miércoles, 13 de julio de 2016

Mujer en la esquina - Santiago Sylvester - Argentina


De lo que se trata es del intercambio: ella tiene hambre, yo
      no tengo conocimiento; y si cada uno espera que caiga su
      ración del cielo, ya podemos despedirnos sin aliviar la carga.
Siempre ha habido estos pactos: ella con un naipe distinto
      en cada caso, yo eligiendo la carta para ver si acierto;
ella, yegua de Parménides llevándome camino arriba, yo
      olfateando el rastro con precipitación;
y así, necesitados ambos de lo que el otro tiene y no guarda
      para sí, buscamos lo excitable de la especie para alcanzar el
      peso, la saliva del otro, la célebre unión de las mitades.

Ella siempre con historias exitosas (todas tristes), y yo
         atestiguando lo que he dicho:
                   que si espera en la calle
                   se debe al intercambio,
                   si entra en el bar y llama por teléfono,
                   si disloca hasta morir la mandíbula del alma
                   y se ríe cuando corresponde llorar
                   se debe al intercambio: esas partes separadas en
                            busca de lo mismo.

Y es todo lo que sé.
Pero ella sabe más:
      sin salir de la esquina
      conoce el mar por el tripulante a deshora,
      el mercado por el olor de unas manos,
      la vaca por el carnicero;
y si no quiere ni oír
hablar del corazón, acostumbrada
      como está a la charla,
      es porque sabe que ahí cruje la madera.
      El corazón es puro esteticismo.
De Escenarios, 1993

7 comentarios:

  1. Pues sí que se trata del intercambio no hay dudas. Cuántas cosas hermosas puede evocar esa palabra. Me encantan estos versos:

    "Ella siempre con historias exitosas (todas tristes), y yo
    atestiguando lo que he dicho:
    que si espera en la calle
    se debe al intercambio,
    si entra en el bar y llama por teléfono,
    si disloca hasta morir la mandíbula del alma
    y se ríe cuando corresponde llorar
    se debe al intercambio: esas partes separadas en
    busca de lo mismo."

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  2. Completamente de acuerdo. Para mí también es la mejor estrofa.
    El poema tiene incluso algo de humor: "ella tiene hambre, yo no tengo conocimiento."

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  3. Mitades cada uno de la misma soledad. Me encantó. Y, por supuesto, no conocía a este argento del que buscaré más.

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  4. Este argento tiene extraordinarios poemas, que no habrá más remedio que seguir poniendo.

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  5. Tampoco conocía yo a este argento y Brassaï un gran fotógrafo de una de las mejores épocas de París y sus artistas, La Bohème...

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