Chet Baker - Like Someone In Love

domingo, 28 de febrero de 2016

Poetas de al-Andalus/Sefarad/ 22 - Tempus fugit/ 22 - Ubi sunt?/ 6 - Qasida (fragmento) - Abû-l-Baqâ’Salah al-Rondî (Abulbeca de Ronda) - al-Andalus


En esta qasida, compuesta con motivo de la caída de las ciudades andaluzas de Córdoba y Sevilla a manos de Fernando III, Abulbeca profetiza el cercano derrumbamiento de al-Andalus.

Cuanto sube hasta la cima
desciende pronto abatido
a lo profundo.
¡Ay de aquél que en algo estima
el bien caduco mentido
de este mundo!
En todo terreno ser
sólo permanece y dura
el mudar.
Lo que hoy es dicha o placer
será mañana amargura
y pesar.
Es la vida transitoria
un caminar sin reposo
al olvido;
plazo breve a toda gloria
tiene el tiempo presuroso
concedido.

¿Qué es de Valencia y sus huertos?
¿Y Murcia y Játiva hermosas?
 ¿Y Jaén?
¿Qué es de Córdoba en el día,
donde las ciencias hallaban
noble asiento,
do las artes a porfía
por su gloria se afanaban?
¿Y Sevilla? ¿Y la ribera
que el Betis fecundo baña
tan florida?
Traducción de Juan de Varela

viernes, 26 de febrero de 2016

Literatura y jazz/ 65 - Bird - Eduardo Jordá - España


    (Charlie Parker, Stanhope Hotel, 1955)

No quiero que se acerque nadie. Escucho
la música que suena en algún sitio,
en la televisión quizá, y me duele,
y ya no sé por qué duele esta música
que me astilla la mente, y la desgarra,
ni por qué yo la escucho, si me duele
tanto como un hurón que se ocultase
en una galería hecha de nervios
que una vez fueron míos, no sé cuándo,
en otro tiempo, en otra vida, lejos
de aquí, cuando mi mente era la música
que servía de amor y de amistad
a un hombre sin amor y sin amigos.

Este cuerpo que veis, esta maltrecha
carne deshabitada de mí mismo,
aquí, en la habitación de hotel, a solas
con mi miedo y mi saxo que me escrutan,
¿de qué sirven, a quién harán feliz?

Cuanto tocan mis manos se hace música
y se astilla en mi mente, y me persigue.
No puedo amar a nadie, ni tocarlo,
porque amarlo es llevarlo hacia lo oscuro
y de allí no regresa, nunca, nadie.
Se deshacen los niños, las mujeres.
Se deshacen los árboles, los coches,
los clubs, los contrabajos, las sonrisas.
Mis manos en el aire se deshacen.
Son aire, un aire oscuro que me inunda
y que me hace volar como los pájaros,
ciegos, remotos, lentos, pero ¿adónde?

Soy aire extremecido de vergüenza,
y un dolor que me quema como el fuego
y que no llegaré a saber qué es.
Que esta música fúnebre que toco
os alumbre el camino. Mi camino
ya tan sólo discurre entre las sombras.
I Love Paris - Charlie Parker, 1954 
Charlie Parker - Saxo alto 
Billy Bauer - Guitarra 
Walter Bishop Jr. - Piano 
Teddy Kotick - Contrabajo 
Art Taylor - Batería

miércoles, 24 de febrero de 2016

Blanca y azul - José María Micó - España


Yo sé por qué te llamo
blanca y azul.

Imagino que ahora,
media noche por filo,
mecida por las sombras
ambiguas del recuerdo,
pensarás que estas manos
ofrecían tan solo
una sarta de burdas
sorpresas de tahúr.
Yo sé por qué te llamo
blanca y azul.

Es todo lo que tengo.
Manos que fueron niñas,
que prestaron sin tasa,
que se asieron a un sueño,
viejas manos que saben
que la muerte temprana
es la única forma
de eterna juventud.
Yo sé por qué te llamo
blanca y azul.

Que no baste lo dicho
para ponernos tristes.
El encuentro merece
un brindis por las horas
cedidas al exceso
de sentimientos nobles,
aunque fuese por falta
de sentido común.
Yo sé por qué te llamo
blanca y azul. 

La carne nunca es débil,
pero las almas frágiles
se quiebran con un guiño.
La noche, maliciosa,
por cobrarse más piezas,
nos enturbia los ojos,
nos endulza los labios,
nos apaga la luz.
Yo sé por qué te llamo
blanca y azul.

lunes, 22 de febrero de 2016

Fatum - Miguel d'Ors - España


Ese niño que llega, cartera remolona,
botines desatados, al colegio de Sánchez
no sabe que sus pasos felices por Sevilla
-luz, patios, calles, cales- le acercan a Collioure.

París, rue Vaugirard. Ese muchacho
gris y desmadejado que avanza hacia el otoño
verleniano del hondo Jardín de Luxemburgo
no sabe que camina hacia Collioure.

Por la alameda de oro -Soria pura-,
lentos enamorados demorándose,
mirándose en el Duero -Soria pura-. La novia,
con manos inocentes,
sacude la ceniza -tiza acaso-
del hombro del poeta, que no sabe
que tan dulces senderos le llevan a Collioure.

El señor que, enlutado como un cirio,
con su bastón y pasos soñolientos
-domingo provincial- sube a los olivares
de Baeza no sabe que sube hacia Collioure.

El viejo arrebujado en sus recuerdos
que mira cómo pasan,
vertiginosos, los naranjos por la ventana
del coche, y los aspira -Levante azul-, no sabe
que por aquella ruta de flores y palomas
y muchachas se está acercando a Collioure.

Un súbito frenazo, la puerta abierta, el frío
látigo de la lluvia. Sale a la noche y anda
entre voces anónimas, oscuras,
y olor a bajamar. La lluvia. Unas preguntas
francesas, tan extrañas como un sueño, la lluvia,
los papeles, la lluvia, los gendarmes mojados
alzando la cadena fronteriza.
Igual que un sueño todo.
Francia, ya clareando, y aquel cartel: «COLLIOURE»,
nombre jamás oído. No sabe que allí estaba,
desde siempre, esperándole su muerte.
De Codex 3

sábado, 20 de febrero de 2016

Nocturno (frustrado) - Miguel d'Ors - España


A Carlos Murciano
Maldito Baudelaire, malditos Goethe y Borges,
que ahora que contemplo
la luna no me dejan ver
                        la luna.
De Chronica, 1982

jueves, 18 de febrero de 2016

Blues del propósito de la enmienda - Miguel d'Ors - España


Ahora que ya se aleja mi juventud y escucho
cada tarde más pálido el rumor
de aquel baile encendido (y sin embargo sigo
idiota y migueldors de arriba abajo),
alguna de esas horas en que dentro de mí
está lloviendo y lunes, me digo y me repito:
"Esta vez va de veras, de hoy no pasa, propósito
de la enmienda." Y me juro
-desde luego, mintiendo más que una
campaña electoral- quemar todos los libros
y retirarme a algún lugar vivible
en donde dedicarme a la Vulgaridad
y, si me queda tiempo,
a la contemplación de los Universales.
Por ejemplo Cambados, costa de Pontevedra,
donde no sé si les oiseaux sont ivres
pero me da lo mismo.
De Curso superior de ignorancia, 1987

martes, 16 de febrero de 2016

Final para un poema asonantado sobre la situación del poeta en la sociedad moderna. Se titulará "Un enigma de la oftalmología"; empezará exponiendo, en tono entre científico, patético y jocoso, cómo los globos oculares de las rubias, por razones que escapan a la ciencia, tienen una extraña incapacidad para percibir la imagen de los poetas; continuará invitando al colega incrédulo a verificarlo empíricamente por sí mismo y acabará como sigue - Miguel d'Ors - España


Comprobarás, hermano, de inmediato
que ella verá la silla, la lámpara, la puerta;
verá sin duda alguna al bosquimano
con yate que se encuentra a tu derecha,
y hasta verá al político cretino
(valga la redundancia) que se sienta
-atención al detalle- exactamente
detrás de ti (¡oh rara transparencia!).
En resumen: verá todas las cosas
visibles, y no digo que no vea
incluso algunas invisibles, pero
lo que es de ti, ni la menor idea.

Tan negro es el camino
que este mundo destina a los poetas.
De La imagen de su cara, 1994

domingo, 14 de febrero de 2016

Compara su amada a la aurora - Torquato Tasso - Italia / Sobre 'El Tasso en prisión' de Eugène Delacroix - Charles Baudelaire - Francia


Torquato Tasso, autor del poema épico sobre la Primera Cruzada Jerusalén liberada, representa como nadie al poeta melancólico y al límite de la cordura. Ignorado e incomprendido en su tiempo, ejerció sin embargo una gran influencia en la cultura de los siglos XVIII y XIX. Es autor de algunos de los más bellos poemas de amor de la Literatura.

Dice che quando si leva l'alba egli va cercando de la sua
                           signora Laura.

Quando l'alba si leva e si rimira
ne lo specchio de l'onde, allora l' sento
le verdi fronde mormorare al vento,
e cosi nel mio petto il cor sospira.

E l'aurora mia cerco; e s'ella gira
ver me le luci, mi può far contento;
e veggio i nodi che fuggir son lento,
da cui l'auro ora perde e men si mira.

Né innanzi al novo sol, tra fresche brine,
dimostra in ciel seren chioma sí vaga
la bella amica di Titon geloso,

come in candida fronte è il biondo crine;
ma non par ella mai schifa né vaga
per giovenetto amante o vecchio sposo.


Compara su amada a la aurora

Cuando sale la Aurora y su faz mira
en el espejo de las ondas, siento
las verdes hojas susurrar al viento;
como en mi pecho el corazón suspira.

También busco mi aurora; y si a mí gira
dulce mirada, muero de contento;
veo los nudos que en huir soy lento
y que hacen que ya el oro no se admira.

Mas al sol nuevo en el sereno cielo
no derrama madeja tan ardiente
la bella amiga de Titón celoso,

como el dorado rutilante pelo
que orna y corona la nevada frente
de la que hurtó a mi pecho su reposo.
Traducción de Clemente Althaus
Torquato Tasso

En 1579, Tasso, víctima de la demencia (llegó a acusarse a sí mismo de herejía), fue recluido en el Hospital de Santa Ana de Ferrara, donde permaneció siete años. Allí lo visitó Michel de Montaigne, que menciona esa visita en sus Essais.

Charles Baudelaire escribió este soneto sobre la estancia del poeta en la 'casa de locos', inspirándose en el cuadro de Delacroix que preside esta entrada:


Sur 'Le Tasse en prison' d'Eugène Delacroix

Le poëte au cachot, débraillé, maladif,
Roulant un manuscrit sous son pied convulsif,
Mesure d'un regard que la terreur enflamme
L'escalier de vertige où s'abîme son âme.

Les rires enivrants dont s'emplit la prison
Vers l'étrange et l'absurde invitent sa raison;
Le Doute l'environne, et la Peur ridicule,
Hideuse et multiforme, autour de lui circule.

Ce génie enfermé dans un taudis malsain,
Ces grimaces, ces cris, ces spectres dont l'essaim
Tourbillonne, ameuté derrière son oreille,

Ce rêveur que l'horreur de son logis réveille,
Voilà bien ton emblême, Ame aux songes obscurs,
Que le Réel étouffe entre ses quatre murs!


Sobre 'El Tasso en prisión' de Eugène Delacroix

En su celda, el poeta, harapiento y enfermo,
Teniendo un manuscrito bajo su pie convulso,
Contempla con mirada inundada de pánico
La escalera de vértigo donde su alma se abisma.

Las risas enervantes que pueblan la prisión,
Arrastran su razón a lo absurdo y lo extraño;
La Duda lo rodea y el ridículo Miedo,
Odioso y multiforme, circula en torno de él.

Este genio encerrado en un antro malsano,
Esas muecas y gritos, espectros cuyo enjambre
Amotinado gira detrás de sus oídos,

El soñador a quien el horror despertara,
Tal es tu emblema, Alma de tenebrosos sueños,
Que ahoga la Realidad entre sus cuatro muros.
De Los despojos
Traducción de Antonio Martínez Sarrión
Charles Baudelaire

También el compositor Franz Liszt se interesó por Torquato Tasso y le dedicó el segundo de sus Poemas Sinfónicos, titulado Lamento y triunfo de Tasso, inspirándose en los retratos literarios que del poeta hicieran Goethe (Torquato Tasso) y Lord Byron (El lamento de Tasso). Parece ser que todo el poema sinfónico se basa en una única melodía que Liszt le escuchó a un gondolero cuando se encontraba en Venecia hacia 1830.

Tasso, Lamento e Trionfo - Franz Liszt 
Orquesta Filarmónica Nacional de Hungría

viernes, 12 de febrero de 2016

Pequeño testamento - Miguel d'Ors - España


Os dejo el río Almofrey, dormido entre zarzas con mirlos,
las hayas de Zuriza, el azul guaraní de las orquídeas,
los rinocerontes, que son como carros de combate,
los flamencos como claves de sol de la corriente,
las avispas, esos tigres condensados,
las fresas vagabundas, los farallones de Maine, el Annapurna,
las cataratas del Niágara con su pose de rubia platino,
los edelweiss prohibidos de Ordesa, las hormigas minuciosas,
la Vía Láctea y los ruyseñores conplidos.

Os dejo las autopistas
que exhalan el verano en la hora despoblada de la siesta,
el Cántico espiritual, los goles de Pelé,
la catedral de Chartres y los trigos ojivales,
los aleluya de oro de los Uffizi,
el Taj Mahal temblando en un estanque,
los autobuses que se bambolean en Sao Paulo y en Mombasa
con racimos de negros y animales felices.

Todo para vosotros, hijos míos.
Suerte de haber tenido un padre rico.
De Curso superior de ignorancia, 1987

miércoles, 10 de febrero de 2016

Tu latido es el mío - Justo Jorge Padrón - España


Y luché contra el sueño y la fatiga,
contra la ira sin fin y el desarraigo.
Escudriñé, escarbé sin asomo de duda,
entre las débiles pavesas ciegas
de mi memoria por hallar un año,
un solitario día, apenas un instante
en que pude decir: jamás te amé;
mas no encontré resquicio para mentirme a solas,
para afirmar siquiera la negación más leve.
Tu latido es el mío. Allí donde comienza
ese deseo intenso al que nombramos vida,
allí, resplandeciendo en los días distintos,
en la ardiente espesura de mi asombro,
con el sí, con el no del abismo o la suerte,
silenciosa me esperas como el árbol de fuego
que sostiene esa fruta lustral de la esperanza.
Mi mirada te invoca en el presente,
en el rumbo indeciso de cualquier lejanía
de ese mar que me canta y me seduce
con los ojos vehementes del relámpago.
Eres sed del edén que no percibo
y, en los acordes hondos de tu voz,
perenne permaneces, con la música
aterida del alma y la audaz primavera,
en todas las palabras de la sangre.

lunes, 8 de febrero de 2016

Gotán - Cristina Peri Rossi - Uruguay-España


Yo adivino el parpadeo
de las luces que a lo lejos
van marcando mi retorno.

No, nadie te esperó, nunca.
No te esperaron los árboles
que habías plantado
ni la estatua del indio herido
en bronce enmohecido
no te esperó tu tía abuela
que murió llamándote
ni la silla de mimbre que vendieron,
ni la calle
que cambió de nombre
el mar no espera nunca
y en su ir y venir
no hay Arrabal amargo
no hay Mi Buenos Aires querido
cuando yo te vuelva a ver

No está Oswaldo Soriano con su gato
recogido en la rue
que maullaba en francés

ni la dulce francesita que te salvó de los flics
una noche de invierno, en París

No está Raquel que vendía periódicos
y preservativos y sabía el nombre de los árboles
aun de los más viejos

No adivino el parpadeo de las luces
que a lo lejos van marcando mi retorno

No hay retorno:
el espacio cambia
el tiempo vuela
todo gira en el círculo infinito
del sinsentido atroz

No quiero volver con las sienes marchitas
las nieves del tiempo platearon mi sien

No quiero un arrabal amargo metido en mi vida
como una condena de una maldición
ni que tus horas sombrías torturen mis sueños

No quiero que el camarero del Sorocabana
me pregunte, treinta años después:
"¿Un capuchino, como siempre?"
Siempre no existe,
Gardel murió
y la tana Rinaldi también emigró.
Quiero otra luz, otro mar,
otras voces, otras miradas
romper este pacto de nostalgia
que nos ata, como una condena de una maldición
y no volver a soñar con el barco que atraviesa una mar
oscura para devolverme a la ciudad donde nací.
No hay Volver
no hay arrabal
Sólo la soledad es igual a sí misma.
Arrabal amargo (C. Gardel - A. Le Pera) - Carlos Gardel 
De la película Tango Bar (John Reinhardt), 1935

Volver (C. Gardel - A. Le Pera) - Carlos Gardel, 1935

sábado, 6 de febrero de 2016

Cant vey li temps camgar e·nbrunusir - Jordi de Sant Jordi - España


Aunque alguna vez se ha discutido la atribución de la siguiente Pasión de amor según Ovidio, lo cierto es que ya el Marqués de Santillana la consideró, junto con el poema que comienza Tots jorns aprench e desaprench ensemps, una de las mejores obras de Jordi de Sant Jordi. La versión conservada (en un único manuscrito misceláneo, con el título en latín y sin indicación de autor) puede definirse como "métricamente  vacilante y desajustada (en el cómputo silábico y en las rimas), poblada de lagunas y tal vez afectada por alguna interpolación" (Aniello Fratta). El poema sigue un tenue hilo narrativo de carácter alegórico (al modo del muy influyente Roman de la Rose) al que se incorporan, como pedía la tradición no sólo trovadoresca del centón, citas intercaladas de versos ajenos y alguno propio (en cursiva en el texto).

Cant vey li temps camgar e·nbrunusir,
que non aug chant d'auzellh, voltes ne lay,
me sent al cor un tal smay
quant mi recort
que per amor Jesús pres mort
e tuig li san,
e pens d'amor lo bell afan
que·m fa passar,
d'on vulh Ovidi reclamar
disent aysí:
qu·amor s'engendre de cor fi
e vertader,
e no de fals ne monsanger
ne veriable,
e tantost qu·és d'ayçò colpable
amor no·s dita,
que lay on sa met nez habita
ges no y atura.
Axí com fech dels quatre vents natura,
quez on plus van esforsen lur poder,
amor és sauber e poder
ffundat en saviesa,
e, per sa gran altesa,
desonestat no vol:
ffranquesa del tot col
ez ama son amich
e lunye·l de destrich.
Enquer vulh que sabgatz
que amor és amistats
sobre tots celhs qu·eu say enamorats,
e per res no sosté offensa ne barats,
axí com celh qui ama e no·s amatz.
E per ço ha pausat
prop de se un ostal,
on són fayt duy portal
ez en miey un chastelh,
aut e sobrer e belh,
on stà·l Dieu d'Amor
e conté çay Valor,
e diu en aut cridant:
"No·s merevelha si yeu xant
mils de nulh autre xantador."
[...................................]
Per l'un portal entrar
vos cové, que nomnar
se fa Joya e dir,
e per l'altro celhir
lo qual Dolor s'apelha.
[...................................]
Atressí com l'orifany,
qui quant chay no·s pot levar,
celh qu·en la porta vol entrar
on Joy stay,
que davant, amorós e gay,
tantost lo guia
ab xant d'auzelhs e melodia.
E puys avant l'aporta
aut en la sobirana porta,
on veu de virtuts canta:
"Vergier d'amor on nais la fina planta
que·b gran beutat gen spandex e brulha."
E cové·l que·s reculha,
que Joya ja pus no·l seguix,
car Voler tantost hix
que·l pren e·n fay gran festa.
[...................................]
L'aman ditz per fin·amistança:
"En lo ffront port vostra belha semblança,
de què mon cor nuyt e jorn fa gran festa."
Voler ab ray[s]ó presta
diu a l'ayman: "Amich,
[.............................. -ich]
entès hay dir per ver,
qui tinch per folh qui ama [e] no requer
dompna del món, ne·s fia·n lur semblan.
Per què t'amanaray denan
lo nostre Dieu,
[.............................. -eu]
c·axí·s cové."
Tantost és denant sa mercé
agenolhats,
lo Dieu d'Amor diu: "Ben venyats,
vós, novelhamén vengutz."
L'aman respon apercebutz,
ses alre dir:
"De vós mi vénon li desir
al cor ab sospir amorós."
E com sa veu ten abondós
e tan joyós, està·b reguart,
dubtós e certs ez arditz e coartz,
trists e gaugós, avars e franchs r brutz.
[.............................. -utz]
Dolor fay missatgiers
tentost dos lausangiers,
Envega e Malalengua,
manant a xascú d'éls que·l prengua
e·l lanssen ffora;
e, ses de mal autra demora,
de fayt exprés
liatz e betutz e malmés.
Ez elh crid·ab dolor:
"Bé m'an mort mi e lhor
mey hulh galiador."
Girant los hulhs al Dieu d'Amor
si·l deffendrà
ne Voler si l'emperarà,
ez aysí·n van,
que no·s curen de son afan
neguna gen.
Elh diu: "Tant hay lo cor en pensamén
del temps, com axí·l vey giratz,
que·l gaug m'és a tristor cangats
e·l plaser mi va dexandén."
E porten-lo-se'n ten vilmén
desenperatz,
e baten-lo fort per tot [.... -atz]
ab desesper.
Diu alt cridant: "Ay, ay, Voler!
Amor és perduda per ver,
ez hay ben fayt con folh en pon."
Ez ab aycest afan respon
ffins a la porta
on és Dolor, qui desconforta
e li demana:
"Ffolhs, ben haguist la testa vana:
com te meties
en aycest loch, e què y volies?
Di-m'o, si·t platz,
ne com est aysí malmanatz."
Respon dolén:
"En greu smay ez en greu penssamén
an mis mon cor ez en granda error
e·l lausanger e·l falç devinador,
abaxador de joy e de jovén.
Vet co m'an falssamén
abatutz [............... -ert],
e crey tot hom s'i pert
qui fay cest camí lonch.
Car aysí·m pren com fay al jonch,
qui non à frug, fulhes ni flor."
Dolor pus no cossén de por
que lay atur
perseverar lo sieu fur,
ans fort l'ampeny
dangerosamén ab endeny
ffora·l portal.
E clou les portes de l'hostal
e roman lay,
cridan ab gran votz d'esmay:
"Sí n'ay perdut mon sauber,
qu·a penes say on m'estau
ne d'on vench ne vas on vau,
ne què·m fau lo jorn ne·l ser,
car trasit suy en cresensa."

___________________________________________

Cuando veo que el tiempo se oscurece
y no oigo trinos, cantos ni repiques,
mi corazón siente un desmayo,
porque recuerdo
que por amor Jesús murió
y los santos también,
y pienso en el bello afán
que amor me da;
por ello convoco a Ovidio
diciendo así:
Que amor se engendra en corazón
puro y sincero,
no en el falaz ni mentiroso,
ni en el voluble;
si de estas cosas es culpable,
ya no es amor,
pues allí donde entra y mora
no permanece.
Como sucede con los cuatro vientos,
que cuando soplan más, más fuerza tienen,
amor es poderío
hecho de gran saber
y que, por su excelencia,
no admite indignidad:
cultiva la franqueza
y ama al que es su amigo
y del daño lo aleja.
También quiero que sepáis
que el amor es amistad
para cuantos están enamorados,
y no tolera ofensa ni artimaña,
igual que aquel que ama y no es amado.
Por eso ha levantado
un castillo que tiene
dos puertas laterales
y en el centro una torre
alta, soberbia y bella
donde está El Dios de Amor,
y dentro está Valor
que en voz muy alta dice:
"No es maravilla si canto
mejor que ningún otro cantor."
[...................................]
Allí os conviene entrar
por la puerta llamada
Gozo y debéis salir
por la otra que tiene
el nombre de Dolor.
[...................................]
Igual que el elefante,
que cuando cae no puede levantarse,
el que desea entrar
por la puerta de Gozo
es por éste guiado
alegre y amosoro
entre el canto armonioso de las aves.
Y lo conduce en alto
a la puerta suprema
y allí una voz de gran virtud le canta:
"Vergel de amor donde la fina planta
con gentil gallardía se abre y brota."
Busque allí su refugio,
pues Gozo lo abandona
y Querer sale al punto
a recibirlo haciéndole gran fiesta.
[...................................]
Por leal amistad dice el amante:
"Llevo en la frente vuestra bella estampa
y está mi corazón siempre contento."
Así Querer responde
presto al amante: "Amigo,
[...................................]
he oído decir por cosa cierta:
Loco está aquel que ama y no se fía
ni requiere de amor a dama alguna.
Por eso te llevaré
delante de nuestro Dios,
[..................................]
como conviene".
En cuanto se arrodilla
postrado ante su gracia,
el Dios de Amor le dice:
"Bienvenido seáis, recién llegado".
El amante responde con presteza
sin decir más:
"De vos me llegan los deseos
al corazón con hálito amoroso."
Como se ve tan exultante
y tan feliz, resta medroso,
dudoso y cierto, osado y apocado,
triste y alegre, avaro y franco y torpe.
[...................................]
Dolor envía como mensajeros
a un par de maldicientes,
Envidia y Malalengua;
les manda que lo atrapen
y lo expulsen de allí:
sin demorar el daño,
lo tienen al momento
atado, golpeado y maltratado.
Él grita de dolor:
"Bien me han matado a mí, y aun a sí mismos,
mis ojos engañosos."
Mira hacia el Dios de Amor
por ver si lo defiende
y si Querer lo ampara,
pero los dos se van,
pues nadie se preocupa
de su congoja. Y dice:
"Yo tengo tan cuitado el corazón
al ver el tiempo y todas sus mudanzas,
que se ha vuelto tristeza mi alegría
y mi deleite mengua sin descanso."
Y de allí se lo llevan
triste y desamparado,
y por todo su cuerpo
lo golpean con saña.
Y grita: "¡Ay, ay, Querer!
El amor, ciertamente, se ha perdido
y he hecho como el loco sobre el puente".
Prosigue en su lamento
y llega ante la puerta
de Dolor, que le dice
para su desconsuelo:
"Loco, cabeza hueca,
¿por qué has entrado aquí
y qué es lo que querías?
Dímelo, por favor,
¿por qué estás tan maltrecho?".
Doliente le responde:
"En gran pena, en gran cuita y en gran yerro
me han puesto el corazón los maldicientes
y los falsos espías, que malogran
siempre la juventud y la alegría.
Ved cómo, con falsía,
me han derrotado, y creo
que ha de perderse todo
el que siga esta senda.
Porque soy como el junco,
que no tiene fruto, ni hojas, ni flor."
Dolor no consiente
que siga, por miedo
a perder su fuero,
y entonces lo empuja
con fuerza y desdén
fuera del castillo.
Y cierra las puertas
y se queda allí,
gritando con ansia:
"He perdido en tal modo mi saber,
que a duras penas sé dónde me encuentro,
ni sé de dónde vengo, adónde voy,
ni qué hago de día ni de noche,
porque me han traicionado en mi creencia."
Comentario y traducción de José María Micó

jueves, 4 de febrero de 2016

Axí com són sus l'espera los signes / Midons - Jordi de Sant Jordi - España


La superioridad de la dama (a quien el poeta se dirige usando el término clásico de los trovadores, midons, 'mi señor', con obvias resonancias feudales) es certificada por el tono hiperbólico propio del panegírico y con una sucesión de comparaciones procedentes del ámbito teológico, para asegurar la condición espiritual y la potencialidad divina de las virtudes de "Reina de honor", entre las que destaca la castidad, en la línea de los elogios del dolce stil novo.

Axí com són sus l'espera los signes
per instruhir los scientals estròlechs,
són en midons totes virtuts insignes
que divissar pusquen alguns teòlechs,
les quals hi mès Dieu, qui n'à fay[t] retaules
perquè cascú, miran sa bella talla,
veja d'onor cap, pes, mans ez spaules,
e que, pensan en leys, ha més no falla.

Axí com dech a Moÿsès les taules
Dieu per guardar de ffallir lo se[u] pobles,
nos ha tramès, sens monsongues ne faules,
per nostre bé desay lo sieus cors nobles,
bé que l·és tals que tot lo món abarca
le renoms sieus, tant és valenz e casta;
per qu·eu l'apell archiu de prets e barca
e fruyt de ley, del qual nagú no tasta.

Sí com salvech Noè laïns en l'arca
tot ço que y mès en lo temps del dilluvi,
salva midons ley e çells de ssa marca,
ab son engeny, del vergoyable fluvi
qui pel món cor on trop negat per fama;
car leys és tals que no consén la taca
del perlamén ne de fayts ne de fama,
per qu·en lo preu d'onor son pretz stacha.

Sí com deffés Dieus lo fruyt de la rama,
que no·n mangés lo primer payre nostre,
deffín midons als qui per sieus reclama
qu·en fayts ni·n dits alguns viltats no·s mostre,
ne teme ges de perdre la persona
per far s·onor en montanya ne plassa;
e s·en aycests ella s·amistat dóna,
ez als volpels ab vergony·ls manassa.

Per qu·eu aysí com çells qui s'abandona
lansan-se en mar, vasén perda la fusta,
e preya Dieu que·ll desliure de l'hona,
me ren a ley hon gran valor s'ajusta,
sopleyant-la que·m retraga dels vicis
qui·m poden far perdre l'onor del segle,
qu·eu en tal punt en vey mos artificis,
qu·en perill visch, si per ley no m'aregle.


Tornada

Reyna d'onor, tots hòmens tench per nicis,
qui us vol d'amor sopplear ne requerre,
car hom no·s pot trobar en vós indicis
per què dejats causa semblan sufferre.

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Igual que están los signos en la esfera
con el fin de instruir a los astrólogos,
así en midons están todas las altas
virtudes que distinguen los teólogos.
Dios las ha puesto, como en un retablo
en cuya excelsa talla todos vean
el honor, de los pies a la cabeza,
y así, al pensar en ella, nunca pequen.

Igual que Dios le dio a Moisés las tablas
y así impidió el pecado de su pueblo,
nos transmitió sin fábulas ni engaño
para bien nuestro su persona noble;
porque ella es tal, que su renombre abarca
el mundo entero, por valiosa y casta:
archivo y barca de virtud la llamo,
fruto de rectitud que nadie cata.

Así como Noé salvo en el arca
tantas cosas en tiempos del diluvio,
midons se salva, y salva así a los suyos,
por su ingenio, del río vergonzoso
que por el mundo corre y nos anega;
pues ella es tal, que no tolera mancha
de habladuría en hechos ni en palabras,
porque a prez de honor liga su mérito.

Como Dios prohibió el fruto del árbol
a nuestro primer padre, así prohibe
midons a quien por súbdito reclama
mostrar vileza en obras o en palabras
y tener miedo de perder la vida
por defender su honor en campo y plaza.
Y si con su amistad premia a estos fieles,
con injuria amenaza a los cobardes.

En fin, así como el que al mar se lanza
cuando ya da la nave por perdida
y pide a Dios salvarse del naufragio,
me rindo a ella, muy valiosa dama,
y le ruego me aparte de los vicios
que hurtar me pueden el honor del mundo;
han llegado a tal punto mis ardides,
que en gran peligro estoy si no la sigo.


Tornada

Reina de honor, es necio todo hombre
que de amor os suplica y os requiere,
pues no se puede hallar en vos indicio
de tolerancia con conductas tales.
Comentario y traducción de José María Micó

martes, 2 de febrero de 2016

Enyorament, anuig, dol e desir - Jordi de Sant Jordi - España


Como en el poema que comienza Sovint sospir, dona, per vós de luny, aunque destinado a otra dama y referido a una experiencia diferente, el poeta, "rico de amor y pobre de ventura", habla de la tristeza por la separación que ha supuesto su partida y de las consecuencias e inútiles paliativos (el recuerdo, la imaginación, el sueño) de la ausencia, que sólo podrá remediarse con el reencuentro.

Enyorament, anuig, dol e desir
m'an dat asaut des que·m partí de vós,
tant fort que ja res no·m pot abellir,
e tot quant vey plasent m'és anujós.
Tant m'à fet mal lo vostre departir,
que m'entrenyor com no us vey com solia,
e per gran dol sovint lans mant sospir,
sí qu·ay pazós que desir no m'aucia.

Ha, cors gentil, quant de vós me partí
he us vi sus alt al vostre mirador,
morir cugey, tan greu dolor sentí:
axí·m destreny de son poder amor!
Mas com forsat heu forcí mon voler
e pris comjat de vós, gauig de ma vida,
planyent, plorant ez ab greu desesper,
maldint lo jorn de ma trista partida.

Si bé dellay visquei ab desplaser
per los gelós que us n'avien lunyat,
mas sols quant heu vos podia vezer,
encontinent tot l'àls m'er·oblidat;
mas are·m veig de tot plaser absent,
carguat d'amor e paubre de ventura,
no vasent vós, que us ham tan finamente,
e per açò morray si gayre·m dura.

Cant me recort en lo departiment
e pens en vós, me sembla que us vey clar:
en aycell punt me corr·un sentiment
per tot lo cors que·m fa los ulls plorar.
Puix vau al cor e fau-li dir cridant
ab agres veus: "Ay, hon est, ma senyora?
Hon est, mon bé? Perqu·eu muyr desitant
pel no veser." Tan forment vos enyora!

Enquer vos vey la nuyt en somiant,
de què·l meu cors pren un pauch de repòs,
e·l jorn aprés vau tot joyós pensant
com suy stats ab vostre donós cors;
per què us sopley vos vaja·l cor en me
un·or·al jorn per bona conexença,
car cant plus vau plus vos ham, per ma fe,
e plus m'entench en vostra benvolença.


Tornada

Na Ysabel, tant havets sobre me,
que, com no us vey, visch en fort penitença;
mas al pus tost e pus breu que poré
iray veser la vostra continença.


Tornada

Car lo meu cors és tant irat ab me
e tant felló per vostra departença,
que·m vol ausir e diu que, per sa fe,
tro us haja vist no m'haurà benvolença.

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La tristeza, el dolor y la nostalgia,
desde que me marché, me han asaltado
con tal fuerza, que ya nada me place
y todo lo que es bello me fastidia.
Tanto mal me ha causado la partida,
que me entristezco porque ya no os veo;
a causa del dolor siempre suspiro
y temo que el deseo me dé muerte.

Cuando me despedí, gentil criatura,
y os vi allá arriba en vuestro mirador,
estuve a punto de morir de pena:
así con su poder amor me rinde.
Mas, forzado, forcé mi voluntad
y me partí de vos, luz de mi vida;
lloré desesperado, maldiciendo
el día de mi triste despedida.

Si bien antes viví con gran tristeza
por los celosos que nos alejaban,
al menos os veía y me olvidaba
al momento de todo lo demás.
Pero ahora no conozco la alegría,
rico de amor y pobre de ventura,
porque no os veo a vos, a quien adoro,
y, de seguir así, moriré pronto.

Cuando recuerdo la partida y pienso
en vos, parece que muy claro os veo;
en ese punto me recorre el cuerpo
un sentimiento tal, que rompo en llanto;
después va al corazón y éste con fuerza
le grita: "¿Dónde estás, señora mía?
¿Dónde, mi bien? Que muero de deseo
porque no os veo". ¡Así es como os añora!

También os veo por la noche en sueños,
y así mi corazón reposa un poco,
y todo el día siguiente voy contento
imaginando que con vos he estado.
Por eso os ruego que penséis en mí,
por agradecimiento, una hora al día;
a fe que cada vez os amo más
y puedo aspirar más a vuestro amor.


Tornada

Doña Isabel, tanto podéis en mí,
que, si no os veo, vivo en penitencia;
pero lo antes que pueda acudiré
a ver cuál es vuestra disposición.


Tornada

Tan enfadado está mi corazón
conmigo, y tan airado en la partida,
que me quiere matar y, a fe, me dice
que no me querrá bien hasta que os vea.
Comentario y traducción de José María Micó