Cada persona brilla con luz propia entre los demás.
No hay dos fuegos iguales.
Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos colores.
Hay gente de fuego sereno,
que ni siquiera se entera del viento,
y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas.
Algunos fuegos bobos que no alumbran ni queman:
pero otros arden la vida con tantas ganas que no se
puede mirarlos sin parpadear,
y quien se acerca se enciende.
Utopía
La utopía está en el horizonte.
Camino dos pasos,
ella se aleja dos pasos
y el horizonte se corre diez pasos más allá.
¿Entonces para qué sirve la utopía?
Para eso, sirve para caminar.
El sistema
Me viene a la cabeza algo que me contó, hace cinco o seis años, Miguel Littin. Él venía de filmar La tierra prometida en el valle de Ranquil, comarca pobre de Chile.
Los campesinos del lugar hacían de "extras" en las escenas de masas. Unos se representaban a sí mismos. Otros hacían el papel de soldados. Los soldados invadían el valle y a sangre y fuego arrancaban las tierras a los campesinos. La película era la crónica de la matanza.
Al tercer día, empezaron los problemas. Los campesinos que vestían uniforme andaban de a caballo y disparaban balas de fogeo, se habían hecho arbitrarios, mandones y violentos: Ellos acosaban a los otros campesinos después de cada jornada de filmación.
El sistema
Me viene a la cabeza algo que me contó, hace cinco o seis años, Miguel Littin. Él venía de filmar La tierra prometida en el valle de Ranquil, comarca pobre de Chile.
Los campesinos del lugar hacían de "extras" en las escenas de masas. Unos se representaban a sí mismos. Otros hacían el papel de soldados. Los soldados invadían el valle y a sangre y fuego arrancaban las tierras a los campesinos. La película era la crónica de la matanza.
Al tercer día, empezaron los problemas. Los campesinos que vestían uniforme andaban de a caballo y disparaban balas de fogeo, se habían hecho arbitrarios, mandones y violentos: Ellos acosaban a los otros campesinos después de cada jornada de filmación.
El escritor uruguayo Eduardo Galeano murió este lunes en Montevideo a los 74 años. Descanse.
• El código moral del fin del milenio no condena la injusticia, sino el fracaso.
• El automóvil, el televisor, el vídeo, la computadora personal, el teléfono celular y demás contraseñas de la felicidad, máquinas nacidas para "ganar tiempo" o para "pasar el tiempo", se apoderan del tiempo.
• Quien no está preso de la necesidad, está preso del miedo: unos no duermen por la ansiedad de tener las cosas que no tienen, y otros no duermen por el pánico de perder las cosas que tienen.
Diez obras de Eduardo Galeano
Además de buen escritor, en la forma y en el fondo, era un gran analista. Había visto demasiadas cosas ya, y las supo contar.
ResponderEliminarSí, aunque en ocasiones (y esto es opinión mía) pelín panfletario, lo que no le resta mérito.
ResponderEliminarNadie es perfecto...
ResponderEliminarSin duda. Digo, no. Bueno, no sé, lo dejo que me estoy metiendo en un jardín.
ResponderEliminarSí, tenía ciertas veleidades y sobreactuaciones ideológicas sobretodo que lo devaluaban y le quitaban cierto brillo, pero bueno, el hombre tenía su punto vulnerable en ese sentido, algo adolescente y sesgada en su mirada política, pero fuera de eso un gran narrador, y necesario cuando hubo que hacer un contrapeso con miradas insolidarias de mercado si se me permite el término.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, no se puede explicar mejor.
ResponderEliminarMejor no digo nada, Carlos lo dijo todo.
ResponderEliminarComo le comentaba recién al Gato, era además un sabio del fútbol Eduardo Galeano ("El fútbol es la única religión que no tiene ateos") y amante del jazz.
ResponderEliminarhttp://www.taringa.net/posts/arte/17159351/Fundacion-del-Jazz-Por-Eduardo-Galeano.html
Y por si no las tienen, los atosigo con estas joyas de Galeano, Cortázar y Gimferrer...
ResponderEliminarhttp://formato7.com/2014/04/29/dia-internacional-del-jazz/
ResponderEliminarUn sabio del fútbol, sí, como buen uruguayo. Es que sus artículos y libros sobre el fútbol son referencia para los buenos periodistas deportivos desde hace décadas. He ojeado alguno. Geniales.
ResponderEliminarDel último enlace conozco el texto de Cortázar (está puesto en este blog) y el de Gimferrer, que también estuvo puesto y lo he recuperado para la serie de literatura y jazz y saldrá... no recuerdo, pero dentro de unas semanas, creo. El de Galeano no lo conocía, habr´ça que hacer algo. Muchas gracias por la información.
Magnífico el poema de Hahn.
ResponderEliminarSí, señor: “La música callada la soledad sonora...” Inspirador.
ResponderEliminarYa preparé un post para más adelante. Gracias por el enlace.
ResponderEliminarLos poetas siempre sorprendéis. ¿Cómo puede uno inspirarse en los versos de Juan de la Cruz para hacer un poema sobre jazz?
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