Se van rompiendo cosas
en la casa
como empujadas por un invisible
quebrador voluntario:
no son las manos mías,
ni las tuyas,
no fueron las muchachas
de uña dura
y pasos de planeta:
no fue nada ni nadie,
no fue el viento,
no fue el anaranjado mediodía,
ni la noche terrestre,
no fue ni la nariz ni el codo,
la creciente cadera,
el tobillo,
ni el aire:
se quebró el plato, se cayó la lámpara,
se derrumbaron todos los floreros
uno por uno, aquél
en pleno octubre
colmado de escarlata,
fatigado por todas las violetas,
y otro vacío
rodó, rodó, rodó
por el invierno
hasta ser sólo harina
de florero,
recuerdo roto, polvo luminoso.
Y aquel reloj
cuyo sonido
era
la voz de nuestras vidas,
el secreto
hilo
de las semanas,
que una a una
ataba tantas horas
a la miel, al silencio,
a tantos nacimientos y trabajos,
aquel reloj también
cayó y vibraron
entre los vidrios rotos
sus delicadas vísceras azules,
su largo corazón
desenrollado.
La vida va moliendo
vidrios, gastando ropas,
haciendo añicos,
triturando
formas,
y lo que dura con el tiempo es como
isla o nave en el mar,
perecedero,
rodeado por los frágiles peligros,
por implacables aguas y amenazas.
Pongamos todo de una vez, relojes,
platos, copas talladas por el frío,
en un saco y llevemos
al mar nuestros tesoros:
que se derrumben nuestras posesiones
en un solo alarmante quebradero,
que suene como un río
lo que se quiebra
y que el mar reconstruya
con su largo trabajo de mareas
tantas cosas inútiles
que nadie rompe
pero se rompieron.
De Navegaciones y regresos
Pongamos todo en un saco... no hace falta hombre.
ResponderEliminarBastará con que lo dejemos cerca de una mano limpiadora, no crees?
No sé, oye, Neruda sabrá.
ResponderEliminarSí, como que está el mar para que le echen más armatostes, pobre mar.
ResponderEliminarHay que reciclar y no tirar tanto.
Estos poetas...
Además, nosotros desaparecemos antes que la mayoría de las cosas y no por eso tienen que desaparecer con nosotros o antes de nosotros, no las vayamos a romper por ese motivo.
ResponderEliminarFdo.: Luz interior.
Si es que no hay quien pueda con ellos. Con los poetas digo, Luz interior.
ResponderEliminarMira José, desde que te dio por hacer experimentos paranormales en las paredes, hay vibraciones extrañas en el ambiente (te lo digo yo que soy muy sensible para esas cosas). Haz el favor, coge la espátula y el Aguaplast y tapa el jarrón, please.
ResponderEliminarO igual ha sido por Neruda y sus cosas rotas.
ResponderEliminarNo, si ahora tendré yo la culpa de todo, hasta de que las cosas se rompan,...
ResponderEliminarNo te digo...
No, eso no, eres culpable de arreglar (o por lo menos de intentarlo) lo que rompen los demás.
ResponderEliminarEso lo harán los manazas......
ResponderEliminarÁlguna todavía tiene que terminar de arreglar el blog. Hoy hace un año del blog (todo un acontecimiento social), quedáis invitados a unos vinos virtuales.
ResponderEliminar¿Vinos virtuales? Jó...
ResponderEliminar¿Cómo te gustarían pues?
ResponderEliminarPues, callado está dicho: que se puedan ver, oler y saborear. Como la vida misma, oye.
ResponderEliminarDe todas formas, felicidades por tu primer añito.
Pues cuando queráis, que aquí por vino no será.
ResponderEliminarY gracias, Charlie.
Me ha recordado a algo...
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=Od0y3AmenFU
http://www.youtube.com/watch?v=o8smF99ti7Y&feature=related
:)