jueves, 16 de abril de 2015

Fragmento de El tambor de hojalata - Günter Grass - Alemania


Érase una vez un músico que mató a sus cuatro gatos, los enterró en el bote de la basura y dejó la casa para buscar a sus amigos.

Érase una vez un relojero que estaba sentado y pensativo junto a la ventana y vio que el músico Meyn apretujaba un saco a medio llenar en el bote de la basura y se marchaba, y que también a los pocos momentos de la salida de Meyn la tapa del bote de la basura empezaba a levantarse y se iba levantando cada vez un poco más.

Érase una vez cuatro gatos, los cuales, porque un día determinado olieron particularmente fuerte, fueron muertos, metidos en un saco y enterrados en el bote de la basura. Pero los gatos, uno de los cuales se llamaba Bismarck, no estaban completamente muertos, sino que, como suelen serlo los gatos, eran muy resistentes. Así que empezaron a moverse dentro del saco, hicieron moverse la tapa de la basura y plantearon al relojero Laubschad, que seguía sentado y pensativo junto a la ventana, esta pregunta: ¿a que no adivinas lo que hay en el saco que el músico Meyn ha metido en el bote de la basura?

Érase una vez un relojero que no podía ver con tranquilidad que algo se moviera en el bote de la basura. Salió pues de su habitación del primer piso del inmueble de pisos de alquiler, bajó al patio del edificio, abrió el bote de la basura y el saco y se llevó los cuatro gatos destrozados pero aún vivos, con el propósito de curarlos. Pero se le murieron aquella misma noche entre sus dedos de relojero, y no le quedó más remedio que denunciar el caso a la Sociedad Protectora de Animales, de la que era miembro, e informar a la Jefatura local del Partido de aquel acto de crueldad con los animales, que perjudicaba el prestigio del Partido. [...]
Günter Grass

Otro escritor de raza que se nos va. El controvertido y polémico escritor alemán Günter Grass, Premio Nobel de Literatura 1999, Premio Príncipe de Asturias de las Letras del mismo año, falleció el lunes pasado a los 87 años. Descanse.
• Las personas siempre han contado cuentos. Mucho antes de que la humanidad aprendiera a leer y escribir, todo el mundo escuchaba cuentos. Y había narradores que los contaban mejor que otros, es decir, que la gente les creía más sus mentiras.
• Europa no conseguirá sobrevivir sin inmigración. No debería tenerse tanto miedo de eso: todas las grandes culturas surgieron a partir de formas de mestizaje.
• Cuando algo es moralmente correcto hay que defenderlo sin preocuparse de las consecuencias políticas o personales que vamos a pagar.
• El dinero no crea ideas, sino melancolía.

15 comentarios:

  1. Recuerdo que la película me llevó a leer el libro. Estábamos aquí en plena dictadura militar, de modo que es obvio a qué nivel me impactó esta obra de "realismo mágico" que aún hoy me sigue provocando re-lecturas sin contradicción alguna... Un gran narrador, Gunther, y un pensador siempre interesante.

    ResponderEliminar
  2. Aún habiendo reconocido que de joven fue raclutado por las SS. Como un millón más de jóvenes, por cierto.

    ResponderEliminar
  3. Sí, me esfuerzo por creer que ese virus maldito (por llamarlo de manera ingenua) contagió a muchos que luego se curaron...

    ResponderEliminar
  4. Época de totalitarismos, de uno y otro signo. Afectó a la mayoría.

    ResponderEliminar
  5. Un gran escritor, y además, un tipo consecuente.

    ResponderEliminar
  6. Gran escritor, sin duda. Consecuente también. Le estuvieron buscando las vueltas a cuenta de su pasado, pero después de que él mismo confesase sus pecados juveniles en su autobiografía, con un par. Quienes más encarnizamente se metieron con él eran quienes tenían más que esconder, como suele ocurrir.

    ResponderEliminar
  7. Lo mismo me ocurrió, Carlos, aunque en su momento no entendí muy bien la película (al realismo mágico me aficioné más tarde).
    Que además, muchos de los nazis-nazis, econtraron "cobijo" en Argentina donde se les dio una nueva identidad para borrar su pasado.
    Günter Grass hizo lo que hace la gente valiente y decente, y eso que no cometió ningún crimen.

    ResponderEliminar
  8. Conviene recordar ciertas cosas para intentar que no se repitan, aunque me temno que la historia no es más que uns serie de tropezones en las mismas piedras.

    ResponderEliminar
  9. El peronismo lo hizo y los argentinos lo permitimos, Marian. Argentina es una pobre loca a la que todos desmerecemos y ni le prestamos atención.

    Coincido. Juan, la historia tiene mucho de viejo de geriátrico que se repite todo el tiempo...

    ResponderEliminar
  10. Debe ser que la memoria se va perdiendo de generación en generación, como que es algo que nos es ajeno, como que fuera con nosotros.
    En los colegios, la Historia (salvo excepciones), no se enseña bien, no se profundiza, el objetivo parece ser que se aprendan las lecciones como loritos, pero sin más aprendizaje.

    ResponderEliminar
  11. O debe ser que la enseñan así nomás, para el olvido, para que no le prestemos atención, así pueden ir cambiándola a su antojo, a lo Orwell...

    ResponderEliminar
  12. Algo más sobre el peronismo (populismo) y su fábrica de pobres (y odios)

    http://www.lanacion.com.ar/1785298-gloria-alvarez-el-populismo-necesita-mantener-a-la-gente-en-la-pobreza-para-seguir-gobernando

    Juan subió a esta politóloga a su otro blog no hace mucho...

    ResponderEliminar
  13. Puede ser algo de eso también, buena observación.

    ResponderEliminar
  14. Esta chica, Gloria, no se corta un pelo. Buen análisis del populismo, esa comida de coco.

    ResponderEliminar