jueves, 15 de mayo de 2008

Tiempo de muerte - Cristino de Vera - España


¿Qué hay detrás de la muerte?
No somos de hoy ni de ayer... tenemos una inmensa edad
llevamos toda la belleza infinita de los astros en la mente humana
llevamos la miseria infinita en la mente humana.
El hombre moderno ha desposeído a las cosas de su misterio, de su luminosidad... ya nada es sagrado.
A veces quedan ecos sagrados
una melodía
una pintura
la arqueología
la geometría
Y algo de nuevo vuelve a nosotros,
como el invisible aire
como el soplo de la vida
como el aire de la muerte.
Pero parece que los viejos Dioses se han marchado de la tierra.
La tierra ya tiene menos Dioses, lo sagrado se suple por lo falso, la codicia, el éxito, el poder, el dinero, la mentira... mas nada de esto tan falso sirve para el alma humana y un profundo vacío se apodera de las cosas... y el laberinto de la existencia se escapa camino de la muerte y la crueldad.
¿Qué hay detrás de la muerte?
"Vaciamiento del yo" como querían algunos meditadores desde Eckart, Juan Taulero hasta San Juan de la Cruz.
Mantener el sentido iluminativo y en total humildad ir a la "Absoluta Luz"
Será el tiempo un miembro de Dios
Desde el origen de los tiempos
el hombre y la magia
el hombre y sus sombras
el hombre y los infinitos espacios
el hombre y la complejidad de sus temores.
De lo irreal llévame a lo real
De la oscuridad llévame a la luz
De la muerte llévame a la inmortalidad
(del Upanishad)
Bálsamo curativo para el sufrir
El aire noble hecho canto
El silbo del poniente de una extraña atardecida
en que entendimos sin entender
la fugacidad del tiempo, El Ángelus de Millet.
Alguien vio... quizás
lo que hombre alguno en el transcurrir de los tiempos...
vieron el semblante iluminado
de la tierra, la longitud infinita del universo...
la vibración del rincón de las estrellas.
Desde la oscuridad del silencio y abriendo los espacios...
un ángel de oscuro fuego,
en corona de justicia adornado reveló la soledad absoluta,
engarzó astros y luminosas estrellas
iluminando los abismos de la nada...
Creo que desde el comienzo del ser del enigmático origen,
nadie sabe el espacio que va a ocupar la muerte
Su quietud
Su silencio
Su paz
Su esfuerzo por sacarnos del Tiempo
Es un sueño el tiempo
Es un sueño la vida
Es un sueño el tránsito del existir
Espejismos, realidad, vida, muerte, dolor, placer, aburrimiento, miedo, soledad...
Hay curación para el Temor a la muerte
Algo como rayo iluminado que nos sanara de ese oscuro vacío vacuidad (Sunyata)
La niebla que da ungüento curativo y nos trae en leve gris...
casi invisible... levitado
El puente de Charing Cross de Monet.
Tal vez morir no sea más que esto
volver suavemente cuerpo
el perfil de tu rostro en los espejos
hacia el lado más puro de la sombra
(José Ángel Valente)
Las escrituras que signan los astros y estrellas... en la negra noche... y nos trae con su profundo silencio, sentido y clave... y nos desvela algo del misterio de la muerte.
En cualquier rincón, en cualquier pequeño espacio... hay un insecto que nos mira, la sombra de un gran árbol que nos protege y cualquier amanecer filtra rayos de oro... que llevan energía misericordiosa que arropan
a mendigos
enfermos
doloridos... lisiados...
en la dorada luz bíblica de Rembrandt.
Ya vamos llegando al gran silencio que es mariposa malva del sueño de la paz total...
espacio oculto
espacio sagrado, curativo
Invisible
Llegamos sin sentido a una radiante lejanía... conducidos escapan los sentidos a la oscura flor del miedo que nos navega y purifica para llevarnos al final...
Y llega el aroma oloroso de la muerte... como la más pura flor corrompida... en pétalos
de quietud negra... sus ramas engarzan olvido...
aroma de cirios
armonía de silencios
olores purificativos no identificados.
Final del tiempo
por encima de límites
por encima de siglos
Y en espacio y aire enrarecido
No entendible
Todo se desprende
y el aire de la muerte... es rosa del olvido.
Lean lo que sobre el pintor Cristino de Vera dejó escrito su amigo Francisco Umbral

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