jueves, 29 de septiembre de 2016

No de madera y pintura - Martín Espada - Estados Unidos


En la casa de Neruda la vi:
tallada hace un siglo
para vigilar las olas
desde la proa de un barco
con sus grandes ojos café
y el pelo en remolino
sobrevolando ahora en silencio
la mesa del poeta.

Esa noche en el bar
dio justo con mi codo:
idénticos ojos, idéntico pelo,
no de madera y pintura sino carne.

A él le gusta que me quede callada,
se sonrió. No me gusta callarme.
Quiero subir los escalones
de Macchu Picchu.
Quiero conversar sobre poesía toda la noche.
Quiero más vino.

6 comentarios:

  1. Te cuentan los guías cuando vas a su casa de Isla Negra que Neruda pasaba horas en las noches junto a sus mascarones María Celeste, La Guillermina y las demás que le contaban historias, danzaban y le gastaban bromas mientras el poeta las convidaba con cigarros o algún rico vinito hasta que amanecía... Lo que hace Martín Espada con su poema es confirmar que Neruda no alucinaba ni mentía.

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  2. Por favor agregar "bello" entre "su" y "poema".

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  3. ¿Has estado en Isla Negra?
    De modo que lo que cuenta Espada es verdad. Qué cosas...
    Ahora el poema tiene todo el sentido.

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  4. Inolvidable. Toda su residencia (por la que paseás guiado por su voz y la de los guías que todo te lo cuentan), sus salas de coleccionista (con sus colecciones de botellas, caracoles, brújulas, mascarones de proa), sus habitaciones y bibliotecas y salones de reuniones para tertulias (con políticos y poetas) y salones para fiestas (solía celebrarle el cumpleaños a sus amigos, a gente de sus recuerdos, a sus cuadros o autores, a sus objetos de arte e incluso a un caballo de calesita que se había hecho traer ya no recuerdo de qué lugar de Europa) y el cuarto donde había hecho enclavar un tablón de madera sobre el cual escribía, madera de barco que a su playa había traído el mar... En fin, una experiencia fascinante, que me gusta repetir (aunque nunca lo he logrado porque siempre me ha parecido nueva) cada vez que voy a Chile, a unas horitas de Santiago, pasando Cartagena llegás a isla Negra, casi que otra dimensión o planeta.

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  5. Fascinante lo que cuentas. Ya me gustaría visitarlo.

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