Chet Baker - Like Someone In Love

martes, 29 de junio de 2010

La isla del lago de Innisfree - William Butler Yeats - Irlanda

Isla de Innisfree
Me levantaré y me pondré en marcha, y a Innisfree iré,
y una choza haré allí, de arcilla y espinos:
nueve surcos de habas tendré allí, un panal para la miel,
y viviré solo en el arrullo de los zumbidos.

Y tendré algo de paz allí, porque la paz viene goteando con calma,
goteando desde los velos de la mañana hasta allí donde canta el grillo;
allí la medianoche es una luz tenue, y el mediodía un brillo escarlata
y el atardecer pleno de alas de pardillo.

Me levantaré y me pondré en marcha, noche y día
oigo el agua del lago chapotear levemente contra la orilla;
mientras permanezco quieto en la carretera o en el asfalto gris
la oigo en lo más profundo del corazón.

Versión de Luis Zalamea

Este poema sirvió de inspiración a John Ford para su película The quiet man (El hombre tranquilo). El pueblo del oeste irlandés donde se desarrolla la historia se llama así: Innisfree.

Joseph Sobol interpreta 3 Reels tradicionales irlandeses (Johnny McGreevey's/The Broken Pledge/Traveler's Reel) con un cittern de 10 cuerdas.

When you are old/ Cuando seas vieja - William Butler Yeats - Irlanda

La anciana que vendía basura - Carlos MontesWhen you are old and grey and full of sleep,/ Cuando ya seas vieja y canosa, y con sueño
And nodding by the fiere, take down this book,/ des cabezadas junto al fuego, coge este libro
And slowly read, and dream of the soft look/ y léelo soñando con la mirada suave
Your eyes had once, and of their shadows deep;/ que tuvieron tus ojos, y con sus hondas sombras;

How many loved your moments of glad grace,/ y cuántos tus momentos de alegre gracia amaron,
And loved your beauty with love false or true,/ y tu belleza, con falso o con sincero amor,
But one man loved the pilgrim soul in you,/ mas sólo uno amó en ti el alma peregrina,
And loved the sorrows of your changing face;/ y amó las aflicciones de tu cambiente rostro;

And bending down beside the glowing bars,/ e inclinándote luego junto a encendidas barras,
Murmur, a little sadly, how Love fled/ susurra, algo apenada, cómo se fue el Amor
And paced upon the mountains overhead/ al paso por encima de las altas montañas
And his face amid a crowd of stars./ y su rostro ocultó entre un sinfín de estrellas.
Versión de Antonio Rivero Taravillo


Parece mentira, pero hasta ahora nunca se había publicado en España una traducción completa de los poemas de Yeats. Sí ha habido buenas y variadas traducciones de gran parte de su obra, pero por fin llega la Poesía reunida del autor irlandés, traducida y editada por Antonio Rivero Taravillo para la Editorial Pre-Textos.

La dificultad radica sobre todo en dar con el tono, los tonos de Yeats. No es lo mismo traducir las baladas de sabor popular que los oscuros poemas reflexivos, o los de los ciclos cósmicos y lo visionario. Luego está el ritmo, trascendental en su obra. En cuanto a lo gaélico irlandés, es importante, pero sólo uno de los afluentes de su gran río, dice Rivero.

Setenta años después de su muerte, ¿qué puede seducir al lector actual de la poesía del irlandés?: La raíz mítica y simbólica de su obra, ese territorio abonado para la ensoñación. Pero él se basa en fuentes directas de la vieja Irlanda. Sus héroes y druidas son anteriores a las reelaboraciones de Tolkien. (Información extraída del diario ABC)

domingo, 27 de junio de 2010

Poetas de al-Andalus/Sefarad/ 4 - Poesía del vino/7 - El tiempo frío huye como una sombra - Moisés Ibn Ezra - al-Andalus

Panel Al-Andalus - José Ato SaorinEl tiempo frío huye como una sombra
su lluvia escapa y con ella sus carros y jinetes.
El sol gira al comienzo de Aries
según la ley de su órbita, como un rey en su diván.
Se ciñen turbantes de flores las colinas
y la llanura túnicas de césped y de hierba,
hacen llegar hasta nosotros aromas de incienso
escondido en su seno durante el invierno.
Dame la copa que hace que reine mi alegría
y aleja de mi corazón el dolor;
apaga el ardor de su fuego con mis lágrimas
ya que la ira arde en su interior;
obliga a temer al destino, pues sus dones son
como veneno de serpiente con algo de miel.
Con su deleite el vino engaña a tu alma por la mañana
y asegura sus mentiras por la tarde:
Bebe, no obstante, durante el día hasta que la noche huya
con la mano de la aurora agarrada a su tobillo.

viernes, 25 de junio de 2010

Satisfacciones - Bertolt Brecht - Alemania

'Homenaje a Takanobu' - Ramón GayaLa primera mirada por la ventana al despertarse
el viejo libro vuelto a encontrar
los rostros entusiasmados
nieve, el cambio de las estaciones
el periódico, un perro, la dialéctica
bañarse, nadar, música antigua
zapatos cómodos, comprender, música nueva
Escribir, plantar, viajar, cantar y ser amable.

domingo, 20 de junio de 2010

Literatura fantástica/1 - Fragmento de Alicia a través del espejo - Lewis Carroll - Inglaterra

Alice Liddell (a la derecha) con sus hermanas - Lewis Carroll
- Parece usted muy diestro en eso de explicar palabras -dijo Alicia-. Señor, ¿tendría la bondad de explicarme el significado del poema llamado Jabberwocky?
- Escuchémoslo -dijo Humpty Dumpty-. Puedo explicar todos los poemas que se han inventado y muchos de los que no se han inventado todavía.
Esto resultaba muy prometedor; Alicia recitó, pues, la primera estrofa:

Era cenora y los flexosos tovos
en los relonces giroscopiaban, perfibraban.
Mísvolos vagaban los borogovos
y los verdirranos extrarrantes gruchisflaban.

- Con esto basta y sobra para empezar -le interrumpió Humpty Dumpty-: ya tenemos aquí un buen montón de palabras difíciles. En primer lugar, cenora, que significa las cuatro de la tarde, la hora en que se empieza a preparar la cena.
- Muy bien -dijo Alicia-: ¿y flexosos?
- Bueno, flexosos quiere decir "flexible" y "viscoso". Es como una palabra maletín, ¿comprendes?: hay dos significados contenidos en un mismo vocablo.
- Ahora lo veo -respondió pensativamente Alicia-: ¿y qué son tovos?
- Bueno, los tovos son un poco como tejones... y un poco como lagartos... con algo de sacacorchos.
- Deben de ser criaturas de aspecto bien curioso.
- Lo son -dijo Humpty Dumpty-. Además, hacen sus nidos bajo los relojes de sol y se alimentan de queso.
- ¿Y qué es giroscopiar y perfibrar?
- Giroscopiar es dar vueltas y más vueltas como un giroscopio. Perfibrar es vibrar y perforar o hacer agujeros con un taladro.
- Y relonces serán, supongo, el césped que rodea a los relojes de sol, ¿no? -dijo Alicia, sorprendida de su propio ingenio.
- Exactamente. Y relonces, también, silabeando las iniciales, por su relación con la longitud del césped... delante y detrás del cuadrante solar...
- Y a los lados también... con un mínimo de once metros...
- Así es. En cuanto a mísvolos, eso significa "miserable" y "frívolo" a la vez (otra palabra maletín). Y un borogovo es un pájaro flaco de especto deleznable, con las plumas erizadas en todos los sentidos..., algo así como un mocho viviente.

Ilustración de Sir John Tenniel- ¿Y qué son verdirranos extrarrantes? -dijo Alicia-. Temo estar abusando con tanta pregunta.
- Bueno, verdirrano es una especie de marrano verde; extrarrante significa "errante", "fuera de sí"... y no estoy muy seguro pero creo que se dice también por el color "aberrante" de este tipo de cerdo.
- ¿Y qué quiere decir gruchisflar?
- Bueno, gruchisflar está entre gruñir y silbar con una especie de estornudo en el medio: quizás algún día lo oigas por ahí, en el bosque... y cuando lo hayas oído... ¡tendrás más que de sobra! ¿Pero quién te ha recitado todos estos versos tan difíciles?
- Los leí en un libro -dijo Alicia-. Pero alguien..., creo que fue Tweedledee..., me ha recitado versos mucho más fáciles que éstos.
- Por lo que a versos se refiere -exclamó Humpty Dumpty levantando una de sus manos-, ya sabes que puedo recitar tanto o mejor que cualquiera, si viene al caso...
- Bien, pero aunque venga, no es preciso hacer caso... -le atajó Alicia, para que no se lanzara a declamar.
- El poema que voy a recitar -prosiguió sin reparar en la respuesta de la niña- fue escrito enteramente para tu deleite y entretenimiento.
Alicia comprendió que no había más remedio que escucharlo; así que se sentó y le dio resignadamente las gracias.

Cuando blancos están los campos en invierno
te canto esta canción para tu gozo interno.

- ... sólo que, propiamente, no la canto -comentó.
- Ya lo veo -dijo Alicia.
- Si eres capaz de ver si la canto o no -observó severamente Humpty Dumpty- es que tienes una vista más aguda que la mayoría de los mortales. -Alicia se calló.

Cuando al final el campo rebrote en primavera
trataré de expresarte mi intención verdadera.

- Muchísimas gracias -dijo Alicia.

Cuando los días tan largos se vuelvan en verano
comprenderás mi canto un poco más temprano.

Cuando secos los tallos estén en el otoño,
imagínate en ellos pintado algún retoño.

- Lo haré, si entonces aún logro acordarme -le aseguró Alicia.
- No es preciso que sigas haciendo comentarios de este tipo -dijo Humpty Dumpty-: no tienen ni pies ni cabeza y me ponen nervioso.

He enviado esta nota a los peces del mar:
"Es cuanto más o menos yo puedo desear."

Los viles pececitos, a mi urgente misiva,
contestan con lacónica expresión negativa.

Ésta fue su respuesta a vuelta de correo:
"Lo haríamos, señor, de ser capaces, pero..."

- Me temo que no lo entiendo muy bien -dijo Alicia.
- Lo que sigue es más fácil -replicó Humpty Dumpty.

Les envié enseguida una nueva misiva:
"No me deis nunca más otra nueva evasiva."

Los peces contestaron no sin cierta ironía:
"¡Qué genio! Controlad vuestro arranque de ira."

Los previne una vez, los previne dos veces:
¡a escucharme se niegan los desdichados peces!

Me agencié en la cocina la olla más contundente,
que juzgué para el caso como más convincente.

Tac-tac da el corazón: todo castigo es poco.
Llené la gran caldera: el pulso me iba loco.

Mas alguien vino a verme; ¡cuánto llanto derrama
por los peces enfermos que yacen en la cama!

Le dije claramente, le dije con franqueza:
"Pues vas y los despiertas con vigor y firmeza."

Mi voz era tan recia que parecía un rugido:
se lo dije furioso, se lo grité al oído.

Al recitar esta estrofa, Humpty Dumpty alzó tanto la voz que casi sonó como un aullido y Alicia, estremecida, pensó: "¡Por nada del mundo hubiera yo querido estar en la piel de ese mensajero!"

"¿Por qué, si no soy sordo -me dijo aquel maldito,
tan tieso como un huso- clamas a voz en grito?"

Y el tipo tieso y fatuo, muy pagado de sí,
me dijo: "Bien, yo iría a despertarlos si..."

Cogí un tirabuzón que encontré en un estante
y los fui a despertar por mi cuenta al instante.

Y cuando vi la puerta que estaba con cerrojo,
la empujé y sacudí y golpeé con enojo.

Pero al ver que la puerta tenía puesto el cierre,
la maniobré con rabia, articulé una erre...

Hubo una larga pausa.
- ¿Eso es todo? -preguntó tímidamente Alicia.
- Todo -dijo Humpty Dumpty-. ¡Y adiós!
Traducción de Luis Maristany

Charles Lutwidge Dodgson, Lewis Carroll, buen matemático y mejor fotógrafo, escribió Alice's Adventures in Wonderland en 1865, trasladando al papel las historias que tres años antes había narrado durante un viaje en barca por el Támesis a sus tres pequeñas amigas, las hermanas Liddell, hijas del decano de Christ Church: Lorina, Alice y Edith, Prima, Secunda y Tertia del poema inicial, que contaban entonces trece, diez y ocho años. Tuvo un éxito inmediato y clamoroso, de modo que en 1871 publicó Through the Looking-Glass, una especie de segunda parte. El fragmento que acaban de leer pertenece a esta obra. Más tarde, en 1876, publicaría el poema La caza del Snark. Todos ellos en la más pura tradición del nonsense, tan querido por los británicos.
En sus últimos años se dedicó a escribir trabajos de lógica simbólica.
Cuentan que a la reina Victoria le gustó tanto Alicia en el País de las Maravillas, que ordenó le enviasen inmediatamente todo lo que escribiese Carroll a partir de entonces. El primer libro que recibió fue un tratado de Matemáticas.

viernes, 18 de junio de 2010

Fragmento de La Caverna - José Saramago - Portugal

Chabolas - Manuel Martínez Godínez, 'Martigodi'
[...] Entre las chabolas y los primeros edificios de la ciudad, como una tierra de nadie separando las dos partes enfrentadas, hay un ancho espacio libre de construcciones, pero, mirándolo con un poco más de atención, se observa no sólo una red de huellas entrecruzadas de tractores, ciertas explanaciones que sólo pueden haber sido causadas por grandes palas mecánicas, esas implacables láminas curvas que, sin dolor ni piedad, se llevan todo por delante, la casa antigua, la raíz nueva, el muro que amparaba, el lugar de una sombra que nunca más volverá a estar. Sin embargo, tal como sucede en las vidas, cuando creíamos que nos habían quitado todo, y de pronto descubrimos que nos queda algo, también aquí unos fragmentos dispersos, unos harapos emporcados, unos restos de materiales de deshecho, unas latas oxidadas, unas tablas podridas, un plástico que el viento trae y lleva nos muestran que este territorio había estado ocupado antes por los barrios de marginados. [...]
Traducción de Pilar del Río

El escritor portugués José Saramago, Premio Nobel de Literatura 1998, acaba de fallecer a los 87 años en su casa de Lanzarote. Descanse.

* La historia ha acabado, no habrá nada más que contar. (Última frase de su novela Caín)
* Mi problema en relación con la muerte y por tanto con el tiempo, dado que éste conduce de la mano hasta la muerte, no es tanto por el hecho de morir. Para mí, lo verdaderamente dramático es que estabas y ya no estás. Parece una obviedad, pero yo lo siento así, lo veo así: estabas y ya no estás. (Parte de una entrevista concedida con motivo de la presentación de sus memorias)
* Lo sublime es tener la conciencia de que se va a perder y aún así seguir resistiendo.
* En un tiempo como el de ahora, en el que tan fácilmente se desprecia a los mayores, creo que soy un ejemplo muy bueno. Entre los 60 y los 84 he hecho una obra. Por tanto ¡ojo con los viejos!.
* El hombre más sabio que he conocido (
se refiere a su abuelo Jerónimo) no sabía leer ni escribir.
* Antes de empezar a escribir, tengo que escuchar lo que suena en mi cabeza, porque si acabo una frase con todo sentido, pero a esa frase le faltan armonía y melodía, es que aún sigue incompleta.
* No es que sea pesimista, es que el mundo es pésimo.
* Antes nos gustaba decir que la derecha era estúpida, pero hoy día no conozco nada más estúpido que la izquierda.
* Disentir es uno de los derechos que le faltan a la Declaración de los Derechos Humanos.
* Sigo escribiendo, intentándolas comprender (las cosas), porque no tengo nada mejor que hacer y sabiendo que llegaré al final sabiendo lo mismo que sabía antes, es decir poco o casi nada.
* El triunfo nunca ha sido un objetivo para mi.

martes, 15 de junio de 2010

Una hoja sin árbol - Paul Celan - Rumanía-Francia

Sin título - Antoni Tàpies
Una hoja sin arbol
para Bertold Brecht:
¿Qué tiempo es éste
en el que una conversación
es casi un crimen
porque incluye
tantas cosas explícitas?
Versión de José Ángel Valente

domingo, 13 de junio de 2010

Envío - Antonio Hernández - España

Puerta de Taberna - Juan Rodríguez Jiménez, 'El Panadero'
No se rebaje a conocido canto
lo que voy a decir. En una cueva
se martiriza el son, se crea el llanto,
se destroza la vida en una queja
grande a romance y desolada a cántaros,
se muere una garganta entre las rejas
de la seguiriya gitana. Un calambrazo,
un terco torbellino, una protesta
fiera y descomunal, un latigazo,
una encendida y boreal tristeza,
un mutilado arábigo somático
grito que rompre todas las fronteras
en una cueva de Jerez o Arcos.
Gente del escaldillo y la vereda,
de los metales finos y el canasto
en la mano, nos dan la primavera
de su dolor terrible enmascarado.
Y es aquí, con la luz de su ceguera,
su inevitable y retorcido rajo,
donde uno se enrosca en el problema:
¿Robar su pena si se muere el canto?
el arte de dudar.
           Pueblo que vaga,
mártir que se persigue y tiene el tallo
de la flor de la vida, que se agarra
a la caverna de su pecho dando
la hermosura, llenándonos de ella.
Por vosotros que sois los hermanos
del sol, hijos del cielo y las estrellas,
quiero pedir el agua y el descanso,
la luz de redimiros la tristeza.
Camarón canta por seguiriyas, acompañado a la guitarra por Tomatito

viernes, 11 de junio de 2010

Fragmento de Don Ramón María del Valle-Inclán - Ramón Gómez de la Serna - España

'La Tertulia del Café Pombo' (calle Carretas) - José Gutiérrez Solana - Museo Reina Sofía. En el centro, Ramón Gómez de la Serna; a su lado, de izquierda a derecha, Manuel Abril, Tomás Borrás, José Bergamín, José Cabrero, Mauricio Bacarisse, el propio Solana, Pedro Emilio Coll y Salvador Bartolozzi.Una noche se estrena una comedia de un poeta catalán, Joaquín Montaner. El teatro está lleno. Don Ramón toma su puesto estratégico.
La obra comienza y levanta su vuelo en versos anchurosos y sin detonancias.
Hay condescendencia en la atmósfera y alguien se adelanta al primer aplauso, dejando oir en el silencio un "¡Muy bien!" con voz ahuecada.
Entonces se oyó un "¡Muy mal, muy mal, muy mal!", dicho con voz más rotunda. (En el centro de la silbada y maullada Gata de Angora de Benavente, por gritar "¡Muy bien!", armó el mismo escándalo y fue a la comisaría).
Se produjo un gran revuelo. Se suspendió un momento la representación de El hijo del diablo, mientras se decían unos a otros: "¡Es Valle-Inclán!". "¡Es don Ramón!".
Se oyeron voces envalentonadas que gritaban: "¡Fuera, fuera!". Don Ramón, impertérrito, hilaba su barba arrellanado en su butaca.
El agente de vigilancia de servicio se acercó a don Ramón y le dijo:
- Caballero, soy la autoridad.
- Aquí en el teatro no hay más autoridad que la mía, que soy el crítico, ¡animal! -le replicó don Ramón.
El revuelo fue mayor. El agente ofendido insistía en llevarse a don Ramón a la comisaría.
Había pareceres encontrados. Alguien protestaba calificando de grosera la opinión de Valle, y de un grupo de incondicionales partió un "¡Viva Valle-Inclán!", que murió apagado como un cohete mal encendido.
Por fin don Ramón fue llevado a la comisaría del distrito y allí el comisario en pie quiso ser fino con el aguilón y le dijo:
- Me han contado el caso, pero yo supongo que usted no se dio cuenta de que era un representante de la autoridad el que le requería.
- Sí, señor... Yo lo sabía, pero como yo soy otra autoridad en materias artísticas, se estableció un caso de competencia... Mi autoridad debía permanecer en la sala para emitir juicio. Además, la autoridad de ese señor es autoridad transitoria y la mía permanente.
- No por eso -insistió el comisario- tenía usted que insultarle llamándole animal.
Valle-Inclán, testarudo y en sus trece, replicó:
- Eso no fue un insulto, sino una definición.
Un estudiante que había ido también detenido por defender a don Ramón salió en su defensa y dijo:
- Señor comisario, cuando los partidarios de la señora Xirgu y del señor Montaner gritaban a don Ramón "¡Que se vaya!" ¡Que se vaya!", fue contra ellos contra los que se volvió don Ramón agresivo y gritando "¡No me da la gana!".
Valle se volvió a su defensor y le replicó:
- Miente usted admirablemente, joven. Yo al que desacataba expresamente era al policía.
En vista de eso y como a don Ramón "había que dejarlo o matarlo", se le dejó ir, y cuentan que a la puerta de la comisaría dijo con un alegre suspiro: "¡Esta noche me siento con treinta años menos!".
Aunque la materia de este libro sea Valle, no hemos de juzgar aquí si no a Gómez de la Serna. Conviene tenerlo presente. No es infrecuente que el retratista pueda interesarnos más que el retratado, por lo mismo que muchos retratados no han tenido retratistas a su altura.
En este libro la cosa está bastante equilibrada, y podríamos decir, de uno y de otro, de Ramón y de Valle, que tanto monta, monta tanto...
[...] ¿Es un buen libro? Yo no lo sé, pero si alguien tiene que escribir un libro sobre Valle-Inclán, no podrá hacerlo sin leer éste y sin citarlo, como no se podría escribir un libro sobre
El Rastro sin tener presente el de Ramón, aunque el Rastro de entonces y el de ahora no se parezcan en nada...
[...] La biografía de Ramón, hecha y deshecha, bizantina y desgarrada, como el propio estilo de Valle, está llena de menudencias y amenidades, y sin embargo le ha salido a la altura del personaje: abstracta, "mentale".
(Del prólogo de Andrés Trapiello para la Editorial Espasa Calpe, S. A.)

martes, 8 de junio de 2010

Historia de una poética - Roque Dalton - El Salvador

Flowers - Banksy
Para E. S.

Puesiesque ésta era una vez un pueta
de aquí del país
que no era ni bello ni malo como Satanás
(como él soñaba que era)
sino mero feyito y pechito y retebuena gente
que a puras cachas hacía el tiempo para escribir
entre sus estudios de Teneduría de Libros
y su trabajo en los Juzgados.

El pueta nacional amaba a la justicia y a las muchachas
(tal vez un poquito más a las muchachas que a la justicia)
(por eso no es tan pior si uno no sabe
el talle que tiene la justicia por estos lares)
y sábado a sábado hacía sonetos al pueblo
al futuro que vendrá
y a la libertad para tirios y troyanos
todo ello ya con la mirada llameante
después de haber llamado pan al maíz
y vino al guaro.
Así fue su vida y su obra
de las que hablaba en las tertulias de La Masacuata
y que hasta llegaron a despertar
un comentario benevolente de Roberto Armijo.

Un día sucedió que subió hasta las nubes el precio del papel:
y tanto en los Juzgados como en la Academia
le racionaron implacablemente las hojas al pueta
a fin de que no las desperdiciara en nada que no fuera
su tétrico trabajo judicial y su aprendizaje contable.
El pueta echó de ver clarito
y para más señas en un día de la semana bastante alejado del sábado
que en el fondo de todo había un atentado contra la poesía
que no se podía quedar así
por mucho y que el gobierno hablara del alza del petróleo.

Fue entonces que comenzó a escribir en los muros
con su mero puño y letra
en los tapiales y en las paredes
y en los grandes cartelones de las propagandas.
No le fue leve el cambio
muy por el contrario
al principio
cayó en profundas crisis de concepción creadora.

Es que en los tapiales no lucían bien los sonetos
y frases que antes le embriagaban como
"oh sándalo abismal, miel de los musgos"
se miraban todas cheretas en las paredes descascaradas.

Además los serenos y los orejas
y los cuilios y los Guardias Nacionales
de todas maneras se lo iban a encumbrar
(si es que no lo venadeaban de entrada)
aunque lo que pintara en los muros fueran versos como
"fulge, lámpara pálida, tu rostro entre mis brazos"
o
"yo te libé la luz de la mejilla"
o
"no hay Dios ni hijo de Dios sin desarrollo".

De ahí que el pueta agarrara vara de una vez
y se metiera a la guerrilla urbana
(ERP: Sección de Propaganda y Agitación de
la Dirección Nacional)
para quien ahora pinta en los muros
cuestiones como éstas:
"viva la guerrilla"
"lucha armada hoy -socialismo mañana"
"ERP",
Y si alguien dice que esta historia es
esquemática y sectaria
y que el poema que la cuenta es una
tremenda babosada ya que falla
"precisamente en la magnificación de las motivaciones"
que vaya y coma mierda
porque la historia y el poema
no son más que la puritita verdá.

De Poemas clandestinos (1980)

Brujería sumamente jodida por dos o tres razones que no vamos a explicar aquí... - Roque Dalton - El Salvador

Los Jaraneros - Manuel ZardainAmén mal todo
de Señor líbranos
mas tentación
la en caer
dejes nos no
y deudores nuestros a
perdonamos nosotros
como así
deudas nuestras perdonamos
hoy dánoslo
día cada de nuestro pan
el cielo el en como tierra
la en así
voluntad tu Señor hágase
reino tu el nos a venga
nombre tu sea santificado
cielos los en estás
que nuestro Padre
borracha
está banda
la que es
pasa que lo

martes, 1 de junio de 2010

Fuego y ritmo - Antonio Agostinho Neto - Angola

Sueño en África - Marcela MumetSones de grilletes en las carreteras
cantos de pájaros
bajo el verdor húmedo de los bosques
frescura en la dulce sinfonía
de los cocotales
fuego
fuego en el césped
fuego sobre las calientes planicies de Cayatte

Caminos largos
llenos de gente llenos de gente
llenos de gente
en éxodo de todas partes
caminos largos hacia los horizontes cerrados
más caminos
caminos abiertos por encima
de la imposibilidad de los brazos

Hogueras
danza
tam-tam
ritmo

Ritmo en la luz
ritmo en el color
ritmo en el son
ritmo en el movimiento
ritmo en las grietas sangrantes de los pies
descalzos
ritmo en las uñas arrancadas

Más ritmo
ritmo

¡Oh voces dolorosas de África!