoteados como naipes de una baraja los años de nuestra
juventud
Con dos vueltas de llave cerraron la cocina
No nos dan mermelada ni pastel de cereza
ni el amor ni la muerte extraña fruta que deja un sabor ácido.
Qué maravilla irme a dormir ahora con tanta maravilla!
ResponderEliminarCon los versos de Gimferrer tintineando en mi cabeza, las imágenes que me recuerdan las películas de los arrabales tangueros llenos de inmigrantes españoles e italianos, la voz de la Billie, el aura de Satchmo y Arturo de Córdova... Te acordás de "Dios se lo pague" con Zully Moreno?
Bella nostalgia.
Arrabales tangueros, sí.
ResponderEliminarNo he visto esa película de Amadori, pero la acabo de encontrar completa en You Tube. Es del mismo año que la de Lubin.
Sí, el tipo de puesta y ambientación se parecen... Película que tal vez esté un poco vieja. Aunque lo que de ninguna manera está viejo es el sentimiento con el que nos formaron la música y el cine aquel.
ResponderEliminarCómo sentían la música, no lo pueden disimular.
ResponderEliminarAsí se han mantenido en el tiempo. Siguen siendo motivo de inspiración (y de emoción).
ResponderEliminar¿Qué voy a decir? Que sí.
ResponderEliminarY yo también.
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