Sangrienta fue toda tierra del hombre.
Tiempo, edificaciones, ruta, lluvia,
borran las constelaciones del crimen,
lo cierto es que un planeta tan pequeño
fue mil veces cubierto por la sangre,
guerra o venganza, asechanza o batalla,
cayeron hombres, fueron devorados,
luego el olvido fue limpiando
cada metro cuadrado: alguna vez
un vago monumento mentiroso,
a veces una cláusula de bronce,
luego conversaciones, nacimientos,
municipalidades, y el olvido.
Qué artes tenemos para el exterminio
y qué ciencia para extirpar recuerdos!
Está florido lo que fue sangriento.
Prepararse, muchachos,
para otra vez matar, morir de nuevo,
y cubrir con flores la sangre.
¿Frente a ira, templanza?
ResponderEliminarLúcido y bello poema, pero falto de futuro y de apertura.
Qué forma mas magnífica de poner nombre a las masacres y de condenar el exterminio humano.
ResponderEliminarPor algo son los grandes de la poesía.
Un abrazo.