Del que olvida la mujer te diré la hazaña:
si creyeres que es burla, dime otra tamaña.
Era don Pitas Payas un pintor de Bretaña;
casó con mujer moza, pagábase1 de compaña.
Antes del mes cumplido dijo él: "Nostra dona,
yo volo ir a Flandes, portaré muita dona2."
Ella dijo: "Monseñor, anda en hora buona;
no olvidéis vuestra casa ni mi persona."
Díjole don Pitas Payas: "Doña de hermosura,
yo quiero hacer en vos una buena figura,
porque seáis guardada de toda otra locura."
Dijo ella: "Monseñor, haced vuestra mesura."
Pintóle sobre el ombligo un pequeño cordero.
Fuese don Pitas Payas a ser nuevo mercadero.
Tardó allá dos años, mucho fue tardinero;
hacíasele a la dona un mes año entero.
Como era la moza nuevamente casada,
había hecho con su marido poca morada;
tomó un amante e pobló la posada,
deshízose del cordero, de él no queda nada.
Cuando ella oyó que venía el pintor,
muy deprisa envió por el entendedor3;
díjole que le pintase, como pudiese mejor,
en aquel lugar mismo un cordero menor.
Pintóle con gran priesa un igualado carnero
cumplido de cabeza, con todo su apero;
luego en ese día vino el mensajero:
que ya don Pitas Payas de esta venía certero.
Cuando fue el pintor ya de Flandes venido,
fue por su mujer con desdén recibido;
desque en el palacio ya con ella estido,
la señal que le hiciera no la echó en olvido.
Dijo don Pitas Payas: "Madona, si a vos plaz
mostradme la figura e hayamos buen solaz."
Dijo la mujer: "Monseñor, vos mismo la catad:
haced con atrevimiento todo lo que vollaz."
Cató don Pitas Payas el susodicho lugar,
e vio gran carnero con armas de prestar.
"¿Cómo, madona, es esto, cómo puede estar,
que yo pinté cordero, e hallo este manjar?"
Como en este hecho es siempre la mujer
sutil e ingeniosa, dijo: "¿Cómo, monseñer,
pedís que en dos años un cordero no llegue a ser carner?
Veniéseis temprano: hallárais corder."
[...]
Del Libro de Buen Amor
1 Pagábase: presumía. 2 Dona: significa tanto señora (dueña), como dones, regalos.
3 Entendedor: amante. (N. de J. N.)
Qué pícaros todos y qué ingenioso el autor. Empleó bien el Arcipreste de Hita su tiempo en prisión.
ResponderEliminar¡Ése era un rijoso!
ResponderEliminarEso le pasa por "tardinero".
ResponderEliminarY desde entonces empero al cabrón dicen carnero, je je je.
ResponderEliminarFectivamente.
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ResponderEliminarUna poronga
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