sábado, 21 de marzo de 2015

Fragmento de La novela de Genji - Murasaki Shikibu - Japón


I. ESPLENDOR
Rehabilitación y apogeo
21
Otome

    [...] Genji pensaba en los tiempos del reinado de su padre. Cuando la danza hubo concluido, ofreció una copa a Suzaku e improvisó estos versos:

          -Estamos en primavera
          y el dulce trino de los ruiseñores
          suena como antaño.
          Somos nosotros quienes hemos cambiado.

    El ex emperador respondió:
         
          -Aunque las brumas me oculten ahora
          la corte nueve veces engalanada,
          el trino de los ruiseñores me anuncia
          que la primavera ha llegado.

    El príncipe Hotaru llenó a su vez la copa del emperador y recitó:

          -El son de la flauta
          es el que siempre ha sido,
          y se diría que el ruiseñor
          ha renovado sus melodías.

    Con enorme tacto, quería dar a entender a todos los presentes que no todo en el mundo había ido a peor. Entonces su majestad el emperador reinante ofreció también su poema a los presentes, y lo hizo con enorme dignidad:

          -Si el canto de los ruiseñores
          suena más melancólico que antaño,
          ¿será porque han descubierto
          que la belleza de las flores ha perdido esplendidez?1

    Esos poemas fueron recitados para los oídos de unos pocos y, aunque se oyeron otros, nadie tomó nota de ellos, por lo que nada me queda por añadir. [...]

Versión y comentario de Xavier Roca-Ferrer
1 Para entender el sentido último de estos poemas conviene recordar que el budismo japonés no se contentaba con ver en la condición humana algo triste e impermanente. La perspectiva empeoraba desde el momento en que, en tiempos de Murasaki, se creía que el mundo entero vivía ya o estaba a punto de vivir una fase de decadencia (o mappo), durante la cual el pueblo dejaría de obedecer y de respetar las enseñanzas de Buda (algo así como un apocalipsis búdico). En esta fase postrera, todo (desde el canto de las aves al color de las flores) iría forzosamente a peor.

3 comentarios:

  1. Siento que hayan desaparecido vuestros comentarios, Carlos, Marian, pero es que últimamente me encanta meter la pata. Ustedes disimulen.

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  2. Reclamaremos el correspondiente desagravio:)

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