Hallé a mi hermano en la otra orilla del vado,
con una pierna en el agua.
Todo el día pasa,
de cerveza en cerveza,
en compañía de alegres compañeros;
¡Y me enrojece el rostro el incesante vomitar!
***
La hermana pasa el día debajo de mis ramas,
junto al hermano,
ebria de vino de uva y granada,
por la fragancia de la resina, bañada.
***
Cuando la beso y separa los labios,
¡Grande es mi alegría!
Pese a no haber probado la cerveza.
¡Oh la resina, gran bebida!
ResponderEliminarUn suponer.
Estos se metían de todo.
ResponderEliminarAhora entiendo mejor el porqué de lo encontrado en sus tumbas (en las de algunos, por supuesto); estos querían llevarse el buen vivir al "otro lado".
ResponderEliminarHabría que ver a estos egipcios en la Laurel, que además tiene el Ebro a dos pasos.
Si con la resina se ponen así, no quiero ni pensar cómo se pondrían con un vino de RIOJA.
(¿propaganda subliminal?)
¿Rioja? Qué bueno! Estos pobres aún no lo conocían.
ResponderEliminarEn algunos blogs, no es necesario hacer propaganda del Rioja, se ha bebido -y se beben, soy testigo privilegiado- cosechas y cosechas....
ResponderEliminarTampoco exageres.
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