Muchacho que nos sirves el añejo Falerno, lléname las copas de un vino más fuerte, como lo ordena la ley de Postumia, nuestra reina,1 más ebria que un grano de uva ebrio. Y vosotras, aguas, marchaos a donde os plazca, peste del vino; emigrad entre la gente austera: aquí sólo hay puro vino tioniano.2
Traducción y notas de Miguel Dolç
1 Los comensales la habían elegido para presidir el festín como reina: ella ordenaba la calidad de los vinos, el número de copas que se debían servir y el reparto de los manjares.
2 En los banquetes el vino era mezclado con agua, en partes iguales al principio; después iba en aumento la proporción del vino. Con vino tioniano se refiere al propio de Tioneo o Baco, es decir, vino sin mezcla.
Estos romanos... a saber de dónde era el vino con el que hacían sus bacanales.
ResponderEliminarMenos mal que no se había inventado la coca cola, porque si no...
ResponderEliminarEl Falerno fue durante mucho tiempo el vino más famoso y más apreciado de Roma. Era un vino blanco potente (cerca de 30º), producido por uvas vendimiadas fuera de tiempo y dejado envejecer entre 15 y 20 años. Debía ser la bomba. Plinio el Viejo decía:
ResponderEliminar"Es el único vino que prende cuando se le aplica una llama".
Se me hace agua la boca... Qué bien la habrán pasado entre poesía y vino estos tipos.
ResponderEliminarParece que el "Falerno" le sabía a poco...
ResponderEliminarLo que pasa es que bautizar el buen vino con agua es el mayor de los despropósitos, o uno de los mayores. No, el mayor.
ResponderEliminarPor supuesto, al pan, pan, y al vino, vino... Mejor me callo.
ResponderEliminar¡Salve tioniano!
ResponderEliminarO como también decía Plinio el Viejo:
ResponderEliminar"In vino veritas".
Claro que también añadía:
ResponderEliminar"In aqua sanitas".