domingo, 30 de agosto de 2009

El perro Okinamaro - Silvina Ocampo - Argentina

Utagawa Hiroshige
A Sei Shonagon
(que vivió en el siglo XI A.C)

Él, que paseaba un día coronado
de flores de durazno y de cerezo,
el triste Okinamaro como un preso
a la isla de los perros fue expulsado.
Cuando volvió al palacio oscuro, herido,
lo llamaste, pero él no te miró,
y nadie, nadie lo reconoció,
mas era él mismo, él mismo destituido.
Y lo reconociste en el momento
en que lloró a tus pies y que lo viste
desfigurado, sucio, hinchado y triste,
y lloraste con él su sentimiento.

2 comentarios:

  1. Precioso poema y preciosa ilustración.

    ResponderEliminar
  2. Sí, estoy de acuerdo.

    Preciosa y desgarradora imagen la que crea el poema.

    Bellísimo poema y triste historia.

    ResponderEliminar