Me levantaré y me pondré en marcha, y a Innisfree iré,
y una choza haré allí, de arcilla y espinos:
nueve surcos de habas tendré allí, un panal para la miel,
y viviré solo en el arrullo de los zumbidos.
Y tendré algo de paz allí, porque la paz viene goteando con calma,
goteando desde los velos de la mañana hasta allí donde canta el grillo;
allí la medianoche es una luz tenue, y el mediodía un brillo escarlata
y el atardecer pleno de alas de pardillo.
Me levantaré y me pondré en marcha, noche y día
oigo el agua del lago chapotear levemente contra la orilla;
mientras permanezco quieto en la carretera o en el asfalto gris
la oigo en lo más profundo del corazón.
Versión de Luis Zalamea
Este poema sirvió de inspiración a John Ford para su película The quiet man (El hombre tranquilo). El pueblo del oeste irlandés donde se desarrolla la historia se llama así: Innisfree.
"(...) noche y día
ResponderEliminaroigo el agua del lago chapotear levemente contra la orilla;
mientras permanezco quieto en la carretera o en el asfalto gris
la oigo en lo más profundo del corazón".
¡Cómo me gusta esta entrada, Juan!
No sé que tienen los irlandeses, su música, su idiosincrasia... que me llegan siempre, aunque no los llegue a entender del todo.
ResponderEliminarEs algo mágico.
Muy bueno el tal Sobol. No lo conocía.