jueves, 19 de julio de 2012

La perspectiva miente - Vicente Gallego - España

El otro lado - Eduardo Gruber
Esta tarde me aburro
como un guardagujas
en una vía muerta, y el verano parece
el inútil sofoco de una dama anticuada.
Por buscarle a este tiempo alguna luz
he pensado en los días de otro agosto
que en la memoria brillan como un faro:
ese agosto en que un niño fue feliz.
O lo imagina al menos este hombre
que es ahora aquel niño,
porque ha comprendido que esa luz
no le llega de entonces, y que es el recuerdo
quien la pone en escena cuando los años pasan.
Mi memoria se esfuerza
por volver a aquel tiempo y serle fiel,
y esa misma película, que hace sólo un segundo
rebosaba de brillo y de color,
ahora pasa en mi mente con la escasa
y temblorosa luz con la que fue rodada:

En un pueblo pequeño, bajo el cielo
inexplicable y alto de los viejos veranos,
unos niños se aburren: ese mundo,
con horarios de vuelta y prohibiciones,
les parece pequeño. Para matar las horas
se esconden de sus padres, fuman, dicen
que fumar a escondidas ya les cansa,
que están hartos del pueblo, de sus padres,
de esperar que la vida, la verdadera vida,
comience.

Sí, en aquellas escenas
todo fue en blanco y negro, y es ahora el recuerdo
—experto en adornar viejas películas—
el que al darles color y darles brillo
me devuelve tan bellas sus imágenes.
La experiencia me enseña que estas tardes de tedio,
cuando olvide sus sombras
atrapado en las sombras de otras tardes
todavía más negras, quedarán registradas
como un tiempo de luz en mi recuerdo,
y sabrán consolarme en las horas oscuras.

Debe haber cierta luz en las tardes de ahora,
la experiencia lo enseña.
Lo que no nos enseña la maldita experiencia
es en dónde se esconde, de qué modo gozarla en el presente,
ni por qué cruel torpeza cualquier tiempo que luego
brillará como un sol en la memoria
tenemos que vivirlo a la luz de una vela.

7 comentarios:

  1. No comparto su experiencia de la experiencia, pero me gusta su manera de contar la suya.
    Casualmente, tuve un profesor de pintura que se llamaba igual que él, que, casualmente también, nos tocaba (con razón) la moral cada dos por tres con la perspectiva.

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  2. Magnifico final. Y qué cierto, por cierto.

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  3. Hombre el amigo Gruber, ahora mismo tiene una excelente exposición en Santander...

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  4. El paisano Gruber lleva más de treinta años haciendo una obra muy interesante.

    Acabo de ver ahora mismo los comentarios, es que he estado tres días sin ordenador, sin internés y sin nada, este post salió porque estaba programado, pero después de darle muchas vueltas, conseguí recuperarle. Las enseñanzas de Jose acaban dando sus frutos.

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  5. Como es cierto, había que decirlo, y como es espontáneo que se te eche de menos, no tiene mérito. Pero de nada.

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