sábado, 3 de junio de 2017

El profesor - Pere Rovira - España


EL PROFESOR

Encara veu espurnes de bellesa
en la mirada verda d'una noia
o en el gest impulsiu
del noi que busca en els poemes
la resposta del cos.
                     Sap que es perdran,
que es dissoldrà el desig de la paratula,
el somni generós d'un altre amor;
en l'aigua bruta de l'ofici sòrdid.
Oblidaran la poesia,
que ara els regala temps, cors, alegria,
noblesa i sofriment.
                     D'aquí a pocs anys,
serà treball la seva joventut,
record el sentiment,
ruïna conjugal la nit que els crema.

Ell seguirà ensenyant, i perseguint
espurnes condemnades


EL PROFESOR

Aún encuentra brasas de belleza
en la mirada verde de una chica
o en el gesto impulsivo
del muchacho que busca en los poemas
la respuesta del cuerpo.
                    Se perderán, lo sabe,
y ha de hundirse el deseo de palabras,
el sueño generoso de otro amor,
en los pantanos del oficio sórdido.
Olvidarán la poesía,
que les regala el tiempo, corazones,
alegría, nobleza y sufrimiento.
                    En unos años,
será trabajo ya su juventud,
recuerdo el sentimiento,
ruina conyugal la noche que los quema,

El seguirá enseñando, y persiguiendo
las brasas condenadas.

3 comentarios:

  1. Tres "brasas de belleza" que hay más, por supuesto, pero me encienden estas:

    "el muchacho que busca en los poemas
    la respuesta del cuerpo."
    Toda la irrefrenable excitación y pasión de vivirlo todo denunciada en este verso.

    "ha de hundirse el deseo de palabras"
    Le ponemos tantas palabras a todo que hacemos pesado su sentido y significado. Me pasa escribir así.

    "será trabajo ya su juventud,
    recuerdo el sentimiento..."
    Etapa de la vida en la que uno ya ni siente… me viene pasando seguido últimamente, me viene pasando como “algo novedoso” del paso del tiempo o de ponerse viejo, no?

    Sabe de vivir Pere Rovira. Maravilloso.

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  2. Yo el poema lo veo como las elucubraciones de un profesor que sigue amando su trabajo, le sigue ilusionado la enseñanza, a pesar de ser consciente de que las espectativas (un tanto etéreas, un tanto indefinidas) de los chavales se irán diluyendo con el tiempo que todo lo destruye ("se perderán, lo sabe") y que "En unos años,
    será trabajo ya su juventud,
    recuerdo el sentimiento,
    ruina conyugal la noche que los quema"...

    Pero el profesor seguirá enseñando, "y persiguiendo las brasas condenadas".

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