viernes, 6 de enero de 2017

Microrrelatos/ 18 - Prólogo de la comedia - Wislawa Szymborska - Polonia


Se hizo un violín de cristal porque quería ver la música. Arrastró su barca hasta la cima de una montaña y esperó a que el mar llegara hasta allí. Por las noches estudiaba el "Horario de trenes"; las estaciones de destino le sacaban lágrimas de emoción. Criaba rosas con dos erres. Escribió un poema para el crecimiento del cabello y otro para lo mismo. Estropeó el reloj del ayuntamiento para detener de una vez por todas la caída de las hojas de los árboles. En una maceta donde vio crecer la hierbabuena quiso hacer excavaciones para encontrar una ciudad. Anduvo con la Tierra a sus pies, sonriente, despacito, como dos y dos son dos: feliz. Cuando le dijeron que no existía, al no poder morir de pena, tuvo que nacer. Ya anda viviendo por ahí; parpadea y crece. ¡Justo a tiempo! ¡En un buen momento! A Nuestra Señora del Amor Hermoso, la Dulce Máquina de la Prudencia, pronto le irá bien un bufón para la honesta diversión y la inocente alegría.
Traducción de Abel A. Murcía
De Sal, 1962

2 comentarios:

  1. Lo que te propongas tiene sentido, o no lo tiene, pero tarde o temprano lo encuentra. Incluso hay cosas que tienen derecho a no tener sentido. Lo más importante es que hagas, no tanto lo que sea que hagas, como el camino es más importante que el destino.

    Wislawa tiene poesía a como dé lugar y si no se la inventa. Encima le sale, como si nada.

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  2. Como dos y dos son dos. Y además con un humor fino, fino: criaba rosas con dos erres. Y hallazgos como los de la primera frase.

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