...El 2 de octubre de 1968 no estaba de servicio en nuestra crujía el sargento Mares, un viejo buena gente que no nos encerraba a las diez de la noche, como había ordenado el director del penal; consecuentemente nos “apandaron” cuando se dio el toque de silencio. Estábamos ya dormidos los cuatro presos que ocupábamos la celda número 3 cuando escuché: “De la Vega, señor De la Vega…”, era la voz que trataba de pasar inadvertida para los demás, palabras dichas casi en secreto. Al sentarme en la litera oí que abrían la puerta y vi entrar al celador.
- Oiga, señor De la Vega, ¿está despierto?
- Sí, dígame.
- Le vengo a avisar que están matando a muchos estudiantes en Tlatelolco.
- ¿Qué?
- Que se armó la bronca en Tlatelolco y mataron a muchos estudiantes.
- ¿Quién se lo dijo?
- Me enteré ahorita que venía a la suplencia; nomás no le vaya a decir a nadie que yo le vine a avisar, porque me corren.
- Muchas gracias, descuide.
Me quedé pensando que no valía la pena despertar a mis compañeros de celda para informarles de algo que a mí me parecía uno de tantos rumores que llegaban hasta nosotros; además, no podían matar a los muchachos en un mitin al cual todos iban pacíficamente, eso no podía ocurrir. Volví a dormirme.
A las siete de la mañana del 3 de octubre salí a formarme como todos los días; no bien salí de la celda cuando caí en un mar de confusión, eran todos los camaradas de la crujía que se comunicaban unos a otros lo que ya todos conocemos. Cuando me lo dijeron me sentí culpable por no haber creído a mi espontáneo informante, por no haber gritado en ese momento ¡SALGAN, DESPIERTEN!
Y bien, así me enteré de lo que ocurrió en la Plaza de las Tres Culturas aquel 2 de octubre de 1968 a las seis de la tarde. Siento que después de esa fecha no soy el mismo que antes; no podría serlo...
De La noche de Tlatelolco
La escritora mexicana Elena Poniatowska ganó el martes el Premio Cervantes 2013, máximo galardón de las letras en español. Poniatowska, una mujer menuda, rubia, de nariz pequeña, sonrisa fácil, hija de un príncipe polaco pero "más mexicana que el mole", es la cuarta mujer que obtiene el premio, tras María Zambrano (1988), Dulce María Loynaz (1992) y Ana maría Matute (2010).
Su libro más famoso, La noche de Tlatelolco, es un testimonio de la represión contra los estudiantes el 2 de octubre de 1968, una fecha grabada a fuego en la historia mexicana. “Debería conmemorarse oficialmente una fecha de luto nacional”, dice Elena.
Curiosa señora. Y todo esto es México, anda que no tiene mérito.
ResponderEliminarTiene una biografía novelada sobre la pintora surrealista anglo-mexicana Leonora Carrington, de la que quizá ponga algún fragmento más adelante.
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