domingo, 30 de octubre de 2016

Desnudo de mujer - Amalia Bautista - España


Para ti nunca fui más que un pedazo
de mármol. Esculpiste en él mi cuerpo,
un cuerpo de mujer blanco y hermoso,
en el que nunca viste más que piedra
y el orgullo, eso sí, de tu trabajo.
Jamás imaginaste que te amaba
y que me estremecía cuando, dulce,
moldeabas mis senos y mis hombros,
o alisabas mis muslos y mi vientre.
Hoy estoy en un parque, donde sufro
los rigores del frío en el invierno,
y en verano me abraso de tal modo
que ni siquiera los gorriones vienen
a posarse en mis manos porque queman.
Pero, de todo, lo que más me duele
es bajar la cabeza y ver la placa:
"Desnudo de mujer", como otras muchas.
Ni de ponerme un nombre te acordaste.

viernes, 28 de octubre de 2016

Tankas - Jorge Luis Borges - Argentina


Alto en la cumbre
Todo el jardín
Luna de oro
Más precioso es el roce
De tu boca en la sombra.

~~~~

La voz del ave
Que la penumbra esconde
Ha enmudecido.
Andas por tu jardín.
Algo, lo sé, te falta.  

~~~~

La ajena copa,
La espada que fue espada
En otra mano,
La luna de la calle,
¿Dime, acaso no bastan?

~~~~

Bajo la luna
El tigre de oro y sombra
Mira sus garras.
No sabe que en el alba
Han destrozado un hombre 

~~~~

Triste la lluvia
Que sobre el mármol cae,
Triste ser tierra.
Triste no ser los días
Del hombre, el sueño, el alba.

~~~~

No haber caído,
Como otros de mi sangre,
En la batalla.
Ser en la vana noche
El que cuenta las sílabas.
De El oro de los tigres, 1972

miércoles, 26 de octubre de 2016

Misántropo, ma non tropo - Juan Antonio González Iglesias - España


Durante veinte años he tratado
con muy pocas personas. Desatento
a todo lo que no fuera solsticio
o equinoccio,
en la soberanía del invierno
y el verano
celebraba mis fiestas
esperándote.
Adonde me invitaban, no acudí.
¿El motivo? Uno solo:
me concentro mejor en un ciprés
que en las conversaciones.
Así he concluido
que cada árbol es un incontable
como el agua.
Así son cada vez más las personas
a las que quiero mucho y veo poco.
Un ángulo me basta,
un libro y un amigo, un sueño breve.
Tiempo para el amor es lo que pido.
En los actos sociales pienso en ti.
Casi siempre
entre el ruido de copas, de palabras,
llega cierto momento en el que pienso:
Necesito urgentemente ver a un limpio de corazón.
Hablar con él. Guardarme entre sus brazos.
Descansar mi cabeza
encima de la roja frecuencia de su vida.
Únicamente esto,
que en los actos sociales pienso en ti.

lunes, 24 de octubre de 2016

Literatura y jazz/ 70 - Advertencia al lector - Luis Alberto de Cuenca - España


Oyendo a Dinah Washington -son las diez de la noche
de un veintitrés de octubre-, se me ocurre decirle
al presunto lector de mi "literatura"
que procure evitarla como se evita a un huésped
molesto -un erudito, una rata en el baño-,
y que si, por alguna razón que se me escapa,
quiere seguir leyendo, que entienda lo que lee
como lo que es: un grito (o un susurro) de angustia
y soledad.
Dinah Washington canta en directo All of Me en 1958. 
El vídeo está producido por Bert Stern

sábado, 22 de octubre de 2016

Campo dei Fiori - Czeslaw Milosz - Polonia


En Roma en el Campo dei Fiori
canastas de aceitunas y limones,
adoquines salpicados con vino
y restos de flores.
Los vendedores cubren los caballetes
con pescados color rosa;
brazadas de uvas oscuras
apiladas junto a las pelusas de duraznos.

En esta misma plaza
Giordano Bruno fue quemado.
Sus seguidores encendieron la pira
presionados por la multitud.
Antes de que las llamas murieran
las tabernas estaban llenas de nuevo,
otra vez sobre los hombros de los vendedores
canastas de aceitunas y limones.

Pensé en el Campo dei Fiori
en Varsovia por el cielo en forma de carrusel
un claro anochecer de primavera
al compás de una tonada del carnaval.
La brillante melodía ahogó
los truenos en la pared del ghetto,
y las parejas volaron
alto en el cielo carente de nubes.

A veces el viento de la quema
avienta cometas oscuros
y los jinetes en el carrusel
atraparían pétalos suspendidos en el aire.
Ese mismo viento caliente
abrió las faldas de las niñas
y las multitudes reían
en Varsovia ese hermoso domingo.

Alguien leerá como moral
que el pueblo de Roma o Varsovia
regatee, ría, haga el amor
mientras pasa frente a la pira de los mártires.
Alguien más leerá
de la muerte de las cosas humanas,
del olvido
nacido antes de que murieran las llamas.

Pero ese día sólo pensé
en la soledad de los moribundos,
de cómo, cuando Giordano
subido a la quema
no pudo encontrar
en ninguna lengua humana
palabras de humanidad,
humanidad que sobrevive.

Ya habían vuelto a su vino
o vendían su blanca estrella de mar,
habían cargado a la feria
canastas de aceitunas y limones,
y él ya estaba lejos
como si hubieran pasado siglos
mientras que se detuvieron un instante
para ver su partida en el fuego.

Aquellos muriendo aquí, los solitarios
olvidados del mundo,
nuestra lengua se vuelve para ellos
el lenguaje de un planeta antiguo.
Hasta que, cuando todo sea leyenda
y muchos años hayan pasado,
en un nuevo Campo dei Fiori
la rabia se encienda en la palabra de un poeta.
Versión de Juan Carlos Villavicencio

jueves, 20 de octubre de 2016

Lela - Castelao - España


Están as nubes chorando
por un amor que morreu
Están as rúas molladas
de tanto como choveu

Lela, Lela,
Leliña por quen eu morro
quero mirarme
nas meniñas dos teus ollos

Non me deixes
e ten compasión de min.
Sen ti non podo,
sen ti non podo vivir.

Dame alento das túas palabras,
dame celme do teu corazón,
dame lume das túas miradas,
dame vida co teu dulce amor.

Lela, Lela....
Lela - Dulce Pontes 
Arreglos y flauta: Carlos Núñez

martes, 18 de octubre de 2016

Obstáculos lentos / Patrimonio - Ida Vitale - Uruguay


La poeta uruguaya residente en Estados Unidos Ida Vitale -92 años- acaba de obtener el Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca en su XIII edición. Vitale, traductora, ensayista y profesora ha sido elegida por unanimidad de entre los 43 candidatos que aspiraban al galardón por su lenguaje sensorial e implicación en el cambio que ha experimentado la poesía en los últimos tiempos

Integrante de la Generación del 45 uruguaya junto a Mario Benedetti e Idea Vilariño, sucede en el galardón a poetas como Ángel González, que lo recibió en la primera edición de 2004 o el venezolano Rafael Cadenas, que fue premiado en la pasada edición.

Ida Vitale ha sido acreedora en los últimos tiempos de premios como el Octavio Paz (2009), el Alfonso Reyes (2014) o el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2015). Fue investida Doctor Honoris Causa  por la Universidad de la República de Uruguay en 2010.


Obstáculos lentos

Si el poema de este atardecer
fuese la piedra mineral
que cae hacia un imán
en un resguardo hondísimo;

si fuese un fruto necesario
para el hambre de alguien,
y maduraran puntuales
el hambre y el poema;

si fuese el pájaro que vive por su ala,
si fuese el ala que sustenta al pájaro,
si cerca hubiese un mar
y el grito de gaviotas del crepúsculo
diese la hora esperada;

si a los helechos de hoy
-no los que guarda fósiles el tiempo-
los mantuviese verdes mi palabra;
si todo fuese natural y amable...

Pero los itinerarios inseguros
se diseminan sin sentido preciso.
Nos hemos vuelto nómades,
sin esplendores en la travesía,
ni dirección adentro del poema.


Patrimonio

Sólo tendremos lo que hayamos dado.
¿Y qué con lo ofrecido y no aceptado,
qué con aquello que el desdén reduce
a vana voz, sin más,
ardiente ántrax que crece,
desatendido, adentro?

La villanía del tiempo,
el hábito sinuoso
del tolerar paciente,
difiere frágiles derechos,
ofrece minas, socavones, grutas:
oscuridad apenas para apartar
          vagos errores

El clamor, letra a letra,
del discurso agorero
no disipa ninguna duda;
hace mucho que sabes:
         ninguna duda te protege.

De Reducción del infinito, 2002

domingo, 16 de octubre de 2016

Lunas// A la luna - Gertrudis Gómez de Avellaneda - España / Oda a la bella desnuda - Pablo Neruda - Chile / Romance de la luna, luna - Federico García Lorca - España / La luna - Mariano Estrada - España / Bebiendo a solas con la luna - Li Po - China / Noche iluminada por la luna - Du Fu - China / Mirando la luna en el pabellón Penpu en un día de otoño - Bai Juyi - China / La luna - Jorge Luis Borges - Argentina / La luna - Jaime Sabines - México


A la luna

Tú, que rigiendo de la noche el carro,
Sus sombras vistes de cambiantes bellos,
Dando entre nubes -que en silencio arrollas-
Puros destellos,

Para que mi alma te bendiga y ame,
Cubre veloz tu lámpara importuna...
Cuando eclipsada mi ventura lloro,
¡Vélate, luna!

Tú, que mis horas de placer miraste,
Huye y no alumbres mi profunda pena
No sobre restos de esperanzas muertas
Brilles serena.

Pero ¡no escuchas! Del dolor al grito
Sigues tu marcha majestuosa y lenta,
Nunca temiendo la que a mí me postra,
Ruda tormenta.

Siempre de infausto sentimiento libre,
Nada perturba tu sublime calma
Mientras que uncida de pasión al yugo,
Rómpese mi alma.

Si parda nube de tu luz celosa
Breve momento sus destellos vela,
Para lanzarla de tu excelso trono
Céfiro vuela.

Vuela, y de nuevo tu apacible frente
Luce, y argenta la extensión del cielo
¡Nadie, ay, disipa de mi pobre vida
Sombras de duelo!

Bástete, pues, tan superior destino;
Con tu belleza al trovador inflama;
Sobre los campos y las gayas flores
Perlas derrama;

Pero no ofendas insensible a un pecho
Para quien no hay consolación ninguna
Cuando eclipsada mi ventura lloro,
¡Vélate, luna!



Oda a la bella desnuda

Con casto corazón, con ojos
puros,
te celebro, belleza,
reteniendo la sangre
para que surja y siga
la línea, tu contorno,
para
que te acuestes a mi oda
como en tierra de bosques o de espuma,
en aroma terrestre
o en música marina. 

Bella desnuda,
igual
tus pies arqueados
por un antiguo golpe
de viento o del sonido
que tus orejas,
caracolas mínimas
del espléndido mar americano.
Iguales son tus pechos
de paralela plenitud, colmados
por la luz de la vida.
Iguales son 
volando
tus párpados de trigo
que descubren 
o cierran
dos países profundos en tus ojos.

La línea que tu espalda
ha dividido
en pálidas regiones
se pierde y surge
en dos tersas mitades
de manzana,
y sigue separando tu hermosura
en dos columnas
de oro quemado, de alabastro fino,
a perderse en tus pies como en dos uvas,
desde donde otra vez arde y se eleva
el árbol doble de tu simetría,
fuego florido, candelabro abierto,
turgente fruta erguida
sobre el pacto del mar y de la tierra.

Tu cuerpo, en qué materia,
ágata, cuarzo, trigo,
se plasmó, fue subiendo
como el pan se levanta
de la temperatura
y señaló colinas
plateadas,
valles de un solo pétalo, dulzuras
de profundo terciopelo,
hasta quedar cuajada
la fina y firme forma femenina?

No sólo es luz que cae
sobre el mundo
lo que alarga en tu cuerpo
su nieve sofocada,
sino que se desprende
de ti la claridad como si fueras
encendida por dentro.

Debajo de tu piel vive la luna.



Romance de la luna, luna

La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.
Huye, luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.

Niño, déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.
Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.
Niño, déjame, no pises
mi blancor almidonado.

El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño,
tiene sus ojos cerrados.
Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.

Cómo canta la zumaya,
¡ay, cómo canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con un niño de la mano.

Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.

El aire la está velando.
Romance de la luna, luna - Camarón de la Isla, Paco de Lucía y Tomatito



La luna
A Federico García Lorca
Ya nadie mira a la luna,
la luna ya no es de nadie;
ya no la cubren de besos,
ya no la bañan con sangre.

Ni ya le escriben poemas,
ni ya le clavan puñales;
ya no hay tragedias de amores,
ya no hay amor, no hay amantes.

Ya pasa sola la luna,
ya pasa sola, sin nadie;
ya no amontona secretos
ni alumbra sueños, como antes.

¿Adónde fuisteis, poetas,
adónde fuisteis, amantes,
que la dejásteis sin versos,
que sin amor la dejásteis?

Ya no es de nadie, ni es luna,
la luna que ahora nos sale;
porque es un círculo sólo,
y sólo un círculo errante.

Sólo un castillo arrumbado,
sólo un recuerdo distante;
sólo una historia en un libro,
sólo una estatua en un parque.

La luna no será luna
sin corazones que amen;
sin pensamientos que vuelen
y sin poetas que canten.

Y es esa luna, lunero,
la misma luna, no obstante,
que tú metiste en los versos
porque era tuya una parte

Pero los hombres son otros
y otras las cosas que valen;
y otros los ojos que miran
y otras las formas de amarse.

La luna no será luna,
porque la luna es mirarse:
asesinar con los ojos
hasta el dolor de la sangre.
Mariano Estrada



Bebiendo a solas con la luna

Una jarra de vino entre las flores.
No hay ningún camarada para beber conmigo,
pero invito a la luna,
y, contando a mi sombra, seremos tres.
Pero la luna no bebe,
y mi sombra se contenta con seguirme.
Festejemos, con mi amiga luna y mi sombra esclava: 
la primavera es época propicia para el goce.
Canto y la luna prolonga su presencia;
bailo y mi sombra se enreda.
Los tres juntos, antes de beber, holgábamos;
ahora, ebrios, cada uno marcha por su lado.
¡Regocijémonos muchas horas todavía, 
en nuestro extraño festín inanimado,
para encontrarnos al fin en el Río de Plata de los Cielos!
Li Po


Noche iluminada por la luna

La Luna está sobre Fuzhou esta noche,
Mi esposa debe verla a solas en nuestra habitación.
Lamentablemente, pienso en mis lejanos hijos,
Son demasiado jóvenes para entender mi ausencia y recordar el momento en Chang'an.
Su cabellera es húmeda por la niebla fragante,
Y sus brazos de jade blancos se enfrían en esta luz de Luna clara,
¿Cuándo vamos a apoyarnos juntos en la ventana abierta,
Mientras nuestras lágrimas se sequen a la luz de la Luna?
Du Fu


Mirando la luna en el pabellón Penpu en un día de otoño

El año pasado el día 15 del mes octavo,
Estuve en un jardín de albaricoque junto a la piscina de Qujiang.
En este año, el día 15 del mes octavo,
Estoy frente al pabellón de Penpu.
Frente al noroeste en busca de mi casa;
Algunas veces, he visto la luna llena en el sureste.
A nadie le preocupa el viento que ayer soplaba;
La gracia de la luna clara es igual a la del año anterior.
Bai Juyi



La luna

Cuenta la historia que en aquel pasado
tiempo en que suciederon tantas cosas
reales, imaginarias y dudosas,
un hombre concibió el desmesurado

proyecto de cifrar el universo
en un libro y con impetu infinito
erigió el alto y arduo manuscrito
y limó y declamó el último verso.

Gracias iba a rendir a la fortuna
cuando al alzar los ojos vio un bruñido
disco en el aire y comprendió, aturdido,
que se habia olvidado de la luna.

La historia que he narrado aunque fingida,
bien puede figurar el maleficio
de cuantos ejercemos el oficio
de cambiar en palabras nuestra vida.

Siempre se pierde lo esencial. Es una
ley de toda palabra sobre el numen.
No la sabrá eludir este resumen
de mi largo comercio con la luna.

No sé dónde la vi por vez primera,
si en el cielo anterior de la doctrina
del griego o en la tarde que declina
sobre el patio del pozo y de la higuera.

Según se sabe, esta mudable vida
puede, entre tantas cosas, ser muy bella
y hubo así alguna tarde en que con ella
te miramos, oh luna compartida.

Más que las lunas de las noches puedo
recordar las del verso: la hechizada
Dragon moon que da horror a la halada
y la luna sangrienta de Quevedo.

De otra luna de sangre y de escarlata
habló Juan en su libro de feroces
prodigios y de júbilos atroces;
otras más claras lunas hay de plata.

Pitágoras con sangre (narra una
tradición) ecribia en un espejo
y los hombres leian el reflejo
en aquel otro espejo que es la luna.

De hierro hay una selva donde mora
el alto lobo cuya extraña suerte
es derribar la luna y darle muerte
cuando enrojezca el mar la última aurora.

(Esto el Norte profético lo sabe
y tan bien que ese día los abiertos
mares del mundo infestará la nave
que se hace con las uñas de los muertos.)

Cuando, en Ginebra o Zürich, la fortuna
quiso que yo tambén fuera poeta,
me impuse, como todos, la secreta
obligación de definir la luna.

Con una suerte de estudiosa pena
agotaba modestas variaciones,
bajo el vivo temor de que Lugones
ya hubiera usado el ámbar o la arena.

De lejano marfil, de humo, de fría
nieve fueron las lunas que alumbraron
versos que ciertamente no lograron
el arduo honor de la tipografia.

Pensaba que el poeta es aquel hombre
que, como el rojo Adán del Paraiso,
impone a cada cosa su preciso
y verdadero y no sabido nombre.

Ariosto me enseñó que en la dudosa
luna moran los sueños, lo inasible,
el tiempo que se pierde, lo posible
o lo imposible, que es la misma cosa.

De la Diana triforme Apolodoro
me dejó divisar la sombra mágica;
Hugo me dio una hoz que era de oro,
y un irlandés, su negra luna trágica.

Y, mientras yo sondeaba aquella mina
de las lunas de la mitologia,
ahi estaba, a la vuelta de la esquina,
la luna celestial de cada dia.

Sé que entre todas las palabras, una
hay para recordarla o figurarla.
El secreto, a mi ver, está en usarla
con humildad. Es la palabra luna.

Ya no me atraevo a macular su pura
aparición con una imagen vana;
la veo indescifrable y cotidiana
y más allá de mi literatura.

Sé que la luna o la palabra luna
es una letra que fue creada para
la compleja escritura de esa rara
cosa que somos, numerosa y una.

Es uno de los símbolos que al hombre
da el hado o el azar para que un día
de exaltación gloriosa o de agonía
pueda escribir su verdadero nombre.
Jorge Luis Borges



La luna

La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas. 
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía
Un pedazo de luna en el bolsillo
es el mejor amuleto que la pata de conejo: 
sirve para encontrar a quien se ama,
para ser rico sin que nadie lo sepa 
y para alejar a los médicos y las clínicas. 
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido, 
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir
Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver. 
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna 
para cuando te ahogues, 
y dale la llave de la luna 
a los presos y a los desencantados. 
Para los condenados a muerte 
y para los condenados a vida 
no hay mejor estimulante que la luna 
en dosis precisas y controladas
Jaime Sabines

Luna - Víctor Manuel

Dedicado a Marian.

viernes, 14 de octubre de 2016

Dylan Revisited/ 10 - Just Like Tom Thumb's Blues - Bob Dylan, Premio Nobel de Literatura 2016 - Estados Unidos


La Academia Sueca acaba de conceder el Premio Nobel de Literatura a Bob Dylan por haber creado nuevas formas de expresión poética dentro de la gran tradición de la canción estadounidense
Un premio controvertido, ya que muchos piensan que no debería darse el Nobel a un cantante. Ya, pero es que Dylan no es solamente un compositor de canciones, sino uno de los tipos que mejor ha sabido ver, sobre todo en sus inicios, los signos de su época, de nuestra época. Ya lo dijo Octavio Paz: La poesía podría ser tanto un poema como un lienzo, un jarrón de la dinastía Ming o, simplemente, una canción de Bob Dylan. Además el propio Alfred Nobel dejó escrito que el premio de Literatura debería ser concedido a una persona que en el campo de la literatura haya producido una obra sobresaliente impulsada por un poderoso ideal.
Pues eso, que ya iba siendo hora.


Just Like Tom Thumb's Blues1

When you're lost in the rain in Juarez
When it's Eastertime too
And your gravity fails
And negativity don't pull you through
Don't put on any airs
When you're down on Rue Morgue Avenue
They got some hungry women there
And they really make a mess outta you

Now if you see Saint Annie
Please tell her thanks a lot
I cannot move
My fingers are all in a knot
I don't have the strength
To get up and take another shot
And my best friend, my doctor
Won't even say what it is I've got

Sweet Melinda
The peasants call her the goddess of gloom
She speaks good English
And she invites you up into her room
And you're so kind
And careful not to go to her too soon
And she takes your voice
And leaves you howling at the moon

Up on Housing Project Hill
It's either fortune or fame
You must pick one or the other
Though neither of them are to be what they claim
If you're lookin' to get silly
You better go back to from where you came
Because the cops don't need you
And man, they expect the same

Now, all the authorities
They just stand around and boast
How they blackmailed the sergeant-at-arms
Into leaving his post
And picking up Angel, who
Just arrived here from the coast
Who looked so fine at first
But left looking just like a ghost

I started out on burgundy
But soon hit the harder stuff
Everybody said they'd stand behind me
When the game got rough
But the joke was on me
There was nobody even there to call my bluff
I'm going back to New York City
I do believe I've had enough


Como los blues del Pulgarcito1

Cuando estés perdido bajo la lluvia en Juárez
Y además sea tiempo de Pascua
El sentido de la gravedad te falle
Y el negativismo no te saque de apuros
No hagas aspavientos
Si estás en la avenida Rue Morgue
Tienen allí unas cuantas mujeres hambrientas
Que te dejarán para el arrastre

Si ves a Santa Anita
Por favor, dale las gracias
No puedo moverme de aquí
Mis dedos están hechos un lío
No tengo fuerza suficiente
Para levantarme y aguantar otra inyección
Y el médico, mi mejor amigo
Ni siquiera me dirá qué es lo que tengo

Dulce Melinda
Los campesinos la llaman la diosa de la melancolía
Habla un buen inglés
Y te invita a subir a su habitación
Y tú eres tan amable
Y cuidadoso que no vas por ella demasiado pronto
Y te toma la voz
Y te deja aullando a la luna

Arriba, en el Proyecto de Construcción La Colina
Están la fortuna o la fama
Debes elegir la una o la otra
Aunque ninguna de las dos sean lo que dicen que son
Si estás pensando en armar jaleo
Más te vale irte por donde viniste
Porque los policías no te necesitan
Y ellos, amigo, esperan lo mismo

Las autoridades
Están por ahí jactándose
De cómo chantajearon al sargento de guardia
Para que abandonara su puesto
Y cogiera a Angel
Que acababa de llegar de la costa
Que al principio tenía buen aspecto
Pero que se fue pareciendo un fantasma

Empecé con el borgoña
Pero pronto ataqué cosas más fuertes
Todo el mundo dijo que me guardaría las espaldas
Cuando el juego se hiciera violento
Pero fui yo quien salió perdiendo
Ni siquiera hubo alguien para contestar mi farol
Me vuelvo a Nueva York
Creo que ya he tenido bastante
De Highway 61 Revisited, 1965
Traducción de Carlos Álvarez
Just Like Tom Thumb's Blues - Highway 61 Revisited, 1965

Ray Loriga
Julián Ruiz
Manuel Vilas
Cinco buenas razones

jueves, 13 de octubre de 2016

Monólogo del que no conoce nada - Juan Manuel Roca - Colombia


Con los idiomas que no hablo
Babel crecería como nunca.
Con las estrellas que desconozco
Se podría dibujar un vasto planisferio.
Con los mares que no he buceado,
Con las ostras que no he abierto
Y los frutos de olor en la distancia,
Haría una tertulia de ausentes.
Con los caminos que no he andado
O las naves que no he construido,
Con los caballos que no he galopado
Podría recorrer las fronteras del mundo.
Ni siquiera sé si el rosal disfruta de su olor.
De La farmacia del ángel, 1995

martes, 11 de octubre de 2016

Reyerta - Federico García Lorca - España


PRIMER ROMANCERO GITANO

3

Reyerta

A Rafael Méndez  
En la mitad del barranco
las navajas de Albacete,
bellas de sangre contraria,
relucen como los peces.
Una dura luz de naipe
recorta en el agrio verde
caballos enfurecidos
y perfiles de jinetes.
En la copa de un olivo
lloran dos viejas mujeres.
El toro de la reyerta
su sube por la paredes.
Ángeles negros traían
pañuelos y agua de nieve.
Ángeles con grandes alas
de navajas de Albacete.
Juan Antonio el de Montilla
rueda muerto la pendiente
su cuerpo lleno de lirios
y una granada en las sienes.
Ahora monta cruz de fuego,
carretera de la muerte.

*

El juez con guardia civil,
por los olivares viene.
Sangre resbalada gime
muda canción de serpiente.
Señores guardias civiles:
aquí pasó lo de siempre.
Han muerto cuatro romanos
y cinco cartagineses

*

La tarde loca de higueras
y de rumores calientes
cae desmayada en los muslos
heridos de los jinetes.
Y ángeles negros volaban
por el aire del poniente.
Ángeles de largas trenzas
y corazones de aceite.
De Primer romancero gitano, 1924-1927
Reyerta - José Manuel Ortega Heredia, Manzanita

domingo, 9 de octubre de 2016

Física aplicada - Eduardo García - España


Suponiendo que un hombre, una mujer
parten de puntos divergentes, dispersos en un plano,
lugares que se ignoran entre sí,
y a la velocidad del entusiasmo
emprenden la aventura, se ponen en camino,
van por ahí remando en aguas turbias,
van por ahí escuchando el vasto germinar de las semillas,
al acecho, en sigilo, ahuecando la tierra a la esperanza,
suponiendo que trazan trayectorias de curso irregular,
cada cual a su amor, virando al viento,
quebradas trayectorias cuyo sentido puede
al mínimo temblor girar hacia el vacío,
suponiendo el afán, la búsqueda, la sed,
el ensueño del goce, la ilusión y la ausencia,
calculemos, a golpe de intuición,
cuántas veces tendrán las trayectorias
que cruzarse en el brillo de unos ojos,
unos labios que invitan, unas manos que asienten,
para incendiarse a un tiempo, hombre y mujer, sembrar la tierra
de llamas como ráfagas de lluvia.

viernes, 7 de octubre de 2016

Cuentos de la mil y una noches/ 2 - Noche 272 - Anónimo - Asia


Historia de una ciudad de al-Andalus,
conquistada por Tarik b. Ziyad

Me he enterado, ¡oh rey feliz!, de que había una ciudad llamada Toledo, capital del reino de los francos1. Tenía un castillo que siempre estaba cerrado. Cada vez que moría un rey de los rum2 y le sucedía otro, ponían un buen candado más, con lo que llegó a haber en la puerta veinticuatro candados, pertenecientes a otros tantos reyes. En esto subió al poder un hombre que no pertenecía a la casa real, y quiso abrir los candados para ver qué contenía aquel alcázar. Los grandes del reino trataron de evitarlo, se le opusieron y se resistieron. Pero el rey los rechazó y dijo:
- He de ver qué es lo que contiene este castillo.
Le ofrecieron todas las cosas preciosas, bienes y tesoros que poseían con tal de que no lo abriese, pero él no quiso renunciar a su propósito.

Sharazad se dió cuenta de que amanecía e interrumpió el relato para el cual le habían dado permiso.
Cuando llegó la noche doscientas setenta y dos, refirió:

Me he enterado, ¡oh rey feliz!, de que quitó los candados, abrió la puerta y encontró dentro dibujos que representaban a los árabes con sus caballos y camellos, con sus turbantes semicaídos, con las espadas al cinto y las largas lanzas en la mano. También había un pliego, que cogió y leyó. Decía: "Los árabes ocuparán este país cuando se abra esta puerta. Tienen un aspecto semejante al de estos dibujos. ¡Cuidado! ¡Mucho cuidado con abrir la puerta!".
Aquella ciudad se encontraba en al-Andalus, y la conquistó Tarik b. Ziyad aquel mismo año, bajo el califato de al-Walid b. Abd al-Malik, uno de los omeyas. Mató a aquel rey de mala manera, saqueó su país, hizo cautivas a las mujeres y a los jóvenes que lo ocupaban y se apoderó de sus bienes como botín.
Encontró grandes tesoros en la ciudad: más de ciento setenta diademas de perlas y jacintos, piedras preciosas y una sala de audiencias tan grande que los hombres a caballo habrían podido celebrar fiestas. También halló vasos de oro y de plata, imposibles de describir, y la mesa que había pertenecido al profeta Salomón hijo de David3, ¡sobre ambos sea la paz! Según cuentan, la mesa era de esmeralda, y aún se conserva en la ciudad de Roma. Su vajilla era de oro, y sus platos, de crisolito4 y de gemas. Encontró asímismo el Libro de los Salmos, escrito con letras griegas en hojas de oro incrustadas de pedrería. Halló también un libro en el que se describían las virtudes de las piedras y de las plantas, y en el que se trataba de las ciudades, de las alquerías, de los talismanes y de la alquimia: todo ello escrito sobre oro y plata. Un tercer libro describía el arte de tallar los rubíes y las piedras preciosas, la fabricación de venenos y de la teriaca5, la figura de la tierra, de los mares, países y minas. Vio asímismo una gran sala llena de elixires -una sóla dracma de estos transformaba mil dirhemes de plata en oro puro-, y un gran espejo redondo, maravilloso, fabricado con una aleación de metales por el profeta Salomón hijo de David, ¡sobre ambos sea la paz! Cuando alguien miraba en él, veía perfectamente los siete climas del ecúmene6. Hallaron una sala llena de jacintos bahramíes, que no pueden ni describirse. Todo esto fue llevado a al-Walid b. Abd al-Malik. Los árabes se esparcieron por todas las ciudades de al-Andalus, que constituye un magnífico país.
Traducción de Juan Vernet
Las mil y una noches

1 Los visigodos.
2 Rumí. Nombre dado por los moros a los cristianos.
4 Piedra semipreciosa transparente o translúcida, de color amarillo o verde, compuesta de silicatos de magnesio y de hierro. Su nombre procede de los vocablos griegos khrysos (oro) y litos (piedra), con lo que significaría piedra dorada.
5 En el mundo clásico la teriaca era el fármaco por excelencia. Tenía más de setenta ingredientes, incluido el opio, que originalmente era antídoto universal para los venenos y las enfermedades.
6 Los geógrafos dividían las regiones por zonas o climas. El ecúmene lo constituían las zonas de la Tierra conocida habitadas permanentemente, por contraposición al anécumene, conjunto de zonas deshabitadas o sólo habitadas temporalmente.

miércoles, 5 de octubre de 2016

Blues - Manuel Rivas - España


Só a noite é o paraíso: dormen os homes.

Os soños abren las xanelas
e lámbense as feridas nas praias e nas beiras
dos ríos.

Os soños cantan coa gorxa xeada.
Como esclavos, fan tocar os tambores.


Sólo la noche es el paraíso: duermen los hombres.

Los sueños abren las ventanas
y se lamen las heridas en las playas y en las orillas
de los ríos.

Los sueños cantan con la garganta helada.
Como esclavos, hacen sonar los tambores.

lunes, 3 de octubre de 2016

Milonga de dos hermanos - Jorge Luis Borges - Argentina


Traiga cuentos la guitarra
de cuando el fierro brillaba,
cuentos de truco y de taba,
de cuadreras y de copas,
cuentos de la Costa Brava
y el Camino de las Tropas.

Venga una historia de ayer
que apreciarán los más lerdos;
el destino no hace acuerdos
y nadie se lo reproche -
ya estoy viendo que esta noche
vienen del Sur los recuerdos.

Velay, señores, la historia
de los hermanos Iberra,
hombres de amor y de guerra
y en el peligro primeros,
la flor de los cuchilleros
y ahora los tapa la tierra.

Suelen al hombre perder
la soberbia o la codicia:
también el coraje envicia
a quien le da noche y día
el que era menor debía
más muertes a la justicia.

Cuando Juan Iberra vio
que el menor lo aventajaba,
la paciencia se le acaba
y le fue tendiendo un lazo
le dio muerte de un balazo,
allá por la Costa Brava.

Así de manera fiel
conté la historia hasta el fin;
es la historia de Caín
que sigue matando a Abel.
Jairo - Milonga de dos hermanos (Jorge Luis Borges / Música de Carlos Gustavino), 1976
Presentación en vídeo de Fernando Martínez

sábado, 1 de octubre de 2016

Literatura y jazz/ 69 - Capítulo 87 de Rayuela - Julio Cortázar - Argentina


    En el 32, Ellington grabó Baby when you ain't there, uno de sus temas menos alabados y al que el fiel Barry Ulanov no dedica mención especial. Con voz curiosamente seca canta Cootie Williams los versos:

                      I get the blues down North,
                      The blues down South,
                      Blues anywhere,
                      I get the blues down East,
                      Blues down West,
                      Blues anywhere.
                      I get the blues very well
                      O my baby when you ain't there ain't there 
                      ain't there-

   ¿Por qué, a ciertas horas, es tan necesario decir: "Amé esto?" Amé unos blues, una imagen en la calle, un pobre río seco del norte. Dar testimonio, luchar contra la nada que nos barrerá. Así quedan todavía en el aire del alma esas pequeñas cosas, un gorrioncito que fue de Lesbia, unos blues que ocupan en el recuerdo el sitio menudo de los perfumes, las estampas y los pisapapeles.

Baby when you ain't there - Duke Ellington