sábado, 4 de abril de 2015

Poema de Gilgamesh/ 6 - El Diluvio (y 2) - Anónimo - Mesopotamia


TABLILLA XI

COLUMNA III

Texto asirio

Cuando por la mañana apareció algo de luz,
una nube negra se alzó en el horizonte;
en su interior Adad no cesaba de rugir,
mientras Shullat y Hanish iban delante
corriendo, como portatronos, por montes y valles.
Erragal arranca los postes de los diques celestes1
y Ninurta avanza, derribando las esclusas.
Los Anunnaku blanden antorchas
que con su fulgor abrasan la tierra.2
El terrible silencio de Adad invade el cielo
y cambia en tinieblas todo lo que había sido luz.
Las columnas de la Tierra se rompen como una jarra.
Durante todo un día, la tempestad sopló;
fogosamente sopla y provoca la inundación
que, como una batalla, pasa sobre los hombres:
¡no se veían uno al otro,
ni podían reconocerse a las gentes desde el cielo!
Los dioses llegaron, entonces, a espantarse de tal Diluvio
y retrocediendo, subieron al cielo de Anu.3
Fuera, los dioses, acurrucados como perros, se agazaparon.
Isthar se puso a gritar como una mujer en trance de parto;
la Señora de los dioses, de dulce voz, ahora gime:
"Pueda cambiarse en barro ese día funesto,4
porque hablé malignamente en la asamblea de los dioses.
¿Cómo pude hablar malignamente en la asamblea de los
            dioses,
diciendo sí al combate para la destrucción de mis criaturas?
Yo, que crié a esas criaturas, que me son queridas,
¿cómo pude llenar de ellos el mar como si fueran pececillos?".
Los dioses, los Anunnaku, lloran con ella,
los dioses, postrados, están llorando,
apretados los labios, por grupos, se lamentan.
Seis días y siete noches
sopla el viento del Diluvio, la tempestad arrasa la tierra.
Al llegar el séptimo día, la tempestad del Diluvio
            empezó a amainar en su ataque,
ella, que se había revuelto como una mujer en parto.
El mar se calmó, se apaciguó la tempestad y cesó el Diluvio.
Abrí uno de los tragaluces y el aire rozó mi rostro,
observé el tiempo, por todos lados había silencio,
todas las gentes se habían vuelto barro,
el paisaje aparecía uniforme, como un tejado plano.
Me arrodillé y, allí, inmóvil, empecé a llorar,
las lágrimas corrían por mis mejillas.
Miré en busca de las lindes de la extensión de aquel mar:
a doce veces doce dobles cañas emergía una porción de
            tierra.
Era el monte Nisir donde el barco encalló.
El monte Nisir mantuvo sujeto el barco sin dejar que se
            moviera.
Un primer, un segundo día el monte Nisir mantuvo sujeto el
            barco sin dejar que se moviera,
un tercer, un cuarto día el monte Nisir mantuvo sujeto el
            barco sin dejar que se moviera,
un quinto, un sexto día el monte Nisir mantuvo sujeto el
            barco sin dejar que se moviera,
cuando llegó el séptimo día.5


COLUMNA IV

Texto asirio

Hice salir una paloma que quedó libre,
la paloma emprendió el vuelo, pero regresó;
como no había encontrado donde posarse, por eso volvió.
Hice salir una golondrina, que quedó libre,
la golondrina emprendió el vuelo, pero regresó;
como no había encontrado donde posarse, por eso volvió.
Hice salir un cuervo, que quedó libre,
el cuervo emprendió el vuelo y, viendo que las aguas habían
            bajado,
comió, revoloteó, graznó y ya no volvió.
Entonces dejé que todo saliera a los cuatro puntos cardinales
            y ofrecí un sacrificio.
Puse una ofrenda en la cima de la montaña
y preparé siete y siete vasos rituales;
debajo de ellos coloqué caña, cedro y mirto.
Los dioses percibieron su aroma,
los dioses percibieron su dulce aroma,
y se apiñaron como moscas en torno al sacrificador.
Apenas llegó la gran diosa
se quitó las grandes moscas que Anu le había fabricado para
            halagarla:6
"¡Oh dioses, que estáis aquí, lo mismo que no olvidaré nunca
            los lapislázulis que hay en mi cuello,
recordaré estos días y no los olvidaré jamás!
Que los dioses vengan a la ofrenda,
pero que Enlil no venga a la ofrenda,
porque, sin reflexionar, desencadenó el Diluvio
y condenó a mis criaturas a la destrucción".
Cuando finalmente llegó Enlil,
al ver el barco, Enlil se enfureció,
montó en cólera contra los dioses Igigu.7
"¿Hay uno que ha salvado la vida? ¡Ninguno tenía que
            sobrevivir a la catástrofe!"
Ninurta, abriendo la boca, habla y dice a Enlil, el Héroe:
"¿Quién, sino Ea, puede crear alguna cosa?
¡Sólo Ea conoce todo!".8
Ea, abriendo la boca, habla y dice a Enlil, el Héroe:
"¡Tú, el más sabio de los dioses, oh Héroe!,
¿cómo pudiste, sin reflexionar, causar el Diluvio?
Castiga al pecador por sus pecados; castiga al criminal por
            su crimen,
pero déjate aplacar y no llegues a aniquilarlo, refrénate para
            que no perezca.
Mejor que desatar el Diluvio, habría sido que los leones
            hubieran diezmado a las gentes.9
Mejor que desatar el Diluvio, habría sido que los lobos
            hubieran diezmado a las gentes.
Mejos que desatar el Diluvio, habría sido que el hambre
            hubiera desolado el país.
Mejor que desatar el Diluvio, habría sido que Era,
            lanzándose, hubiera masacrado a los humanos.
En cuanto a mí, yo no he revelado el secreto de los grandes
            dioses.
A Atrahasis le hice ver un sueño que le enseño el secreto de
            los dioses.
Reflexiona ahora sobre lo que debes hacer".10
Enlil subió al barco,
cogió mi mano y me hizo subir;
hizo también subir a mi mujer y le hizo arrodillarse a mi
            lado.
Tocó nuestras frentes y, de pie entre nosotros, nos bendijo:
"Hasta ahora Utnapishtim era de condición humana,
en adelante Utnapishtim y su esposa serán como nosotros,
            dioses.
¡Que Utnapishtim habite lejos, en la boca de los ríos".
Me cogieron, pues, y me instalaron lejos, en la boca de los
            ríos.11
Pero ahora, por ti, ¿quién convocará a los dioses
para que encuentres la Vida que buscas?
¡Bien! Trata de no dormir durante seis días y siete noches".12
En cuanto Gilgamesh se hubo sentado,
el sueño, como una niebla, lo envolvió.
Utnapishtim dijo entonces a su esposa:
"Mira a ese hombre, todavía joven, que busca la Vida,
el sueño, como una niebla, lo ha envuelto".
Su esposa le dice a él, a Utnapishtim, el Lejano:
"Toca a ese hombre para que despierte,
para que regrese sano y salvo por el camino que le trajo,
para que por la puerta que abrió para salir pueda volver a
            su país".
Utnapishtim le dijo a su esposa:
"Los hombres son desleales, él será desleal;
anda, cuécele unos panes y ponlos en su cabecera
y marca en la pared los días que dormía.
El primer pan se secó,
el segundo se estropeó, el tercero, húmedo, el cuarto se
            volvió blanco,
el quinto se puso gris, el sexto estaba cocido,
y el séptimo estaba recién hecho, cuando él le tocó y el
            hombre se despertó.13
Traducción y notas de Federico Lara Peinado
Poema de Gilgamesh

1 Adad era el dios del tiempo metereológico (la tempestad y tormenta). Fue el encargado de desencadenar el Diluvio, teniendo, pues, carácter de dios destructor. Su esposa fue la diosa Shala y se le veneró especialmente en Assur. Shullat era un heraldo de Adad. Hanish era otro heraldo de Adad, Shullat y Hanish, "los grandes gemelos", eran considerados, en realidad, como hipóstasis de Shamash y de Adad. Erragal era otro nombre para designar a Nergal, el titular de los Infiernos. Los postes son los pilares maestros confeccionados en madera (tarkullu), y que sostenían los diques que contenían las aguas celestes.
2 Las antorchas aluden a los relámpagos que acompañaban al terrible fragor tormentoso de Adad.
3 El cielo de Anu: esto es, los dioses subieron al último cielo, donde residía Anu, según la cosmología mesopotámica.
4 Cambiar algo en el barro -medio esdriturario por excelencia- era poder borrar lo que se había escrito en él, por tanto borrarse ese día funesto.
5 A doce veces doce dobles cañas, esto es, a unos 864 metros, emergía el monte Nisir. Modernamente, se sitúa en el Pir Omar Gudrun, en el Kurdistán, entre el Tigris y el Zab inferior. En el relato bíblico (Génesis 8:4) se indica el monte Ararat, esto es, el monte de Urartu, en Armenia. El lugar donde, según la tradición, se detuvo el Arca de Noé está en un punto no lejos de la unión de tres países: Turquía, Armenia e Irán, con una altura de 5.156 m. Hay que remarcar el papel jugado por el número siete en las evaluaciones del tiempo del Diluvio.
6 La gran diosa era Dingir-mah. En la versión antigua babilónica es Mamitu (Nintu). Aquí se trata inequívocamente de Ishtar, la Señora de los dioses. Las grandes moscas son los collares o perlas de lapislázuli que Anu le había regalado cuando la tomó por esposa.
7 Los Igigu son los dioses celestiales, en contraposición a los Anunnaku. ¿Por qué Enlil se enfurece con los Igigu? Ños ejecutores del Diluvio habían sido los Anunnaku y, en consecuencia, ellos eran los responsables de haber dejado escapar a algunos vivientes.
8 Ea, en atención a sus cualidades, podía crear cualquier cosa. Era titular del amatu ("palabra", "secreto", "noticia", "plan", "asunto") y del shipru ("mensaje", "materia", "concepto"). Ambos términos pueden equivaler al logos griego.
9 A partir de aquí se citan cuatro grandes plagas que atacaban a la humanidad de la época: el león, el lobo, el hambre y las plagas (enfermedad). Era, que debe identificarse con Erra o Ura, fue el dios de la peste. Aquí, por extensión, alude a la peste misma.
10 Utnapishtim es llamado aquí "muy sabio", esto es, Atrahasis. Reflexiona ahora sobre lo que debes hacer: Frase de difícil comprensión, a pesar de su clara lectura. No sabemos sobre qué había que reflexionar. Quizá Enlil debería ocuparse de Utnapishtim, que había obtenido por el sueño el secreto de los dioses: quizá el autor quiera indicar a Gilgamesh que preste atención sobre lo que quiera hacer.
11 La boca de los ríos alude inequívocamente al Éufrates y al Tigris, que por entonces vertían sus aguas al mar por bocas separadas, pues la costa estaba mucho más al interior de lo que hoy está.
12 Utnapishtimn incita a Gilgamesh a no dormir durante una semana, para ver si era apto o no para la Vida eterna. En realidad, se trata de una prueba iniciática: no dormir durante un ciclo completo de siete noches es poder pasar a otro ciclo, en el cual el sueño -y por ello la muerte- son desconocidos.
13 Los panes que sucesivamente ha ido haciendo la esposa de Utnapishtim se van corrompiendo, claro símbolo de la muerte.

11 comentarios:

  1. Lo que hablábamos la vez pasada. Seguro el autor de A hard rain's a-gonna fall también se inspiró en estos versos...

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  2. Vaya usted a saber. Al Dylan le viene la inspiración de cualquier sitio, o dicho de otra forma, Dylan es la inspiración personificada.

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  3. ¿No os parece fascinante la mitología? ¿Que todas las civilizaciones antiguas tengan la suya? ¿Que todas, en el fondo, traten de lo mismo?
    (No hay más preguntas afirmativas:)

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  4. Tal cual. Es que el hombre creció aniñándose, creyendo que el otro decía lo contrario. De puro jodida nomás su naturaleza.

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  5. O la envidia que ya se veía venir...
    (No hay más que recordar a Caín y Abel:)
    Más el Neolítico, que en cuanto empezaron a asentarse y a "organizarse" se empezó a liar parda.

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  6. Todavía seguimos, en muchos aspectos, en esas civilizaciones antiguas.

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  7. Es que todas estas mitologías son arquetipos. El ser humano siempre ha sido el mismo, siempre tuvo los mismos deseos, las mismas preocupaciones y las mismas espectativas de un mundo mejor, sea aquí o en un hipotético más allá. Es lo que somos pero, para entendernos de verdad, no hay nada mejor que repasar estas mitologías. Hoy tenemos la ciencia, que nos explica casi todo, pero quizá no pueda aún explicar nuestro verdadero fondo.

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  8. ¿Dónde están las llaves? ¿En el fondo del mar?
    (Perdón, eh:)

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  9. Chi lo sa?
    ¿Tal vez en el fondo de nosotros mismos?

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  10. ¡Cómo se te ocurre hacer este tipo de preguntas! A ver si nos mareamos:)

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  11. A mí hace tiempo que me dan mareos :-)

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