Encontrei uma preta
que estava a chorar,
pedi-lhe uma lágrima
para a analisar.
Recolhi a lágrima
com todo o cuidado
num tubo de ensaio
bem esterilizado.
Olhei-a de um lado,
do outro e de frente:
tinha um ar de gota
muito transparente.
Mandei vir os ácidos,
as bases e os sais,
as drogas usadas
em casos que tais.
Ensaiei a frio,
experimentei ao lume,
de todas as vezes
deu-me o que é costume:
Nem sinais de negro,
nem vestígios de ódio.
Água (quase tudo)
e cloreto de sódio.
Lágrima de negra
Encontré una negrita
que estaba llorando
y le pedí una lágrima
para analizarla.
Recogí la lágrima
con mucho cuidado
en un tubo de ensayo
esterilizado.
Miré de un lado,
de otro y de frente
y me pareció una gota
muy transparente.
Encargué los ácidos,
las bases y sales,
agentes usados
en asuntos tales.
Ensayé en frío,
también en caliente,
y todas las veces
hallé lo de siempre:
No hay rastro de negro,
ni signos de odio.
Agua (casi todo)
y cloruro de sodio.
Lo pequeño es grandioso.
ResponderEliminarMenos es más.
ResponderEliminarOjalá sea contagioso. En rima.
ResponderEliminar¡Qué bueno!
ResponderEliminarLa química para demostrar lo que debería haber sido obvio.
ResponderEliminarDe gran ternura el poema, además.
La ciencia, a veces, se ve obligada a demostrar lo obvio, pero con alguna gente, ni aún así.
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