despertando al albor de la mañana,
a la tarde serán lástima vana
durmiendo en brazos de la noche fría.
Este matiz que al cielo desafía,
Iris listado de oro, nieve y grana,
será escarmiento de la vida humana:
¡tanto se emprende en término de un día!
A florecer las rosas madrugaron,
y para envejecerse florecieron;
cuna y sepulcro en un botón hallaron.
Tales los hombres... su fortuna vieron:
en un día nacieron y expiraron;
que pasados los siglos, horas fueron.
Da que pensar,.....el muy cabrón.
ResponderEliminarEl muy Calderón.
ResponderEliminarEsta es la poesía perfecta para cuando llevas unos días en un hospital acompañando a un enfermo.
ResponderEliminarPues ya lo siento.
ResponderEliminarpues yo te lo agradezco
ResponderEliminar...durmiendo en brazos de la noche fría.
ResponderEliminarMe voy a dormir recitándolo, a ver si aprendo algo de este maestro.
Ideal para la gente de nuestra edad, te voy a dar una patada en los güevos...
ResponderEliminarUsted perdone, pero conviene irse familiarizando.
ResponderEliminarAlgun dia cuando deje el tabacazo, me atreveré a declamar en un video esta maravilla.Aun recuerdo cuando en el Colegio de San Gregorio, tuve que aprender de memoria y recitar este poema.Jamas se me olvidara.
ResponderEliminarEs un buen ejercicio.
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